jueves, 30 de octubre de 2008
Este blog es monumental!!
miércoles, 29 de octubre de 2008
Domingo, 14 septiembre 2008: DÍA 6. NGORONGORO
Primero desde la habitación y después desde las inmensas cristaleras del restaurante observamos la inmensidad del cráter y la espesísima niebla que lo cubre. No están los ánimos para hacer fotos (de lo que me arrepentí más tarde). Sólo falta que con el cuerpo que tenemos hagamos el viaje para nada. Amir ha dicho que el cráter no habrá niebla, que podremos ver bien a los animales, porque como apenas hay árboles, es más fácil localizarlos que en otras partes. Además estamos “yo y mi vista de aguilucho”, pero hoy no tengo el cuerpo para bailes y dudo de mi capacidad.
Nos ponemos en marcha. La pendiente de bajada es más que considerable, pero nos alegra comprobar que a medida que bajamos la niebla va haciéndose menos densa hasta llegar a desaparecer. Una vez más Amir tenía razón y en el cráter, sin niebla de por medio, vivimos horas apasionantes que hicieron que dejásemos a un lado nuestras molestias estomacales.
Volvimos a ver leonas y leones, ellos con sus melenas al viento y ellas con la vista siempre atenta, cuidando de la familia, preocupándose de los pequeños, vigilando aquella gacelilla que pasa por delante, echándole el ojo como posible menú del día (y después los hombres piensan que han inventado algo!). Sus bebés me encantan, son gatitos de garras poderosas a los que te apetece mimar, acariciar... claro que habría que ver de qué calibre son sus “caricias”. El cerval se dejó ver un poco más, aunque sus jueguecitos al escondite nos sacaban de quicio. Es un animal precioso, quizás uno de los felinos más bellos, pero se esconde tanto entre los hierbajos que es casi imposible tomar buenas imágenes de su carita. Las coronadas nos regalaron poses graciosas, aunque se negaron a abrir las alas para el objetivo. Eso se haría esperar.
Hicimos una parada en un lago realmente hermoso, coronado por un árbol junto al que todos queríamos fotografiarnos. Allí aprovechamos para ir al baño (ya estaba bien de hacer “turismo bañeril” en la sabana), fumarnos unos cigarrines y observar que hay quien lleva kilos de oro hasta en el fin del mundo. Antes muertas que sencillas.
En una de las zonas donde más vegetación verde hay nos encontramos con un par de elefantes, comiendo al lado de la carretera. El tamaño de sus colmillos era impresionante. Amir nos contó que tendrían aproximadamente sesenta años. En ese mismo “oasis” hicieron nuestras delicias las cebras y otros elefantes más jóvenes, a alguno lo pillamos en la hora del "baño".
A la hora de volver, ascendimos la tremenda pendiente que separa el cráter de nuestro logde y nos encontramos con un papá babuino y unos “niños” tremendamente escurridizos. A pesar de encontrarnos fatal, nos fuimos de allí felices por la cantidad de animales que habíamos podido ver y con la imagen de la luna llena sobre el parque grabada para siempre en nuestra cabeza. No pudimos comer. Nos duchamos y nos metimos en la cama. Allí pasamos horas y horas, leyendo, durmiendo. La tarde avanzaba pero seguíamos encontrándonos mal, especialmente el Costillo. Le dije que porqué no llamaba al médico (yo es que soy muy fantástica de la vida, y creo que siempre está todo a tiro de piedra). Después de testarudear un buen rato (no comprendo la tremenda aversión que sienten los hombres a ir al médico, de verdad), llamó a recepción para saber si había algún médico que pudiera vernos. Le dijero que sí, que el doctor llegaría a las seis y que pasaría por nuestra habitación. El Dr. Eric, más largo que un día de mayo sin pan y tan agradable como todas las personas con las que habíamos hablado nos dijo que veníamos más que preparados y que lo que nos sucedía no era nada grave, sino más bien una mezcla de transtornos por el cambio de alimentos, el cambio de clima (el día anterior el calor era infernal y en Ngorongoro hace más bien frío... vamos, que nos vinieron fantásticos los polares), el estar tanto tiempo en el coche... Así que abrió su maletín y sacó unas tabletas de pastillas, que nos vinieron como caídas del cielo (vaya usted a buscar una farmacia en esa zona!). A mí, además, me recomendó no tomar cítricos ni picantes en unos días. Sin cenar, volvimos a la cama y dormimos como angelitos. Por lo visto las pastillas del Dr. Eric (que se convirtió en uno de los personajes más recordados del viaje, aunque, claro, no era plan de hacerle foto, cachis!) empezaron a hacer su efecto y, unidas al cansancio acumulado, al agotamiento de tanto bache y tantos kilómetros, debimos dormir la friolera de catorce horas. Mañana sería otro día!
