martes, 20 de enero de 2009

Elfstedentocht

Los holandeses son una raza aparte. Si desconocíais este dato, aquí estoy yo para informaros. Esta idea rondó mi cabeza la primera vez que puse un pie en este país, y ha sido confirmada en los años que llevo viviendo aquí. Quizás una de las muestras más, digamos, ejemplares de ello es la Elfstendentocht, o Tour de las once ciudades, que la pasada semana cumplió 100 años de Historia, con mayúsculas. Cuando las condiciones climatológicas lo permiten (que no es siempre, de hecho hace doce años que se celebró la última edición) y la consistencia del hielo es la adecuada, miles de personas (profesionales y aficionados) acuden a Friesland, al norte del país, para disputar una carrera sobre los canales helados que, a temperaturas glaciares (decían que en la última edición la sensación térmica alcanzaba casi los 30 grados bajo cero), les llevará a recorrer doscientos kilómetros para llegar a la meta.

Pero vayamos por partes. Una comisión organizadora, formada por diferentes ijsmeesters (o maestros del hielo de las diferentes ciudades por las que transcurre la prueba) se encarga de comprobar el grosor del hielo, las condiciones metereológicas, los pros y los contras... y finalmente tomar la decisión de si puede celebrarse o no la carrera. No es una cosa baladí: cada ijsmeester es responsable de su zona, y de lo que allí pueda suceder. Para participar es necesario ser miembro del club y sólo los inscritos antes de 1985 tienen garantizada su participación. Y es que el número de personas que sueñan con realizar esta loca aventura es increible y no hay lugar para todos.

Los ijsmeesters van midiendo durante días la densidad que alcanza la capa de hielo, toman sus notas, se reunen, hablan sobre ello. Lógicamente, el hielo no tiene el mismo grosor en todas partes y existen zonas (por ejemplo debajo de los puentes) en las que no alcanza la medida suficiente para soportar el peso de tanta gente. Qué hacer entonces? Pues muy sencillo (una vez que lo has visto hacer, claro), cortan bloques de hielo de otras zonas y los trasladan hasta allí. Las fuertes heladas se encargarán de unirlos. En otras ocasiones, los patinadores tendrán que atravesar pequeños tramos por plataformas de madera, intentando no esmoñarse, para regresar de nuevo al hielo.


Miles y miles y miles de personas acuden a la convocatoria. En la última edición fueron 16.000 los participantes. Y a esto hay que añadirle el porrón de gente que acude “sólo para ver” el espectáculo. Como todo depende del clima, la organización debe tener todo listo en cuestión de días. Si no recuerdo mal, en el 97 se tomó la decisión un miércoles y el sábado fue la carrera, concretamente el 4 de enero de 1997. En ese año las heladas comenzaron el 20 de diciembre y continuaron hasta esa fecha, lo que permitió que se diesen las condiciones idóneas para poder llevarla a cabo. La última vez había sido en 1986. Demasiado tiempo para tanta afición. De ahí que no extrañe ver imágenes en los que la gente canta, baila y disfruta como un niño... policías incluidos, que fue un descojone verlos danzar.


A lo largo de la prueba hay diferentes puntos de control por los que tienen que pasar los participantes para que les pongan un sello (como la estampita compostelana, vaya) y los hay que son por sorpresa. Si llegas a la meta sin uno de los sellos... es como si no hubieras llegado. Y eso le pasó precisamente a uno de los que llegaron en el grupo de cabeza en el 97. Que es como para tirarse de los pelos. También puede pasar que vayas a la cabeza y cuando estás viendo la meta tan cerca que la puedes tocar con la punta de tus dedos, llegue otro más rápido que tú, se marque un final apoteósico y te quedes con dos palmos de narices y un segundo puesto que sabe a derrota.


