martes, 29 de julio de 2008

Hasta la vista, baby!!


Bueno, mis queridísimos amigos, ha llegado el día. Mañana, adelantando un día las cosas, empiezan mis vacaciones. Primero pasaré un día con los PapásCostillos, o lo que es lo mismo, haré turismo rural, ecológico y pasaré el día rodeada de animalillos de todas las clases. Prometo hacer fotos!! Hasta de las cigüeñas que han criado y que merecen post aparte (lo cual he pensado muchas veces, pero... ya sabéis cómo soy!).


El jueves salgo para Madrid, tempranito, y desde allí a casa de mis Papis, a mi casa. Con las vacaciones me pasa como con todo: me llenan de dudas, quisiera partirme (que para eso tiene una más carnes de las necesarias) y poder estar aquí y allí: aquí con mi Costillo (al que quiero más de lo confesable), con mi adorable Boo, con el tierno Chipie, con el excéntrico Snake (que ayer se escapó y no fuimos capaces de cogerlo, cabronazo. Así que, con lluvia y todo, después de haber intentado todo lo humanamente posible y casi dejarme la crisma estripada en el suelo... como dice el Costillo, loca! un día antes de tus vacaciones!!, decidimos dejarle dormir fuera, y que aprendiese la lección. Cuando estábamos en la cama a mí casi me dan los siete males, porque se oyó tremenda pelea de gatos. Uno seguro que era él. Capullo. A pesar de la lluvia, hacía tanto calor que el Costillo no podía dormir y salió a echar un pitillín a la terraza... a eso de la una y pico de la madrugada oyó un golpe como si se hubiera desplomado una vaca. No, no era una vaca, era Snake que harto de andar de picos pardos por ahí decidió que como en casa en ningún sitio y todavía no sabemos cómo consiguió saltar la tremenda distancia que le separaba del hogar. Hoy no se ha movido del jardín!!, pensará: Estos cabrones pasan de mí y capaz que si vuelvo a liarla no me abren la puerta...).


Y allí, con mis SuperPapis, con Hermanísimo y familia, con mis amigos, con las vecinas, de marujeo continuo, de buena comida y mejor sobremesa!


Esta vez, además, me tocará estar más alejada de un montón de buenas personas que he tenido la inmensa suerte de ir conociendo estos últimos meses: vosotros!! Sonará a cuento chino, pero os juro que ya os estoy echando de menos. Hoy, melancólica perdida, me he puesto a repasar temas y a releer comentarios. Habéis sido muchos los que habéis pasado por aquí, los que habéis dejado vuestra huella (no sólo en el blog, también el corazón). Unos han pasado sólo una vez, quizás por devolver visita, quizás por curiosidad. No han vuelto. Quizás por falta de tiempo, quizás porque no les gustó lo que veían, quizás porque no tengan ganas de soportar la rutina de los gatos y las flores, o simplemente este no era sitio para ellos, no se encontraban bien aquí o todavía no han recibido mi visita de vuelta (imperdonable. Lo sé). Muchos otros venís cada día o de forma regular, cuando vuestras ocupaciones os lo permiten. Y con vuestras palabras me habéis hecho reír, llorar, emocionarme, intrigarme... y todo lo que termine en -me y sea positivo!! os adoro. Así os lo digo. Alto y claro.



Iago, Haquiles, Aspirante, Carlos Becerra,

Vivian, Laura, Luna, Carabiru,

Di, Ricardo, Pilgrim, Cris,

Géminis despechada, Forgiven Princess,

JB, Stultifer, Sonia, Dita,

Jaac, Weblara, Blogger, Nils,

Gwathadan, Anselmo, Conxa, Yeray,

McVicta, Amaveli, Sandum, Reality bit,

Kotto, Tertulias "d'agolada", Anita, Shysh,

Sommer, Sol solito, Mosco, Elena,

Casta, Al otro lado del deseo, Caramelo,

Letizio Pantoja, Gaysinley, Dennis Fernández,

Santa pecadora, Pujaita, As beiras do arnego,

La chica de ayer, Oliver, Eme,

Zerep nauj, Axioma, Oz vega, David guzmán,

Noelia, Agua, Un estertor, Digler,

Kuka, Luna llena, Jan puerta, La china,

El dueño de los cajones, Armida Leticia,

Caramelo de uva, Williboy, Félix,

Lorena, Javi, Lanobil, Marta,

Salvochea, Mentidero,

El hombre de la baraja de la derrota, Tareixa,

Rohit, Teresa, La reina del hielo, Joha Zuluaga,

Ido, Karina, The sea the sky the dust, Fortimbras,

Nobel prize blogger, Miguel, La nena,

Primo Larry, Cion, Belvedere

y los de casa, Idoia, Keko, Sergio y el Costillo!!


(que han publicado casi de incógnito).


Gracias a todos y cada uno de vosotros por estos meses que hemos pasado juntos, y por todo lo que me habéis hecho vivir.


Volveré!!!

domingo, 27 de julio de 2008

Domingueando

No les tengo mucho aprecio a los domingos, bueno, en general no le tengo aprecio a ningún día en especial. Antes me volvían loca los jueves, viernes y sábados por motivos que para muchos serán obvios: fiestaaaaaaaaaaa!! Tal era el punto que, cuando me ponía enferma un lunes, mi Hermanísimo (tan sabio y que tantas veces había vivido lo mismo) le decía a Mamá: "Tú tranquila, no te pongas nerviosa. Si llega el jueves y no sale... corre a Urgencias: se está muriendo!".


Ahora, por la edad (la del Costillo, digo) y porque uno se va acomodando, no solemos ir mucho de fiesta. Vamos, que suelo reservarme para cuando voy a España y mis queridísimos sobrinos me llevan de despendole (es lo mejor de tener un Hermanísimo algunos años mayor y que él tuviese a bien emparejarse y aparearse lo suficientemente pronto como para que la diferencia de edad con mis niños no sean abismal y podamos corrernos tremendas juergas sin llegar a parecer que han sacado de casa a la tatarabuela).


Los domingos, que era a lo que iba, me parecen tremendamente aburridos. No hay mucho para hacer (bueno, qué hacer siempre hay, lo que no hay son ganas). Creo que es algo psicológico: yo es que soy de ciclos, y claro, el domingo termina un ciclo semanal y comienza casi otro, y hay que descarsar de lo hecho y prepararse para lo que vendrá. O sea, que siempre estoy tirada sin hacer nada porque me canso sólo con pensarlo.