Días anteriores: Día uno, aquí.Día dos, aquí y aquí. Día tres, aquí y aquí. Día cuatro, aquí. Día cinco, aquí.
Continuará...
domingo, 26 de octubre de 2008
De los premios y mi poca vergüenza
De ser una buena alumna del maestro Iago, siguiendo sus enseñanzas casi al pie de la letra (vamos, que ni tengo zapas plateadas ni se me ha pegado una pizca de la chispa que tiene para escribir), me viene el amor (desmesurado) por los premios. Siendo esto así he intentado buscar una explicación al hecho de no haber colgado (todavía!!!) los dos últimos que me han sido otorgados.
Buceando en mi cerebro y en lo que he hecho los días pasados se me ocurren varias "disculpas" más o menos aceptables:
1. soy vaga, y esto es algo notorio, vox populis, que diría el otro.
2. tras las vacaciones me encontré con que el amable Reader había marcado para mí cerca de cuatro cientos temas posteados por mis amigos blogeriles y que yo tenía pendientes por leer.
De compras por Amberes
Ya he contado en alguna ocasión que el Costillo es un fanático... de los cómics (también que yo lo soy menos). Más que fanatismo, lo que éstos le inspiran es casi una religión. Muchas veces creo que los quiere más que a mí, pero esa es otra historia. En Beo, el Costillo disfruta como un niño con un caramelo (bueno, esto más bien era antes, ahora en la comparación debería aparecer un playstation o algo similar, para que resultase acorde con los tiempos). Recorre los pasillos de la tienda con siete pares de ojos, buscando y rebuscando esas joyitas que ha anotado antes de salir de casa: algunas que son difíciles de encontrar, otras que sabe sólo encontrará allí, alguna que otra oferta especial... el caso es que siempre salimos cargados como burros (aunque afortunadamente, son tan amables que nos permiten dejar allí las compras para que podamos pasear tranquilos por la ciudad).
Tras las inevitables (y numerosas) compras en Beo, nos dimos una vuelta por el mercado, que estaba en obras la última vez que fuimos (intentamos ir un par de veces al año a Bélgica) y que les ha quedado muy mono. Me encantan los mercados, ver todas esas verduritas hermosamente colocadas, diciendo cómeme, que estoy fresquita, otros con productos específicos y hasta algunos con chorradas que no me llevaría a casa ni gratis (y eso que según el Costillo en mis genes tengo algo que, si no le pongo remedio, me llevará a padecer el terrible síndrome de Diógenes). De allí, a MI momento fundamental: las croquetas de gambas. Ir a Bélgica y no meterme dos (o más) croquetas entre pecho y espalda es como no haber ido. Es un ritual que no estoy dispuesta a saltarme por nada ni por nadie. Todavía recuerdo la primera vez que fuimos con mis Papis y el resto de la familyfeber y lo esperanzada que estaba con que a alguno de los miembros no le gustasen, y así poder meterme una ración doble! Si cuando vamos es verano o hace calorcito (porque en Bélgica, al igual que aquí, las terrazas de bares y restaurantes están puestas todo el año, pero en muchas ocasiones no apetece nada sentarse allí), solemos ir a una inmensa plaza, llena de terrazas de diferentes locales, muy cerquita de la casa de Rubens (las fotos de arriba muestran el exterior. En cierta ocasión la visitamos y es una auténtica pasada. Consuela saber que no todos los artistas se "cubrieron" de gloria una vez muertos). Cuando el día está un poco perro, como ayer (que cuando llegamos a la estación el cielo era azul intenso y quinientos metros más allá gris-niebla-sin-lluvia-gracias-al-cielo), solemos ir a un bar chiquitín que hace esquina. Tiene dos pisos y es muy acogedor.
Otro de los rituales imprescindibles es comer patatas fritas. Según él, no hay patatas fritas en el mundo como las belgas. Yo discrepo, pues aunque fui muy mala comedora, las de Mamá y mi vecina Benita sí que me las comía. Y me sabían a gloria bendita!! Para ello sí que nos fuimos a una terraza, por la que nos dejamos caer también en todas las ocasiones, aunque nunca me había fijado en el nombre, Las Vegas, que me recordó tanto a un local que me encantaba y que cerró hace algún tiempo.
