(Viene de aquí) Por si todo esto fuese poco, la comida resultó espectacular y con una presentación digna de un cinco estrellas. Además, un detalle que nos gustó muchísimo, fue que toda la vajilla estaba hecha por las mujeres de Kazuri. Impresionante el trabajo que se está haciendo en este lugar. Y es que este camp fue fundado por una ONG (Umaja, ayuda en masai), de director holandés, y en realidad los trabajadores lo que hacen allí es aprender el oficio de la hostelería, mientras ganan algo de dinero que en sus casas no sobrará. Son todos chicos muy jóvenes a los que catástrofes como el SIDA han dejado huérfanos. La idea de ayudar enseñándoles una profesión para el futuro y dándoles la posibilidad de llevar algo de dinero a casa me parece fantástica. Y creo que a ellos también, pues todo el tiempo se lo pasan sonriendo. Como en otros sitios de los que estuvimos, también allí tienen un libro de firmas. El Costillo les escribió diciendo que eran el mejor hotel en el que habíamos estado al sur del Ecuador... y probablemente al norte! El ambiente muy familiar, la decoración, los detalles cuidados de forma exquisita, música ambiental muy agradable... Un lujo de lugar, de verdad. Hubiera merecido la pena el viaje sólo por venir a este sitio.
A las tres de la tarde salimos para el LAKE NAKURU. Nakuru es una ciudad llena a rebosar de gente y de actividad, en la que las bicis taxi (con reposadero para los pies del pasajero incluidas) se mueven entre los cientos de coches de manera poco menos que suicida. Llegamos a la entrada del parque y nos quedamos un poco patidifusos pues la entrada parecía la de un parque grande que podamos encontrar en cualquier ciudad europa. Nada más lejos que Cuenca! Es enorme y deja a un lado las formas “convencionales” cuando te acercas al lago y ves los miles y miles de flamingos tiñéndolo todo de rosa y cuyas imágenes habréis visto en cientos de documentales. Increible. También había pelícanos y muchas más clases de pájaros, pero lo que más llama la atención es la cantidad infinita de flamingos que hay allí. Nos bajamos del coche y caminamos por la especie de playa que hay, pudiendo observar de muy cerca que los flamingos son unos “cagaos” y no toleran la presencia humana. Vamos, que fue vernos y salir pitando. Había muchas excursiones de keniatas por allí y veías a la gente paseando como si estuviera en El Retiro.
El cielo empezó a ponerse negrísimo y el contraste con el rosa resultó todavía más notorio. Amenazaba tormenta y teníamos que ver al rinoceronte más cerca. De los cinco grandes era el único del que todavía no había fotos, pues el que vimos en Tanzania estaba demasiado lejos, así que salimos echando leches. William nos dijo que teníamos muchas posibilidades de poder verlo allí. Y no se equivocó. En el camino nos encontramos con varios eland, tan enormes y bestiales que yo al avistarlos desde lejos pensé que eran rinocerontes y me puse como loca. A los veinte minutos, más o menos, de alejarnos del lago nos encontramos con el ansiado rinoceronte blanco. Por fin tendríamos nuestras fotos. Perdido en la inmensa pradera, come que te comerás, como si no hubiera un mañana, este primo de los dinosaurios siguió con su tarea sin importarle un pimiento el número de fotos que le hiciésemos. Él a lo suyo. Es un animal de verdad alucinante y lo más parecido que he visto a esos antiguos habitantes del planeta. Sobre su cuerpo, no sólo en el lomo, sino también en las patas, los pajarillos hacían su particular agosto. Él no dejó de comer, y eso que estuvimos allí un buen rato. Seguimos nuestra ruta por el parque y cuando volvimos a encontrarnos con él, había cambiado de sitio, pero no de actitud.
Con la amenaza de lluvia sobre nuestras cabezas pudimos observar decenas de búfalos, machos, hembras, bebés... en ninguno de los parques en los que habíamos estado tuvimos la ocasión de ver tantos, menos aún tantos juntos. Pedazo manada!! También nos encontramos con muchas cebras, gacelas, impalas, que más tarde se resguardaron de la lluvia bajo un árbol, y que nos hicieron muchísima gracia pues parecían un ejército pacífico (si es que estas dos palabras pueden ir juntas), perfectamente alineado y mirando todas en la misma dirección. También vimos dick dick, tan adorable como el primero que nos encontramos, y es que este bichín es más tierno que Bamby, y un montón de especies diferentes de pájaros. Al regreso del tour por el parque, mientras llovía a si dios tuviera agua, vimos un montón de babuinos. Creo que uno le estaba practicando una felatio a otro (no sé si es que estoy muy salida, ni siquiera sé si los monos hacen esas cosas, pero fue lo que me pareció ver). Eran tantos que llenaban la carretera.