Realmente son dos pruebas: una para los profesionales, que empieza a las tres de la madrugada. Y otra para los aficionados. Encerrados en una gran nave esperan ansiosos a que se abra la reja que marca el principio de la carrera. Tras correr unos metros, llegarán al lugar en el que cambiar su calzado por los patines y comenzará, de verdad, la aventura. Una aventura que dura doscientos kilómetros atravesando zonas desiertas en total oscuridad. Justo para mí, vaya. Durante esos tramos los corredores intentan permanecer en grupos y es espectacular viéndoles en fila uno tras otro, como un ballet perfectamente ensayado.


Los ganadores de 1997 fueron Henk Angenent, entre los hombres y Klasina Seinstra, en mujeres. Si ya la prueba es absolutamente inhumana, imaginaos lo que debió ser para Klasina que, además, estaba embarazada. Y es que la que vale, vale para todo! Aunque quizás más que las historias personales de los profesionales, llaman la atención las de los aficionados. En un programa que emitieron la semana pasada contaban algunas de ellas. Como la del “jefísimo” de la Shell, que al enterarse por la radio de que se celebraría la carrera, puso su culo en el avión (no sin problemas, pues había lista de espera... pero el piloto, de KLM, claro, intervino y hubo un sitio para él) desde Texas (donde vivía) hasta Amsterdam. Una vez allí se dirigió a La Haya, a por sus patines, y desde allí a Friesland, lugar al que llegó seis minutos antes de que se terminase el plazo de inscripción. Consiguió terminar la carrera y lo contaba con un orgullo apenas contenido. Días después, ya en USA de nuevo, tenía una reunión y, como no podía soportar el dolor de pies, estaba descalzo. En un momento dado, fue al wc y uno de sus compañeros le preguntó qué le sucedía. Nada, que he estado patinando en el hielo, dijo él. Y el otro: anda, pues en tu país han hecho este fin de semana una carrera de idiotas patinando por los canales. Él sólo dijo: Yo era uno de esos idiotas.

Otra mujer de las que apareció en el programa tuvo una grave caída en la que se partió la nariz (durante la prueba). Los médicos de campaña la atendieron y le prohibieron (ante su insistencia) regresar a la prueba. La trasladaron a un hospital. Desde allí se las ingenió para volver.... y finalizar la carrera con éxito. Todos lo cuentan, con orgullo contenido, como una de las mayores experiencias de su vida. Pero no para todo el mundo es una experiencia grata, pues a las doce en punto de la noche se termina el plazo para llegar a meta. Si llegas un segundo más tarde estás jodido, y bien jodido, porque a pesar de haber realizado la prueba en su totalidad, te quedas sin medalla. Una medallita, más bien, que apenas es mayor que la uña de mi pulgar (y mi pulgar es pequeño). Contaban en el reportaje la historia de un chico que no pudo terminar la prueba (son muchos los que no lo consiguen, como os podeis imaginar) y un "veterano" le regaló la medalla que había conseguido hace unos años, probablemente conmovido por las lágrimas de frustración y pensando que, quizás cuando él faltase, su familia no apreciaría el trofeo tanto como aquel joven.

Aquí podeis ver la llegada a meta en 1997

Y aquí un montaje que alguien colgó en youtube con motivo de la conmemoración de los 100 años de historia del evento.


Aunque estéis liados, os recomiendo ver los vídeos, porque de verdad es algo que merece la pena.
* La empanada mental de la que hago gala normalmente parece tener vida propia. Ya está arreglado el cambio: no son siete, sino ONCE las ciudades. Ains.

29 comentarios:

Chicho dijo...

Con lo que me gusta patinar yo haría una cosa así..No sabía que existía tal tradición...Me encantó conocer sobre el Elfstedentocht..Gracias

JAAC dijo...

Impresionante, había oído hablar de esta carrera y de lo complicado que era que se celebrara por lo del grosor del hielo y tal. Estoy seguro de que merece la pena hacerlo... es como las maratones o resto de carreras populares, hay que estar ahí.

Que no son tan raros los holandeses mujer! :-)

/ dijo...

Qué post mas interesante! Y que lugares, las fotos son magníficas!
Me encantó.