Hoy no ha sido muy diferente, aunque sí bastante más productivo: que si hacer la maleta para las primeras vacaciones (que no, que no metas también eso, joder, que vas siempre cargada como una burra y después siempre andas con las mismas pintas; que sí, que necesitarás más camisetas, que hace tremendo calor y no vas a estar esperando a que la lavadora termine...) y es que me voy tres semanas y sólo podré viajar con diez kilos de equipaje, pues voy con Ryanair porque es el más barato, pero sólo sale barato si viajas en "ciertas condiciones" (facturarte tú mismo desde casa, lo cual no me importa mucho pues siempre lo hacemos así, de lo contrario pagas. No llevar maleta, de lo contrario pagas. Y así con todo. Es la primera vez que viajo con ellos y voy con miedo... no me vayan a cobrar también por respirar!), que si firmar los visados para las segundas vacaciones (esto siempre es tarea del Costillo, pero claro, la Princesa tiene que estampar su firma y hacer como que colabora...), que si ir planeando los pocos días que quedan para que cuando me vaya todo quede como los chorros del oro, los armarios llenos de ropa bien planchadita, la despensa llena, las gateras limpias, el papel y el vidrio reciclados... una serie de tareas que no es que sean titánicas, no, pero que unidas unas a las otras se llevan un montón de tiempo, más si no le pongo un poco de organización.


Por todo esto, he llegado, tras mucho pensarlo a la siguiente conclusión:

Necesitaré unas vacaciones para descansar de los preparativos de estas vacaciones, pero cuando llegue tendré que empezar con los últimos preparativos de las siguientes, con lo cual, tras las "otras" vacaciones, necesitaré un descanso para reponerme y estar en forma... con esto y alguna que otra cosita más, creo que mis vacaciones terminarán más o menos a principios de diciembre... que será cuando me vaya de vacaciones de Navidad. Me estoy estresando...


sábado, 26 de julio de 2008

Cría cuervos...


Hace un calor de los mil demonios, pero claro, como ya llevábamos unos tres días sin lluvia y el cielo aquí es muy considerado "para con" los campesinos, pues está lloviendo a mares. Hay una tormenta que tiembla el misterio, llueve como si se fuera a terminar el mundo, justo ahora que es cuando una está con un pie aquí y el otro en España, tierra querida y olé! La parte más positiva es que hoy no tendré que regar las plantas y además no tendré miedo a amanecer asfixiada como un pajarillo, que vaya calor hizo a noche.
No me importa. Que llueva como si quieren chuzos de punta. No es que haya dejado de odiar la lluvia, no, no. Ni que me haya dado un golpe en la cabeza y ahora la climatología me la traiga al pairo. Tampoco. Es que mi ciberhija, el tesorón de Mamá, mi queridísima niña, la Aspirante, me ha dado un PREMIO!!!! Nada más y nada menos que a la mejor Mamá cibernética!! Ahí es ná. Y el premio tiene un valor muy especial para mí. Sí, valeeeeeee, siempre nos gusta recibir premios y más, como digo siempre, estos que son especiales hechos con tanto cariño para nosotros, PERO es que además esta chica es tronchante, me parto de risa con ella y nos hemos cogido tanto amor en tan poquito tiempo que hemos decidido adoptarnos: ella es mi ciberhija y yo soy su cibermamá y nos mandamos ciberbesos y todo!! Pero es que, además, todos sabéis (o a estas alturas deberiais saber) la importancia que tiene para mí la palabra Mamá y yo, que no me considero muy digna de serlo en la vida real, tengo el lujo de poder serlo en la virtual... y lo mismo me permito mimos que regañinas. Yo soy así y mi niña lo entiende.
Como es de bien nacidos ser agradecidos y yo tengo una labor que hacer con esta chica (enseñarle modales virtuales, espantarle ligones cibernéticos con víricas intenciones, presentarle blogueros amigos, y un largo etc) bueno es darle las gracias en alto y ante todos:
GRACIAS
PEQUE!!!!!
Un
Mamibeso
tamaño
XXXL

jueves, 24 de julio de 2008

La chica de oro




Hoy estoy tremendamente vaga y ligeramente depresiva. No puedo echarle las culpas a la lluvia esta vez, porque luce un sol espléndido y la temperatura es de lo más agradable, con una ligera brisa que hace que el calor no sea asfixiante, sino que Lorenzo calienta en su justo punto. No, el agua no puede cargar siempre con la culpa. Las cosas van por otros derroteros. Hay algunas cosas que me ahogan, intento remediarlo, no pensar en ello, no darle más vueltas, pero no puedo hacerlo. Cuando una pasa tanto tiempo sola, la lavadora que nos viene de serie con denominación de cerebro, sólo tiene un programa: el centrifugado. Y le da vueltas a todo, engañándose al pensar que lo único que intenta es ver las cosas desde distintos ángulos. Cuando la realidad es que hay ciertas cosas que pesan como losas de mármol y por mucho que centrifugues van a seguir estando ahí. No queda más opción que solucionarlas, pero hay cosas que una sola no puede afrontar. Con sus disparates y sus chorradas, lo cierto es que la camaradería de estas cuatro (en la serie, al menos) mujeres siempre me gustó. Ese tira y afloja continuo, pero siempre, siempre, siempre estaban cuando alguna de las otras necesitaba ayuda.

De otro lado, como cada vez que voy a ir a España me entra una morriña bestial, me ahoga, me impide tener una respiración normal y hace que los minutos se conviertan en crueles eternidades. No quieren pasar nunca, los malditos!

Para colmo de males, aunque no es una noticia de última hora, me acabo de enterar de la muerte de una actriz a la que, creo, todos teníamos mucho cariño. A mí, particularmente, me hizo reír hasta las lágrimas y siempre le estaré agradecida por ello.




Su lengua disparatada, su chacharacheo continuo, sus historias y las risas que nos hizo pasar vivirán por siempre. La vida es cruel a veces, muy cruel, y sarcástica e irónica y precisamente a la “dueña” de aquel “Sicilia, 1955…” ha querido hacerle pasar por una terrible enfermedad, similar al Alzheimer. Precisamente a ella, que ejercía de dueña de una memoria (tronchante) de elefante. En fin, son las cosas de la vida son las cosas del querer…




miércoles, 23 de julio de 2008

Paranoia ...

O de como los temas giran en mi cabeza.




No tengo muy claro cuál fue la primera vez que les oí. Sí de dónde vino la primera cassette que tuve de ellos (una tiene una edad y por aquel entonces los cd’s o no existían o eran un lujo, no recuerdo). Fue “Agíla” y me llegó por un rollete de verano, catalán y del pueblo “rival” al de mis vacaciones. Ahí es nada. El chaval era un buen tipo. No sé qué habrá sido de él, pero espero que le vaya fantástico. La cinta o cassette todavía pulula por casa, aunque ahora ya no hay dónde escucharla. Va todo tan rápido que en un momento hemos pasado del walkman al cd, al mp3, al Ipod… todos con versiones que "caducan" casi de un año para otro y párate a ver lo que llega!

Sea como fuere el caso es que desde entonces estos “trasgresores” de Extremoduro y su poesía urbana, brutal a veces, simplemente genial otras, han estado presentes en mi vida. De un tiempo a esta parte estoy especialmente enganchada a su tema Puta. Me parece un temazo no sólo por el ritmo sino también y, en especial, por la letra en la que se incluyen algunos versos del gran Federico, Lorca para los amigos. En otros temas es posible encontrar versos de Hernández, Machado, Neruda...