Me encanta sentarme allí y, mientras doy buena cuenta de las patatillas, observar a la gente de la ciudad, a sus miles de turistas, a algún español despistado (siempre veo varios)... marujear, en el sentido más total de la palabra (el cual incluye pegar la oreja, por si me entero de algo e inventar historias que poco o nada deben tener que ver con la realidad). En mi cabeza bullían una y otra vez visitas anteriores, solos o con mis Papis y el resto de la familia. Hasta conversaciones completas volvieron a estar presentes. Fue como llevarles conmigo, otra vez, como cada vez.
Regresamos a casa más cansados que si hubiésemos estado sacando piedras del río, pero habiendo disfrutado del día, como cada vez que vamos.
La vida sexual de Europa
LA VIDA SEXUAL DE EUROPA
Un barco se hunde y los supervivientes quedan en una isla desierta. En el barco viajaban:
a) 2 italianos y 1 italiana
b) 2 franceses y 1 francesa
c) 2 alemanes y 1 alemana
d) 2 griegos y 1 griega.
l) 2 vascos y una vasca.
sábado, 25 de octubre de 2008
De memes diabólicos
Primero las reglas,
- poner el enlace de la persona por la que somos elegidos (hecho, en mi caso, personas, dior las guarde).
- poner las reglas en tu blog (estoy en ello).
- compartir seis cosas que nos gusten y seis que no nos gusten.
- elegir seis personas al final y poner los enlaces (paso de ser cabronceta, que además de morosa de memes llevo un atraso macanudo, así que el que quiera que lo haga. Vamos, un self service en toda regla va a ser esto).
- avisar a estas personas dejando un comentario en sus blogs (léase el apartado anterior y no anden poniendo peros, hombreya!).
Seis cosas que me gustan:
- Saber que las personas que más quiero están bien de salud, y que la vida les sonríe.
- Empaparme bajo una lluvia torrencial mientras pienso que si me concentro mucho, mucho, mucho, el agua se llevará todos los malos rollos y seré más feliz que una perdiz.
- Que alguien (familia, amigos) se acuerden de mí sin venir a cuento y me llamen porque hoy es hoy y les apetece hablar conmigo, regalándome su tiempo, que es el mejor regalo del mundo mundial.
- Viajar, y mientras lo hago, inventarme otras vidas (sin atreverme a vivirlas).
- Querer hasta que duela y ser querida de la misma forma. Dependiendo de qué amor estemos hablando la cosas que me gustan varían, obviamente. Con mis Papis basta su compañía, escuchar los zarrasquillos del día a día, el sentirles a mi lado. En pareja, terminar rota tras un maratón erótico-festivo.
- Hablar, hablar porque sí, porque yo lo valgo, porque tengo algo que contar y sino lo invento. Hablar para celebrar que estamos vivos, hablar hasta perder el sentío, hablar, hablar, hablar.
Seis cosas que requetecontraodio:
- La hipocresía
- La mentira
- La falsa modestia
- Que suene el teléfono a deshora, especialmente si estoy en la ducha, pues salgo volada y el día menos pensado me dejaré los dientes en el suelo.
- El olvido.
- Los guisantes!
Ala, y con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho! (qué digo ocho, menos mal que eran seis de cada, porque pensé que no terminaba nunca!!)
viernes, 24 de octubre de 2008
Recortes de prensa... seria
Sentaditos y a disfrutar!!
A esto lo llamo yo «éxito de participación»Lo bueno es que todos se llevaron medalla(el tercero que sale en la foto fue pagado para posar)
Sin ir más lejos el año pasado yo ahorraba 1.000 millones,
y ahora vivo de las rentas aprovechando los Tickets descuentos que dan en las Páginas Amarillas,
comprando cada cosa donde esté más barata… y listo … es sólo ponerse
2.208 millones de funcionarios en EspañaY todos entraron por enchufe… y desayunan a la vez
Es que hay gente que sale del trabajo y no sabe desconectar
Qué bárbaro! Divisará objetos a 100 metros !hmmm… ¿pero la vista humana no es capaz de eso?
Vivían apilados… no se crean… y no se imaginan los problemas para ver a quien le tocaba entrar al cuarto de baño por la mañana
Vamos… que dimita Zaplana Ya ! Qué escándalo !
Seguro que estaba enterado de lo del restaurante !
Como no podemos competir en precio con los chinos…
mejor hacer poquitos… pero de calidad, ¿no?
Imaginen la saña del asesino para causar esas heridas con una gorraLe tuvo que dar por lo menos 1000 gorrazos en el mismo punto