jueves, 20 de marzo de 2008

Saba



Saba es una peculiar y pequeña isla, situada en el Mar Caribe y que pertenece al grupo de las denominadas Antillas Holandesas. A pesar de su diminuto tamaño, encierra una serie de pequeños tesoros dignos de ser disfrutados: sus paisajes, su impresionante flora, sus habitantes, el llegar hasta allí, que ya es toda una aventura. En fin, que es una pena no vivir más cerca de ella para poder hacer escapaditas de fin de semana cuando una está en plan de ya-no-aguanto-más-la-vida, necesito-relajarme-ya!!



Quizás la primera sorpresa nos la llevemos con el medio de transporte. Nosotros partimos de St. Maarten y utilizamos avioneta (aunque también es posible la trayectoria en barco). Una avioneta de dimensiones mínimas que más bien parece una lata de sardinas, subirse en ella es un poco jugar a la ruleta rusa, y con eso queda todo dicho. El “aeropuerto” no es apto para aquellos que tengan miedo a volar... Nunca había visto una pista tan diminuta!! y es que tiene el honor (extraño honor, si me permitís) de ser la más pequeña del mundo. Una vez en tierra los cinco sentidos se abren ante tanta belleza. Pero, como Jack, vayamos por partes.


Los pocos más de mil trescientos habitantes de la isla son gentes acogedoras, respetuosas y alegres. Conviven, además, en armonía con una Universidad estadounidense, de Medicina, por lo que es fácil encontrarse con un montón de jóvenes que nada tienen que ver con la fisonomía
del personal autóctono, muy particular, por cierto.

El paisaje, la frondosidad de su vegetación, lo escarpado de sus
montañas son sobrecogedores. Árboles de figuras imposibles parecen darnos la bienvenida, hojas de descomunal tamaño (las llamadas orejas de elefante) hacen que nos sintamos chiquitos y las flores, de belleza infinita, resultan realmente generosas con el objetivo de la cámara, tremendamente coloristas.


Destacan sobre el verdor preciosas casitas de cuento, todas blancas, todas con sus tejaditos rojos, todas con las contras pintadas. Todas menos una, la más antigüa, que a pesar de tener una estructura similar a las demás es marrón y su tejado no es rojo. Allá hacia donde dirijas tu mirada encontrarás esa combinación de colores: verde, rojo, blanco. Todo ello en combinación con el azul intenso del mar y el cielo, poblado casi siempre de nubarrones. Algo así (menos poblado y sin los edificios, claro) debía ser el paraíso.

Mención aparte merecen las simpáticas cabras que pueblan la isla (me la pasé charlando con ellas, y me contestaban!! Si ya dice mi sabia Madre que la cabra tira al monte!). Podréis encontrar también otros compañeros "no tan gratos"...


Teniendo en cuenta el número de almas que pueblan la isla resulta extraña la gran cantidad de iglesias, ya que en cada esquina tropiezas con alguna. Además, son muchas y muy diferentes las religiones y creencias que han echado raíces en Saba. Mi favorita es una en cuyo interior se han realizado frescos de ángeles y otros personajes religiosos. Nada curioso, teniendo en cuenta que es lo más habitual en un templo. Lo "raro" en este caso es que las caras de esos personajes se tomaron de los habitantes de la isla. Muy peculiar e interesante.


Majestuoso, casi siempre con la cumbre cubierta de nubes, nos encontramos con el Mount Scenery, montaña-volcán de ascenso casi imposible (especialmente para una tullidita como yo), conocida como "la montaña más alta de Holanda" (huelgan comentarios, pero para los que no os habéis dejado caer por los Países Bajos, deciros que son absolutamente planos) . Sumergirte en sus empinadas escaleras (sus 1.064 infernales escalones no restan belleza al paisaje), rodeadas de la más exagerada vegetación te transporta a otra época, te hace sentirte colonizador en tierras vírgenes, o qué sé yo. A pesar de la fatiga que produce la subida, el “paseo” resulta emocionante, pues allá donde fijes los ojos verás algo que llame tu atención.


Aparte de esta tremenda excursión, no hay mucho más que hacer en Saba, salvo submarinismo para aquellos que tengan los bemoles necesarios. Para el resto, es altamente recomendable visitar el Swinging Doors Bar (
www.sabaguide.com/restaurants/swinging-doors.asp) y meterte unas buenas costillas entre pecho y espalda. No menos recomendable resulta un hotelito ecológico sito al pie del Mount Scenery, donde preparan los más sabrosos bocatas de atún fresco que he comido en mi vida (donde, por cierto, me quedé enamorada de los salvamanteles, pero eran más grandes que mi mochila y no me pude "traer" ninguno, jeje). Y descansar, y pasear contemplando sus lindos parajes, o pararte por la calle o en un bar a conversar con sus gentes, cuyo Holandés resulta extrañamente correcto.


Nuestro alojamiento fue el Scouts Place (www.sabadivers.com/), un gracioso hotelito regentado por unos alemanes, que resultaba la mar de acogedor, con su piscina, su restaurante (ya quisieran las grandes cadenas imitar siquiera sus hamburguesas), su karaoke los viernes por la noche (algo que los habitantes de Saba esperan como agua de mayo). Las instalaciones se destinaban antigüamente a albergar al gobernador y demás personajes de alcurnia que visitaban la colonia. En la actualidad, quizás remomorando viejos tiempos, la decoración, especialmente del restaurante y de la tienda, giran en torno al mundo de los piratas..., sí, los del Caribe.

Quizá, como despedida y cierre y para no resultar tremendamente pesada, os diré que otra de las curiosidades de esta isla es que no tiene playas, debido a que la isla en sí es una montaña volcánica cuyas laderas van a caer directamente al mar. Bueno, sí, la playa sorpresa o misteriosa, que sólo se ve en algunas ocasiones, dependiendo de la marea.

Si buscas un sitio tranquilo, donde desconectarte del mundo, del jaleo, del ruido, de la gente y del estrés, Saba es sin duda, el lugar más apropiado!!

ALGUNAS AYUDITAS EXTRA, información, rutas y fotografías:

www.sabadivers.com/span/flora.htm;

www.sabadivers.com/span/insel.htm;

php.terra.com/turismo/templates/destino_features.php?l=es&destination=237&feature=30002

Podéis también visitar, en Mis álbunes de fotografía, el titulado Saba, y os haréis una idea de lo que os estoy contando.
rellanabella.spaces.live.com/photos/cns!CEFC1A7A0332471B!750/
y para las flores:

rellanabella.spaces.live.com/photos/cns!CEFC1A7A0332471B!842/

Y aquí un par de vídeos para que veais lo que supone llegar y salir de Saba:

2 comentarios:

Unknown dijo...

a esa isla me iba yo mañana contigo, qué coño mañana esta misma noche,pero qué bien lo íbamos a pasar
yo te quiero mucho más que a Madonna,dónde va a parar¡
no hay comparación¡
bien venida y que sea para bien
besazos españoles(que son los mejores)

BIRA dijo...

De verdad que esto engancha, primo! Jesús, menos mal que pronto se me pasará la fiebre, porque telaaaaaaa la tarde de enganche que llevo.

Besazos españoles, pues!