Pero es que además el vídeo es genial. Me recuerda a una de mis películas favoritas “Alguien voló sobre el nido del cuco”. (One Flew over the Cuckoo's Nest). Rodada en 1975 es la adaptación del bestseller de Ken Kelsey y trata de un estafador de “espíritu libre” (Randle P. McMurphy – Jack Nicholson) que ingresa en un hospital psiquiátrico fingiendo locura y pensando que allí estará mejor que en la cárcel. Allí su forma, un tanto especial, de ver la vida choca de frente con el férreo orden establecido. No tarda en producirse una tremenda guerra entre nuestro hombre y la enfermera Ratched (Louise Fletcher) uno de los personajes más fríos, calculadores y odiosos de la historia del cine (creo que todavía la odio). Se pondrá en juego algo más que la propia vida.












El film consiguió los cinco grandes Oscars® de la Academia: Mejor Película, Mejor Actor (Jack Nicholson), Mejor Actriz (Louise Fletcher), Mejor Director (Milos Forman) y Mejor Guión Adaptado (Lawrence Hauben y Bo Goldman). Es realmente brillante. Y si alguno no la habéis visto, me permito recomendarla. No os dejará indiferentes y si así fuera, haceroslo mirar, que no es normal. Digo.


La interpretación del amigo Jack Nicholson sólo es comparable a la que hizo en “El Resplandor” otra de mis superfavoritas, de la que, quizás, hablaré en otro momento.

Fotos e información extraídas (esta última manipulada por mí) de aquí.

martes, 22 de julio de 2008

Alégrame el día...


Sigue lloviendo. El cielo sigue cerrado, oscuro, sin vida. Y mi alma parece escaparse cada día un poco. Me deprime ver el tiempo, más aún el de España, con los calores que están pasando allí y yo ayer con ropa de invierno para salir a la calle. Joder, que estamos en el mismo hemisferio!

Mi humor no está pasando su mejor época. A ello contribuyen un montón (bueno, quizás no tanto) de pequeñas y grandes cosas que no vienen a cuento. Y la lluvia. Y la falta de luz. Y las ganas de irme a casa. Y la añoranza. Y la nostalgia. Esta mañana he leído un comentario (creo en el blog de Laura) que hablaba del romanticismo de los días grises. Querido/a comentarista, vente a pasar aquí unas semanas y serás Bécquer!

Me he despertado terriblemente temprano, aún no eran las seis de la mañana. Me he levantado, como no podía ser de otra manera, de muy mala hostia! Al ir a bajar la basura* se rasgó una de las bolsas y toda la escalera (hasta el último peldaño!!!!) quedó llena de la puta arena de gatos que tuve que recoger (no, Iago, no me acordé de Stulti precisamente). El día es tan gris que me han entrado ganas de volver a la cama y no salir más hasta el día en que coja el avión para irme a España y olé y que le den viento a este clima que me tiene de los cohetes!

Me pongo a ojear la prensa y veo que han detenido a Radovan Karadzic, uno de los mayores genocidas de la Historia. Deseo con todas mis ganas que caiga sobre él todo el peso de la Ley. Además, por si esto fuese poco veo que le han asestado un duro golpe a eta. Otro. He deseado con todas mis fuerzas que sigan dándole hasta que no quede ni uno de esos malnacidos. No estoy hablando de eliminarlos, aunque podría. No, más bien he soñado con verles a todos juzgados y condenados, cumpliendo la correspondiente condena, sin beneficios penitenciarios, sin reducción ni hostias. Me he sentido mejor y he visto como una luz al final del túnel insinuándome que el día podría aún salvarse.

He contado los días que faltan para las vacaciones y aunque me parecen una eternidad, ya falta menos.

Miro por la ventana y veo a una muchacha, bien vestida, bajarse de la bicicleta y detenerse justo al lado de un montón de bolsas de basura. Soy una maruja quasiprofesional y sé que no ha parado por casualidad. Efectiviwonder. Busca algo. Hay unas cajitas al lado de las bolsas. Coge una la mira. “Anda, si tiene llave y todo! Monísima, esto lo pongo yo en el baño y quedo como una reina. Anda que no!”. La mete en la bolsa de la bici. Hay otras dos cajas. “Qué hago? Yo con una voy arreglada, pero quizás a Kitty le vaya que ni pintada. A ver si así quita esa cosa-horrorosa que compró en Ikea. Voy a llamarla”. Saca el móvil del bolso. Marca. Espera. Pasa el tiempo, no hay respuesta. Vuelve a coger la caja. La mira, la remira. Desde esta perspectiva puedo verla también yo. No está mal la cajita, no. Posa la caja. Se queda pensando. “Qué hago? Pues mira, yo la cojo y ya tengo regalo para el cumple de Kitty, que es la semana que viene!! Yujuuu. Se va a quedar muerta, pues anda que no tiene clase la cajita de marras. Y bien práctica que es oiga. Que si la quieres poner en la cocina, menudo especiero cojonudo te queda. Ni los de diseño”. Mete la caja en la otra bolsa de la bici. Para ello tiene que sacar todooooo lo que lleva ahí. Se queda mirando con cara de pena una tercera caja que ocupa demasiado como para llevarla en las manos (en las que ya tiene todooooo lo que sacó de la bolsa y en las maleticas de la bici no entra nada más). “Bueno, Marie, otra vez será. Tendrás que conformarte con unas flores por tu aniversario”. Se sube en la bici y se va. Y yo me pongo contenta por varios motivos, entre ellos por saber que lo que uno no quiere el otro lo desea, porque quedan “recicladores activos” y porque no soy la única vagabunda del mundo a la que todooooooo le vale. Bueno, sí, yo nunca he recogido nada de la basura, me conformo con ir guardando mis propias cosas inservibles. Pero el que no se consuela es porque no quiere.

Me paso por aquí y veo que a pesar de llevar dos días sin publicar seguís dejando comentarios, y eso me llena de felicidad. Empiezo el repaso de blogs, siempre hay algún post que me saca la sonrisa o arranca la carcajada. Hoy no es una excepción. El cielo empieza a abrirse un poco. Después volverá a llover, pero al menos la luz ahora se parece un poco más a lo que tendría que ser. En mi recorrido llego a Loco pero Cool, el sitio de JB, un joven venezolano con más imaginación que Spielberg y veo que me ha concedido un premio!!! Ole, ole y ole! Es un premio fabuloso, superbonito, y para mí sola!!! No es que sea egoista (que lo soy) y no quiera compartir, no, no, es que lo ha hecho especial para mí. Porque yo lo valgo (y no tengo abuelas!).


Como una cosa lleva inevitablemente a otra me ha venido a la cabeza aquella canción que cantaban los Siniestro Total hace una eternidad, que decía aquello de “Alégrame el día, torero, alégrame el día. Alégrame el día, por Dios y la Virgen María…”. Y me he puesto a tararearla y me he acordado de cuando estuve en su concierto y lo loca que me ponía Julián (y mira que es feo, el jodío) y las risas que nos hicimos.