De regreso al Camp, las calles de Nakuru estaban realmente abarrotadas de vendedores, compradores, cosas, mucho más que cuando pasamos para llegar al parque. William nos aconsejó llevar todo el tiempo las ventanas cerradas, para evitar problemas con los amigos de lo ajeno. Después de todo el chaval está cumpliendo bien su trabajo de guía, pena que haya hecho esa tontería en el Masai Mara. Tras una ducha casi afrodisiaca, ponernos ropa limpia y fumar unos cigarrines mietras admirábamos la grandeza del paisaje que teníamos ante nuestros ojos, nos fuimos a cenar! Al llegar vimos que habían encendido el fuego en la zona de estar, y que un lindo gatito había elegido uno de los sofás para hacerse la siesta al calor de las llamas. La música ambiental había sido elegida con el mismo buen gusto que a la hora de la comida y los camareros seguían con su buen humor. Disfrutamos de una cena exquisita y nos fuimos a la cama, no sin antes observar lo guapo que se había puesto William para ir a ver a la camarera. Aquí hay tomate!
Continuará...
Días anteriores
Día cuatro, aquí .
Día cinco, aquí.
Día seis, aquí.
Día siete, aquí.
Día ocho, aquí.
Día once, aquí.
9 comentarios:
Impresionantes las fotos Bira, y muy bien relatado todo, cualquier dia voy a llamar a la 2 para que te contraten como reportera de viajes jajaja un besito y espero seguir leyendo mas historias del viaje!!
Disfruto mucho leyendo vuestras aventuras, lo sensibilidad con los huérfanos del SIDA, tu espectación por ver los rinocerontes, la lluvia, el fellatio, JAJAJA, ains!
Besos.
MIGUEL
Ay mi negri
que aquí sigue nevando y de qué modo,estoy en el espino haciendo madalenas con mi madrina,ya pondré fotos
esto parece Finlandia Yujuuuuuuu¡
besazos en riguroso directo desde el invierno invernal
Leer tus textos y ver tus fotos, resulta más completo que los documentales que pasan por la tele.
Sin duda, cámara en mano y bolígrafo entre los dedos, es tu estado de compenetración con la vida. Amas la naturaleza, observas otros pueblos sin discriminar, y hablas de todo sin la pedantería europea (salvo personas excepcionales como tú).
Ya puedo asegurar que eres una naturalista por vocación, una viajera incansable, y una reportera de gran calibre.
Un saludo desde Madrid.
Ricardo - Linde5
que barbaro reportaje, cari, este parece un sitio precioso, me encanta lo verde y el tamaño tan grande y todos esos flamencos o flamingos que eso no me queda claro, jajaja
pero vamos, una maravilla de reportaje, la verdad es que fue un sueño de viaje, para recordar toda la vida...
Bezos
cariño, me da la impresión de que vives en África más que aquí... para cuándo vuelves?
SONIA, mira a ver si me colocan en la 2, o en el NG o donde quieran, joer, pero que el currele sea viajar a sitios que me gusten y luego contarlos. Algo de comisión te caería, jeje.
ANAPEDRAZA, no te imaginas lo que disfruto yo recordándolo. Y ya no te digo el Costillo que está desesperado por volver!!
HAQUILES, me dijo Mamá que había una nevada de tres pares y ya no te digo nada donde el tío Luisán, que creo que llega a medio metro. Hay que joderse. Aquí ha estado nevando esta mañana y cuajó un poquillo, pero ná, ahora ya está lloviendo otra vez, así que tararí que te vi. Nos vemos pronto, cari. Te quiero milesssssssssss.
RICARDO, ya sólo me falta que ganarme la vida con ello y tendría la quasifelicidad completa :P
IAGO, cari, gracias. La verdad es que es fácil hablar de lo que nos resulta fantástico... bueno, creo que ya se nota, porque vaya rollos patateros que os suelto, eh. Pero de verdad mientras disfrutaba de todo esto no estaba sola, no, no. Además del Costillo y el guía del momento, venían conmigo mis Papis, mi Hermanísimo y su prole, y todos y cada uno de vosotros. Ahora sólo faltaba poneros los post por si la telepatía no había funcionado de forma correcta. Besotes.
LA CHICA, ya quisiera yo poder pasarme seis meses aquí y seis allí, pero nada, ya ves que ni los de La 2 ni nadie quiere financiarme, y así no se puede, jeje.
Besos a todos y gracias por pasar por aquí.
Humm, si cuando yo decía que nos teníamos que haber quedado más tiempo. arg!! jajajaja
Bueno, si consigues lo de viajar y contar para ganarte la vida acuérdate de los demás. Yo llevo una temporada intentándolo pero no hay manera :(
Publicar un comentario