Besos.

ordago13 dijo...

me gustaria saber patinar¡¡¡


envidia sana

te invito:
republica libertaria de las tortugas

anselmo dijo...

¡están locos, esos holandeses!...los tulipanes se los fuman..fijo que si.
que nooo..que impresiona..y que envidia patinar así

BIRA dijo...

CHICHO, yo también patinaba mucho (antes y sobre ruedas, no sobre hielo), pero creo que con esto no me atrevo. Verlo me ha encantado y admiro a quienes tienen valor y resistencia para hacerlo, pero yo tristemente no estoy en ese grupo.

JAAC, seguro que sí merece la pena, aunque como digo yo no reuno las condiciones para ello. A diferencia de otros maratones o carreras, aquí se han dado casos de congelación severa... hasta en los ojos!! Que yo en mi vida había visto cosa igual. Esos detalles no los he querido poner en el post, jeje, por escabrosos!

BIRA dijo...

STANLEY, gracias por lo que dices del post. Las fotos no son mías, eh, las he tomado de sangoogle, y los vídeos del youtube.

ORDAGO13, bienvenido y gracias por comentar. A mí también me gustaría saber hacerlo como ellos, pero chico, entre el miedo y el frío, todavía no lo he intentado nunca. Gracias por la invitación!

ANSELMO, con todo lo que hay por aquí, crees que les hace falta fumarse los tulipanes? jeje.

Casta dijo...

Pues yo lo encuentro chulísimo, y no hacen daño a nadie, ni a ningún bicho. Muy bien!!!

Di dijo...

Hola y tú patinas o no? a mi me encantaría participar claro que cuento con un handicap y es que no se patinar sobre hielo! Yo seguro que iría a ver la carrera me gusta la idea!! Saludos!

Thiago dijo...

UCH PUFKSKAR UNND! Como diría Nils o algo parecido jajaj

Están locos estos holandeses... bueno, pero con lo buenos que stán asi con ese traje tan apretado resultan sexys y te quitan todo el frío, eh... La anecdota del Tejano es buenísima, cari, jaaja

En fin, que luego veo los videos por la tarde en casa que ahora no puedo... Bezos.

Ah y me encanta el trofeo para los concursos de Videofrikez, jja

Anónimo dijo...

Jooooooooooder.. qué gozadón!.
Te juro que cada vez echo más de menos vivir fuera...

Stultifer dijo...

¿Ciclistas sin bicicletas pero con los mismos vestidos?

Nils dijo...

A mí me parece una fantástica tradición y espero que el cambio climático no la joda para siempre. Un beso!

Doctora dijo...

No me parece un plan mucho mas descabellado que nuestro San Fermín.

Anónimo dijo...

Cuanto he disfrutado con tu post, me recuerda a los de tus viajes a África. Me parece una prueba preciosa, yo sólo la encuentro un pero: el frío.

Abrígate mucho!! besos!!

MIGUEL

Conxa dijo...

La verdad es que es impresionante el asunto, y muy duro desde luego, pero conforme iba leyendo,sobre todo las palabrejas en holandes....

¿te ha costado mucho aprender el holandes?? porque tiene que ser la hostia aprenderlo no???

Carabiru dijo...

200 km?
Doscientoooos kilóooometrosssss?

Diossssss esa gente es para ponerles un altar!

Vale que en patines vas más rápido, pero te cansas también, y lo que dolerá la espalda! y los piessss!

En serio, yo les ponía un monumento.

BIRA dijo...

CASTA, sólo se hacen daño ellos… los animales con ese frío no saben dónde meterse, pobres.

DI, yo patinaBA, pero sólo sobre ruedas. En hielo lo hice una vez, en Huesca, y sólo poner el pie en la pista pegué un fostión de manda carallo, aunque luego me reí mucho. También me gustaría ir a verla... hasta que lo vi por la tele, y pensé que con el frío que tiene que hacer, si la hacen, mejor la veo por la tele, calentita en casa.

THIAGO, casi me muero con lo de Nils, qué mamarracho eres, jeje. Ciertamente les marcan hasta músculos que yo desconocía, ains. Te han gustado los vídeos?