He decidido que hoy va a ser un gran día!

Esto fue una sorpresa. En el ramo del otro día venían unas cosillas que yo pensaba eran hojas. Bueno, pues resulta que se han abierto y han salido flores tan fantásticas y maravillosas como esta. Hoy la foto, como no podría ser de otra manera, va dedicada a JB. Gracias guapísimo!!


* Por extraño que parezca, aquí se saca la basura una vez por semana, y dependiendo de la zona dónde vives un día u otro. Cuando veo por la tele las imágenes de ciudades o pueblos donde hay huelga del servicio de basuras siempre me pregunto porqué la gente, si sabe que no la van a recoger, la saca a la calle. No te vas a morir por tener TU basura una semana en casa, no?

sábado, 19 de julio de 2008

De la jardinería y otros artes milenarios

Hasta este año no he tenido muchos “útiles” de jardinería (bueno, ahora tampoco es que vaya sobrada, eh!). Cuando me vine para aquí vivíamos en otra casa y la terraza era mucho más pequeña. Fue la primera vez que tuve plantas propias. Así, en plural, pues planta individual había tenido alguna que otra vez. En mi época asturiana tuve una violeta africana preciosa, monísima, de violeta intenso con unas hojas preciosas y unas flores divinas de la muerte. Lola, la linda gatita de mi compañera de piso, no resistió un día la tentación que suponía tan delicioso manjar y me la comió. Después de la bronca a Lola y de meses de cuidados, la violeta volvió a vestir sus mejores galas, sólo para mí, que para eso era la que la cuidaba. Tuve que salir de viaje (no recuerdo a dónde, seguramente a Casa) y la dejé al cuidado de mi compi, advirtiéndole a Lola que como se la comiera le iba a caer una manta de hostias (no tomarlo literalmente, que ya sabéis que soy pacífica). La buena de Lola no mordisqueó siquiera una hoja, pero a mi compi se le ocurrió que era buena idea ponerla en la ventana, para que tomase más sol (dice un sabio refrán holandés que lo de pensar es mejor dejarlo para los caballos, que tienen la cabeza más grande. Cuánta razón en tan poca letra!!). Tanto tomó que se abrasó. Un fin triste para una flor hermosa. Es tremendo, pero nada es para siempre, o eso dicen.

Este año, en cambio, me encontré de buenas a primeras con la inestimable colaboración de un ayudante especializado en flores de jardín. Sí, habéis acertado, el Snake. Decir no me dice mucho, la verdad, pero creo que a su manera me va señalando aquellas plantitas que requieren un recorte o un poco de atención. Tengo por costumbre (sobre todo cuando me aburro muchísimo) salir y empezar a quitar hojas que están mal, o arrancar las malas hierbas, salvo que hayan sido regalito de los pajaritos que entonces, también a partir de este año me ha dado la ventolera de ofrecerles una oportunidad y las voy plantando es tiestos pequeñitos. No saldrá nada, probablemente, pero quedan muy monos. De ahí que pueda decir, sin temor a pecar de presuntuosa, que tengo corresponsales externos y quién sabe si internacionales, pues vete a adivinar de dónde vino el pajarillo!. Bueno, el caso es que ahí está siempre Snake, a mi vera, contemplando lo que hago (no vaya a ser que me equivoque y corte por el lugar menos indicado), me sigue de planta en planta y tiro porque me toca (ah, no, que eso era la oca). Y es que este gatito es un todoterreno, sabe de todo!

Decía que en aquel primer nidito de amor teníamos algunas plantas. Un buen día nos pareció que la terraza estaba muy triste y necesitaba unas plantas, unas antorchas, algunos muebles. Fuimos al mercado de flores que hay cada sábado aquí cerquita de casa (gracias al cielo, porque todavía tengo agujetas de la última visita. Si llega a estar más lejos quizás sería otro quien tuviera que contaros esto) y vinimos cargaditos. Como ambos fuimos absolutamente descuidados, abandonados y trastos totales, de aquella época sólo sobreviven la hortensia-mutante-salida-del-armario y un arbolito que es un auténtico superviviente.

Con la mudanza y muchísimo más espacio, tomamos la sabia decisión (en el fondo somos muy listos) de comprar más plantas e ir prestándoles un poco más de atención (léase, echarles agua una vez por semana). Así empezaron a llegar los colores que hoy nos llenan de alegría. Cierto es, todo hay que decirlo, que no les hacíamos ni puto caso. Tanto es así que un invierno que vino algo más frío de lo normal (tampoco para echar cohetes, eh) decidimos guardar muchas de esas plantas en el despacho del Costillo, por aquel entonces todavía sin amueblar y al que no iba mucho. Tan poco iba que nunca nos acordábamos de que las plantas seguían allí y sí, la helada no las iba a pillar, pero el agua tampoco, pobres. Supieron adaptarse a las durísimas condiciones que les tocó vivir. Todas menos el kunkuat, que quedó en coma por una larguísima (a mí me pareció eterna) temporada.



Al hacerme amiga de Mw. Alma fui tomando más consideración por el mundo verde. La vuelta al país de los PapásCostillo terminó por convencerme de que las cosas no van así, y de que el que tiene hacienda tiene que atenderla. Fue entonces cuando entraron a mi vida los primeros “artilugios” de jardinería, a saber: una especie de paletita recogedor, un tenedor (de cocina, sí, que no usábamos nunca y que no tengo idea de dónde salió, pues no tenemos ninguno igual a ese) y unas tijeritas de podar, que pasaron a mejor vida y de las cuales no queda recuerdo gráfico. Las nuevas fueron, una vez más, regalo de MamáCostillo. Con esos utensilios rudimentarios empecé a prestar un poco de atención a las plantas. Con la paleta, al principio les removía la tierra, otras veces les añadía algunas paladas más de tierra nueva o me servía de ella para mezclar los abonos (cuando me acordaba de echarlos, que esa es otra). Con el tenedor (McGiver marcó mi generación y hay que apañárselas como mejor se pueda) aprendí a “arar” superficialmente la tierra, para que se ventile, pero siempre con el cuidado de no dañar las raíces (por cierto, cuando he ido esta mañana a hacer el ritual me he encontrado setas!!! en el laurel. P’haberse matao). Y con la tijerita, obvio, iba podando las partes que lo pedían a gritos.

Esta mañana nos fuimos de compras y pasamos por el paraíso friki, que no es otro lugar que la droguería que hay aquí al lado. Hay de todo. Me recuerda a aquellas pequeñas tiendas de ultramarinos que había antes en España en las que podías comprar desde la leche y el pan hasta unas bragas, pasando por el chandal del niño, las catiuscas para la huerta o el pijama del abuelo. A veces son tremendas mamarrachadas lo que tienen, otras, en cambio, sin ser cosas de verdad útiles (vamos, que nadie a parte de gentuza como yo las compraría), apetece tenerlas. El Costillo me llama siempre “vagabunda”, no porque cuando nos encontramos estuviese durmiendo debajo de un puente (que no lo hacía) ni porque ande registrando los contenedores de basura (costumbre que no he adquirido... todavía). No, no, sino porque todooooooooooooo me vale. Decía Felipe que “Todo vale para algo”, y Mafalda le respondía muy sabia, que “Nada sirve para todo”. No sé todavía por cuál de las dos frases decantarme, así que voy coleccionando mierdas que algún día pueden ser útiles, pero que la mayoría de las veces, y al cabo de dos o tres años, terminan en la basura. Botes de yogur de esos que llevan asa son fantásticos para guardar, por ejemplo, ese puñadito de abono y no tener por ahí rondando tremendo saco con cuatro granos! Aquel dispensador de jabón de manos tan chulo, con su delfinito y todo, no lo vamos a tirar, por dior!, derrochona yo? No, no, mejor lo reciclamos como dispensador del fairy (aquí llamado dreff) y oye, la mar de cómodo que resulta. Más económico, ecológico y bonito imposible. Que no es de marca? Y a mí eso qué! Y así con todo. Reconozco que a veces me paso, pero otras no soy yo sola la que se beneficia de esos pequeños tesoros, y son otros los que terminan encontrándole una utilidad.

El caso es (hoy parece que he desayunado lengua!) que mientras el Costillo se iba a por sus “pescadores” (unos caramelos muy fuertes que nos encantan) yo iba de pasillo en pasillo, marujeando a mis anchas. Y allí estaba. Escondido entre mantitas de bebé, calendarios, videos, dvds, juegos de lego y mil otras cosas más. Esperándome. Alzándose hacia mis manos, que miedo me dio que me saltase y, errando el salto, se me clavase en el ojo. Se lo enseñé al Costillo y le dije que lo quería sí o sí. Y el dijo: Vale. Y nos lo compramos!!




No es de excelente calidad pero no es una mierdecilla. Está hecho en China, como todo. Muchas veces me dan ganas de darle la vuelta a mi ombliguito a ver si ahí tengo también la consabida etiqueta “Made in China”. El caso es que hasta se han estrujado el cerebro para crear la forma de tenerlo siempre ordenado, cada cosa en su sitio y no por ahí desperdigados. Los tonos, muy acordes con cualquier jardín que se precie. Ya no tendré que recurrir más a mi adorado tenedor (al que confieso que me da pena jubilar, así que seguramente seguirá clavado en la tierrica del laurel). Además ahora podré medir (no le veo otra utilidad) la profundidad a la que entierro las semillitas o la distancia a la que he sumergido las raíces de tal o cual planta. Este año, creo, no habrá más transplantes, pero seguro el año próximo habrá que comprar hogares más amplios para algunas de ellas. Pero para esto todavía falta mucho tiempo.





Psst. El título poco o nada tiene que ver con mis salidas de olla, pero quedaba tan lindo!

viernes, 18 de julio de 2008

Ik ook van jou!

Ik












hou

van


jou














!!!

jueves, 17 de julio de 2008

Locuras judiciales

Circulan mil rumores y teoría acerca de la veracidad, e incluso, existencia de los premios Stella Awards. He estado mirando un poco por la Red, y francamente, se me hace cansado. Así que cada uno piense lo que quiera.
Ayer me llegó esto por mail y, como yo de los americanos ya me lo creo todo (y como sé, vía fidedigna, muy fidedigna de hecho, pues me lo contó el Costillo que vivió allí algunos años) las mamarrachadas judiciales que pueden tener allí lugar, yo lo cuelgo y cada uno que saque sus propias conclusiones. Ahí el mail y en violeta mis anotaciones:


"Los Stella Awards son unos premios judiciales que se dan anualmente en Estados Unidos para poner en evidencia su ridículo sistema judicial. Estos premios llevan el nombre de Stella Liebeck, la cual en 1992, a la edad de 79 años, sufrió un accidente en un McDonals al caérsele por encima el café produciéndole quemaduras de diversa consideración. Fue indemnizada con 2.9 millones de dólares. Desde entonces, en las tazas de café se advierte de que el contenido está muy caliente y de su peligro.

SÉPTIMO PUESTO

Kathleen Robertson, de Texas, fue indemnizada con 780.000 dólares por un jurado tras romperse un tobillo después de tropezar y caerse por culpa de un niño que estaba corriendo en una tienda de cocinas.

Los dueños de la tienda se sorprendieron al ser obligados a pagar dicha cantidad, mas aún al saber que el niño que tan mal se había comportado era el hijo de la señora Robertson.


Si es que pobre mujer, encima de haber parido semejante fiera y tener que llevarle de compras, nadie va a hacerse cargo de compensarla con algo. Qué clase de justicia tenemos?


SEXTO PUESTO

Carl Truman, de Los Ángeles, y de 19 años, ganó 74.000 dólares más los gastos médicos cuando un conductor pasó por encima de su mano con el coche, un Honda Acoord. Carl Truman no se dio cuenta de que había alguien al volante del coche cuando se puso a robarle los tapacubos.

Es que hay algunos que no miran por donde van, conducen como locos y a este pobre individuo, que sólo quería unos tapacubos para cambiarlos probablemente por sustancias psicotrópicas alucinantes (que no alucinógenas) de la vida... y va este y le pasa por encima. Si es que lógico que le condenen, hombreya, que el día menos pensado se pone la parienta delante y le pasa por encima... sin haberse bajado del coche, seguro por un descuido.

QUINTO PUESTO

Terrence Dickson, de Pennsylvania, estaba abandonando una casa después de robarla y decidió salir por el garaje. No fue capaz de salir por la puerta del garaje porque estaba rota, y al intentar volver a la casa se dio cuenta de que la puerta que conectaba ambas estancias era de un único sentido y no podía salir o volver a la casa. La familia estaba de vacaciones, y el señor Dickson estuvo encerrado en el garaje durante 8 días. Para sobrevivir, lo hizo a base de Pepsi y un enorme saco de comida para perros que encontró. Denunció al dueño de la casa por los daños morales sufridos por aquel incidente y el jurado accedió a situar la indemnización del propietario al ladrón en 500.000 dólares.

Es que así no se puede. Si te vas a ir de vacaciones piensa un poco más en quien tenga a bien venir a robarte, hombre! Qué es eso de no haber dejado al menos una nevera bien surtida y un microondas para recalentar. Lo que no comprendo es cómo al propietario de la casa no le quitaron, además, la custodia de sus hijos, porque está claro que es un degenerado y seguramente les tiene abandonados.

CUARTO PUESTO

Kara Walton de Claymont, Delawere, denunció con éxito al propietario de un pub nocturno de la ciudad cuando ella se cayó desde la ventana del año al suelo y se rompió los dientes. Esto ocurrió mientras la señorita Walton intentaba colarse por la ventana del baño de mujeres para no pagar la cuenta de 3,50 dólares. El propietario tuvo que pagarle 12.000 dólares y gastos dentales.