SANTAPECADORA, en todas partes cuecen habas...

STULTI, no son exactamente iguales, pero admito barco como animal acuático!

BIRA dijo...

NILS, pues va a ser que sí. Este año, que ha helado como hacía tiempo que no lo hacía, no ha sido lo suficiente para poder realizar la prueba. Eso sí, miles de aficionados han disfrutado de los canales helados... pero por libre.

DOCTORA, no sé. Yo no haría ni lo uno ni lo otro, pero cuánto dura un encierro? Tres minutos? Diez? Esto dura horas (y horas y horas) con un frío que hiela hasta la imaginación. Si tengo que elegir, casi que me pongo delante del toro.

ANAPEDRAZA, gracias majete. Tranqui, que estáis teniendo más frío por ahí ahora. Aquí seguimos sin poder disfrutar de una buena nevada.

BIRA dijo...

CONXA, CARABIRU, sois las únicas, creo, que habéis apreciado la dureza extrema de la prueba. No estamos hablando de cien metros, ni de un kilómetro... sino de DOSCIENTOS KILÓMETROS a través de llanuras interminables, en medio de la oscuridad, y con unas temperaturas a muchos grados bajo cero.

En el reportaje que pusieron la semana pasada salía gente con los ojos congelados, que yo en mi vida he visto cosa igual. Es una prueba durísima que no todo el mundo consigue terminar. Y sí, poco menos que un altar se les pone... anque sólo a los ganadores. Y ya no digo nada si consigues terminar el reto pero llegan un segundo tarde, cuando ya han cerrado, y te quedas sin la medallita... yo pongo siete velas negras a cada miembro de la organización, como mínimo!!

Cierto es que también entrevistaban a un patinador profesional (noruego, creo) que decía que nunca había vivido nada igual (él la terminó también, eh), que la prueba en sí y el cariño que te transmite la gente son impresionantes y que no le importaría nada volver a hacerlo.

Conxa, cari, el Holandés es el chino europeo. Con eso te lo digo todo, verdad?

Muchos besos para todos y gracias por pasar por aquí!

Thiago dijo...

CAri, que noooooo, que el chico de la foto de la piruleta no es ME, claro. Casualmente es un chico que tengo yo en mi blog (el otro) que se llama Washington, pero el caso es que es verlo con la piruleta y me pongo malo, jaja

Respecto a los videos la verdad es que da gusto verlos patinar. El otro dia estuve en la palacio de hielo de majadahonda y es horrible, pq la gente se está cayendo todo el rato, jaaj nada que ver.

Bezos.

Nuria dijo...

Hola, tu blog me ha parecido muy interesante.Deseo ponerme en contacto contigo a través de email. El mio es sabermasdeti@yahoo.es
En cuanto reciba tu email te cuento más.

Un saludo cordial

Nuria

La chica de ayer dijo...

AY GENTE PA TÓ PA TÓ!!!!!!!

Anónimo dijo...

¡Hola Bira! ¿Qué tal está tu espalda? dile a los gatines y al Costillo que te cuiden bien.

Un besote.

MIGUEL

The Pilgrim dijo...

Que son una raza aparte puedo dar fé, jaja. Mi madre me cuenta que cuando era pequeña la gente patinaba en los canales. Creo que hace muchos años que nadie lo puede hacer porque no se congelan lo suficiente, no sé por el cambio climático o qué...

Un besote!

Laura dijo...

Me encantan tus crónicas holandesas.
Besos.

gaysinley dijo...

Que chulada, jo verlo en directo tiene que ser la caña!.

Estupendo post mi querida Bira, ya sabes que me encantan y saber de otros paises, es como viajar sin moverse de la silla.

Un besote. Alber

Y yo con estos pelos dijo...

Joer que curioso no? nunca habia oido hablar de ello y tiene que ser complicado las condiciones que tienen que hacer para que ocurra el evento no? tiene que ser alucinante verlo de cerca!!!

Anónimo dijo...

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