Nunca se me había ocurrido semejante artimaña para irme sin pagar de un garito (de hecho, nunca se me había ocurrido irme de un garito sin pasar antes por caja), pero visto lo visto, casi que paso. Mi dentadura no es perfecta, pero qué quieres, con el paso de los años le he cogido cariño.

TERCER PUESTO

Un restaurante de Philadephia tuvo que pagar 113.500 dólares a Amber Carson, después de que resbalara con un refresco y se rompiera el coxis. Dicho líquido estaba en el suelo porque ella se lo había lanzado a su novio media hora antes durante una pelea.

Les viene que ni pintado, por guarros. Que es eso de que una pobre mujer se pelee con su novio y, en el calor del momento, le tiré una bebida refresante (amén de pegajosa) y que media hora después todavía continúe allí el "pastel". Pero qué clase de restaurantes hay en América? No, si al final tenían que haber condenado ambién a la Srta. Carson por andar metida en tugurios...

SEGUNDO PUESTO

Jerry Willians, de Arkansas, percibió 14.500 dólares más los gastos medicos después de ser mordido en el culo por el perro de su vecino. El perro estaba en una jaula dentro del jardín de su propietario, encerrado. La indemnización fue menor al percibir el jurado una cierta provocación en el hecho de que el señor Williams estuviera disparándole al perro desde arriba de la jaula con una pistola de bolas.

Aquí sólo digo una cosa: si el perro llega a ser mío, pagar pago lo que me mande el Juez, que las sentencias se dictan para cumplirlas. Ahora bien, iba a enterarse el hijoputa de mi vecino de una vez por todas de que los mordiscos de mi pobre perro enjaulado (que también tiene tela, para qué tienes perro, cabrón, si lo tienes ahí metido) eran caricias al lado de los ñascos que le iba a meter yo!!

CAMPEÓN

Mr. Mery Grazinski, de Oklahoma City, en noviembre de 2000 se compró una caravana marca Winnebago de las grandes (de las que son a la vez coche y caravana). En su primer viaje, estando en una uatovía, seleccionó el dispositivo que fija una velocidad de crucero a 70 millas por hora (unos 120 km/h) y se fue a la parte de atrás a prepararse un café, con la caravana en marcha a semejante velocidad. No sorprende el hecho de que el camion/caravana siguiera recto y tomara la tangente en la primera curva y colisionara. Mr. Grazinski contrariado denunció a Winnebago por no advertirle en el manual de uso de que el programador de velocidad no es un piloto automático que toma curves, frena cuando es necesario e incluso detiene el vehículo si preciso fuere. Por ello fue recompensando con 1.750.000 dólares más una nueva caravana. Actualmente Winnebago advierte de tal circunstancia en sus manuals para el caso de que algún otro imbécil compre uno de sus vehículos.

Ah, pero no era que eso se podía hacer? Fíjate tú, yo pensaba que sí, y que mientras la caravana te guiaba hacia el destino deseado tú podías ir pegándote el polvo del siglo con el/la maromo/parienta. Jate tú, qué atraso. Y a saber la barbaridad que pagó por esa mierda coche que ni siquiera puede hacer eso. Qué mundo este!!

Después de esto, a quién le sorprende que en el cuestionario que te dan en el avión cuando vas a los EE.UU. te pregunten si vas a cometer un delito o un acto terrorista?"


Todo esto, aunque sin relación alguna salvo las que puedan derivar de una mente retorcida como la mía, me llevó a recordar mi época en la Escuela de Prácticas Jurídicas y algunas de las "anécdotas" (no sé si en esos casos también serían leyendas urbanas o no, pero el tío las contaba con una gracia que resultaban de lo más verídico) que nos contó un Magistrado de una Audiencia "de provincias". La primera hacía referencia a un triste suceso en el que, nos contaba, él tuvo que hacer malabarismos para aguantar la risa. Estaba de guardia y le llamaron para un levantamiento de cadáver. Un individuo había tenido el pésimo gusto (esas cosas no se hacen) de suicidarse en el salón de su casa, colgándose, si mal no recuerdo, de la lámpara del techo. Sea como fuere, el caso es que llegan allí Su Señoría, el Secretario Judicial, la Policía y toda la recua y la señora de la casa en lo único que puso atención fue en que "hiciesen el favor de usar los patines*, no le fueran a dejar el parquet hecho un asco".

* patines: no sé si es ese el nombre que reciben. En casa, gracias a dior, jamás los hemos tenido que usar. Son esas cosas horrorosas, normalmente pretendiendo ser formas divertidas de animales, que tienen "a bien" colocar a la entrada de muchas casas para que vayas deslizándote sobre ellos y así tus sucios y asquerosos zapatos no pongan todo lleno de mierda.

La segunda y con esta, confieso que me río todavía mientras la escribo fue de una señora que acusaba a su marido de bigamia. Vamos, que estando casado con ella, el muy truhán había tenido la desfachatez de casarse con otra señora. Hasta ahí nada cómico, verdad? Pero es que la primera de las esposas, no se cansó de repetir durante el jucio que "el muy cabrón ye bígaru, señoría"... Aclaro para los no puestos en mariscos que el "bígaru" en bable o "bígaro", en castellano (que no bígamo, que era lo que la buena mujer quería llamarle al desaprensivo con el que estaba casada) es, en palabras de la Real Academia de la Lengua

"1. m. Molusco gasterópodo marino, de hasta tres centímetros de largo, concha estriada longitudinalmente y color negro verdoso. Abunda en el mar Cantábrico y su carne es comestible. "


A título personal me viene ahora a la mente un interrogatorio a un detenido (un adefesio que me tocó defender en una guardia por un apuñalamiento), en el que el Guardia Civil le preguntaba si había ingerido alcohol o si era alcohólico (olía el despacho que parecían las Bodegas Osborne, pero en apestoso) y el hombre, muy serio, contesta: "No, no, yo alcohólico no soy. Y ese día había bebido como de costumbre: cuatro tetrabricks de vino, dos copas de coñac y tres chupitos de orujo". Los que estábamos allí no sabíamos cómo esconder las risas.

En fin, que de todo tiene que haber en la viña, y no siempre cosas que nos gusten.

Fuente foto: aranzadi.es

miércoles, 16 de julio de 2008

"Oscurantismo" televisivo

El vivir lejos de la madre patria (por dior, cómo suena) tiene alguna que otra ventaja y múltiples inconvenientes. No es mi intención aburriros con las altas dosis de morriña que padece mi cuerpo (al fin y al cabo eso lo termino haciendo casi en cada post). No. Esta vez quiero centrarme en un único aspecto de la ausencia.

Cuando, por poner algunos ejemplos, enfermó (y desgraciadamente falleció) Rocío Jurado, me alegré (mucho) de no vivir en España. El circo mediático que tuve que soportar en la distancia (con enviados especiales hasta del Telediario) me abrumó de tal manera que sólo podía compadecer a los que sí estaban en mi país, "sufriendo" con la familia a todas horas. Escuché muchos comentarios, algunos no faltos de razón hasta se referían a ver si nadie más tenía cáncer en España o las vidas de los que lo tenían valían menos que la de esta señora. Como, por desgracia (aunque más fortuna que los Mohedano, gracias al cielo) he pasado por la situación de días y meses en hospitales, se me ponía la piel de gallina al ver ese acoso de los medios, de día de noche, a media tarde... me estresaba sólo de pensarlo. Así os lo digo.


Ha habido muchas otras situaciones, claro, que he tenido la suerte de "ahorrarme" y lo único que he podido hacer ha sido compadecer a mis pobres compatriotas por tener que soportar tamañas majaderías.

Pero claro, toda moneda que se precie tiene dos caras. Y hay cosas, muchas, que uno se pierde por estar lejos. Una de ellas es Aída, que veo sólo cuando estoy en casa de mis Papis o a trocitos en el youtube (dior lo bendiga). Esta serie, que me resistí a ver, pues adoraba Siete Vidas (y pensaba, erróneamente, que segundas partes, aunque se disimulen, nunca fueron buenas). Mi Hermanísimo y los suyos se descojonaban (literalmente) con la historia y los personajes y me insistían en que tenía que verla sí o sí. Un día me senté con ellos. Y la vi. Claro, era un capítulo en medio de la serie, no entendía nada, no sabía de qué iba cada personaje... vamos, que salvo dos o tres risitas disimuladas, no terminé de pillarle el punto. Y ellos, sentados a mi lado, muriendo de risa. Y yo les miraba pensando "a estos se les ha ido definitivamente la olla, pobres". Como cuando voy a casa suelo hacerlo por un periodo de tiempo bastante razonable (mínimo tres semanas), pues tuve ocasión de ver más capítulos. Le fui cogiendo el punto y llegué a llorar de risa con algunos capítulos.

De vuelta a esta otra casa, me esperaba el "oscurantismo" televisivo, y me agarré con fuerza a la única opción que me quedaba: el bendito youtube, pero claro, siempre son trocitos sueltos (mejor que nada) y algunas recopilaciones que de verdad, me arrancan carcajadas que no pensaba albergar dentro de mí.
Uno de los personajes que más me gusta es el Luisma, me parto y me troncho con él y sus paridas. Así que me puse a buscar cosas suyas (hay recopilaciones buenísimas y gente que se merece el cielo por hacérnoslas llegar a los que no podemos verlas de otra forma). Encontré lo del "homozaping" ese, que muchos estaréis cansados de ver, pero que yo también me perdí. Y el descojone ya fue mortal.
Aunque la verdad es que si tuviese que quedarme con uno solo de los personajes, no sabría cuál elegir. Tienen todos un puntazo tremendo. Aquí dos muestras.

Por si hay más despistados y no estoy sola en ese mundo de pequeñas pérdidas, aquí os dejo algunas joyitas de Paco León. Espero que os hagan reír, por lo menos, tanto como a mí.




Pero esto qué es?!


Ayer fue un día raro. Me levanté sintiéndome fatal, con un poco de fiebre (la suficiente para que una hipocondríaca como yo se “sintiese realmente mal”), el labio reventado y las extremidades como si llevase cien kilos colgando de cada una.


Me sucede a veces. Creo que mi cuerpo no termina de asimilar esta humedad y protesta, y se queja, y él, que ha sido educado en un tiempo en el que había cuatro estaciones: primavera, verano, otoño e invierno, se niega a adaptarse a estos cambios climáticos, que le transtornan, le incomodan, le fastidian. Reclama (y exige a veces con punzadas tremendas) la vuelta a entonces, cuando en primavera todo se cubría de flores y llovía, pero casi siempre en su justa medida, sin excesos ni carencias. Desde luego, lejos de las lluvias torrenciales que inundan, por ejemplo, el sur de España, pero cuándo se ha visto? No era que allí tenían que estar más cercanos a la sequía que a la inundación? (claro que ni lo uno ni lo otro, que los términos medios son normalmente lo más deseable). Y quiere un verano en el que luzca un sol fantástico y sólo de cuando en cuando llegue alguna tormenta que le haga disfrutar con su estruendo, con sus luces, con su fuerza. Y quiere que el otoño vuelva con aguas tranquilas y que los árboles se vistan de oro y siembren las calles con sus ropas viejas. Y anhela la nieve, esa nieve de invierno en la que tantas veces se sumergió. Y pasar frío y tener que ponerse más capas que una cebolla para salir a la calle. No quiere esto que no sabes en qué estación estás.

lunes, 14 de julio de 2008

Mi calle se mueve

Me gusta la calle en la que vivo. Sin ser el puro centro está muy céntrica y en poco tiempo en el meollo de la ciudad, sin tener que soportar las múltiples desventajas e inconvenientes del centro. Bueno, realmente yo, que soy así como muy posesiva, llamo mi calle no sólo a la que realmente lo es, sino también a otras dos que la continúan, ya que juntas y en casi perfecta línea recta abarcan una barbaridad de cosas. Es una calle en la que hay de todo: dos supermercados (estos holandeses siempre hacen las cosas un poco rara para mi forma de ver las cosas, y ambos pertenecen a la misma cadena), carnicerías (normal y biológica), peluquerías (pijas, raras y normales), zapaterías, librerías, tiendas de ropa, de comida, de bicis, talleres de reparación de bicis, empresas de trabajo temporal, droguerías, tintorerías, tiendas frikis donde no sabes nunca muy bien qué te vas a encontrar, supermercado biológico-ecológico-naturista, dentistas, tiendas de animales (donde una cacatua sin vergüenza amenaza con atacarme cada vez que me acerco! Encima que voy a dejarme allí los cuartos!! De dónde sale lo que ella come? Loca!), zapatero (de los de reparar zapatos de toda la vida de dior), tiendas de ropa, de menaje, de muebles traídos desde los puntos más exóticos del planeta, floristerías, tiendas de fotografía, de ropa de mujer, de hombre, de niños, de ordenadores (de hecho propuse llamarle Bill Gates a la calle, porque tela marinera menudo imperio tienen aquí montado), un sinfín de sitios para comer y un larguísimo etcétera. Vamos, que es una calle que siempre tiene vidilla.


De vez en cuando la monotía de la calle la rompen los patinadores, que anuncian su llegada con música a nosécuántosdecibelios, pero muchos, muchos. A mí me encanta verlos. Ahora, con el buen tiempo, son siempre muy numerosos y siempre hay personajes que merecen especial atención. Desde los que llevan esos patines con luces en las ruedas, tan frikis y atractivos a un tiempo, hasta los rastas hasta aquellos que están de tomar pan, ponerte a mojar y no parar en siete días. Un espectáculo os digo. No sé muy bien la frecuencia con la que pasan, de ahí que las fotos nunca puedan ser buenas, pues no puedo estar abajo, en la calle esperándoles. Así que no me queda otra que cuando oigo la música, pillar la cámara y sacar medio cuerpo por la ventana. He aquí, pues, un reportaje de alto riesgo. Antes disfrutaba de ellos sin más, ahora siempre me acuerdo de Iago cuando les veo y creo que no desentonaría para nada, que otros hay con pantalones a medio culo, pero tienen menos arte!





















Ayer, además, fue la Braderie. Se hace una vez al año y consiste en que se llena absolutamente toda la calle de puestos de las cosas más variopintas que podáis imaginar: desde bragas a fuentes de madera, pasando por artesanía marroquí o flores, puestos con comida, con jugos naturales, una infinidad de gente capaz de vender su alma al diablo y a ti todo lo que tengan en el puesto. Además, hacen una feria, así más como para los niños (es la disculpa, pues yo creo que los que de verdad disfrutan son los padres) con aparatos para subirse, o para ganar muñecos, peluches y claro, la wii, porque hay que estar en lo último. Me hizo gracia que también había varios puestos con Spaanse churros (vamos, los churros españoles de toda la vida de dios).
















La idea inicial, creo, fue aumentar las ventas en una época, la vacacional, en la que la gente no solía ir mucho de tiendas, y, de otro lado, ir retirando mercancía que había quedado sin venderse, bajando algo los precios. Ahora no hay mucho de eso, y es un mercado más, aunque algunos comerciantes todavía cumplen con la tradición, claro que son los menos.


Otros años al final de la calle ponían una especie de granja con animalitos pero este año sólo había ponis y como también se dedicaban sus dueños a fotografiar a los nenes subidos en ellos, sólo tengo una foto “robada” (que tampoco es plan andar undiéndole el negocio a nadie, no?). En una plaza que hay al final, donde instalaban la granja, este año han puesto un puesto de libros, que estaba monísimo, parecía una librería de las de verdad, todo con cajas de madera. Allí compré mis dos libros (los contenedores grises que se ven en la foto son para reciclar).














Sea como fuere la ciudad en pleno y creo que parte de los alrededores se vuelcan y la calle está llena todo el santo día. Hasta eso de las cinco y pico o seis, en que empiezan a recoger la mercancía. A las ocho y pico ya habían pasado los del ayuntamiento a recoger los puestos y a limpiar la calle. La otra feria, la de los aparatos y las maquinitas sigue unos días más.
















Una de las cosas que más me llamó la atención (más por la personita que por el aparato) fue una de esas camas elásticas en las que te ponen un arnés y empiezas a saltar como si estuvieras poseido por Belcebú. Pues bien, cuando pasamos por allí había una nenita, de unos diez años (soy muy mala calculando la edad de la gente, pero para la de los niños soy un auténtico desastre) y tenía un arte que yo creo que tenía alma de trapecista o artista de circo. Me quedé boba haciéndole fotos. Y le hubiera hecho más si un cabezón no se hubiera empeñado en salir prácticamente en todas.


Fue un domingo diferente (amén de los regalazos de Yeray y Blogger), salimos y disfrutamos de una jornada de marujeo. Comprar no compramos mucho, sólo un par de libros para mí y unos esmaltes, pero bueno, la cosa no estaba en comprar sino en marujear y alegrar la pestaña y eso lo hicimos a base de bien.

domingo, 13 de julio de 2008

Soy chica Playmobil!!!!



El día ha amanecido (por fin!!!) soleado. Corre un viento fresquillo, pero los holandeses y los que aquí vivimos, en cuanto vemos un rayo de sol nos despelotamos, así que sí, realmente si obviamos el pequeño detalle del viento, estamos en verano!


Había quedado con un amigo a las nueve de la mañana (un domingo, sniff, sniff), ya os contaré en el siguiente post porqué. Me quería morir cuando sonó el despertador. Afortunadamente no fue así, porque el día me deparaba sorpresas tremendamente agradables.




Tras salir de la ducha, café en mano, me puse a dar un vistazo rapidísimo a los mails, porque se me venía el tiempo encima. Había, entre otros, uno de Carlos que me avisaba de que yo también soy de playmobil!!!


Cerré el correo a toda pastilla y me fui volando al blog de Yeray y allí estaba ella (yo) preciosíííííísima, esperándome entre flores (no podía ser de otra manera!). Ha sido una forma genial de empezar el día.


Yeray, al que no conozco personalmente, ha sabido captar una buena imagen de lo que soy. No sólo por mi amor a las plantas (que podemos hacer extensivo a casi todo ser vivo, con "horrorosas" excepciones), sino mi cabello negro, mis largas pestañas... vamos, que ha sabido captar a la perfección mi inmensa belleza (no tengo abuelas!!)..., incluso es posible adivinar justo ahí, detrás de las hermosas rosas, tres lindos gatitos que se han escondido porque les molestaba el flash!!




Llevo, como sabeis, muy poco tiempo en la blogosfera, aunque la verdad es que parece que he estado aquí toda la vida. El cariño que muchos me habeis demostrado y detallazos como el que ha tenido el amigo Yeray me reconfortan con el mundo, me hacen creer que todavía hay buenas personas (que nada tienen que ver con la gentuza que puebla el planeta), que la imaginación jamás tendrá límites y que la amistad, aún virtual, puede existir y ocupará siempre un lugar importante en mi vida.


Gracias, Yeray, no sólo por esas imágenes preciosas que me has dedicado, sino por tu trabajo diario, por tu blog supertrabajado, por las pequeñas-grandes obras de arte que haces de un juguete que llenó tantas horas de nuestra infancia, por tus post llenos de chispa y, sobre todo, por tu generosidad. Y además, por ser la primera chica playmobil del mundo mundial!! De ahora en adelante tendré que cuidar más mi lado sexy, en honor a las lindas imágenes que me has regalado!.
Desde aquí sólo me resta recomendaros encarecidamente que os deis un viajecito hasta su blog y podáis disfrutar de la vida playmobil en su máximo esplendor. De momento somos "cuatro gatos" en el mundoplaymobil, pero estoy segura que seremos muchísimos más. Apuesto por ello!!!



El Maestro, Yeray


El surfeiro, Iago


El viajero, Carlos
La botánica Antoñita la fantástica, digo, Bira!!


Y ahí no acaba todo, no, no, no. Además, acabo de descubrir que un amigo que he descubierto hace poco, mi querido Blogger, del blog "Bloguero a tiempo parcial", me ha otorgado un premio!!!!!!


Sí, amigos, en la primera celebración de la entrega de Premios Pon un bloguero en tu blog, he sido galardonada, en palabras del autor, "al mejor comentario hasta ahora recibido…..". Ahí es ná!!!


Si es que estoy que me salgo. A este paso alcanzo a Iago, fijo (jajaja)



Muchísimas gracias, Blogger por este premio del que tan generosamente me has hecho entrega. Al fin y al cabo tan sólo dije lo que pensaba. Sí, aunque mucha gente no se atreva a decirlo en voz alta. Tengo esa "fea" costumbre de decir las cosas como las pienso. El premio me ha hecho muchísima ilusión, tal vez porque el ser "demasiado" sincera me ha traído más problemas que alegrías. Gracias!