viernes, 4 de julio de 2008

Oh, là, là!!! (III)



En capítulos anteriores (I y II) habíamos realizado la primera toma de contacto con la ciudad, y las visitas a Pere-Lachaise, Montmartre y la Place du Tertre, l’Arc de Triomphe y Les Champs-Élysées, a la mañana siguiente, con la fresca (es decir, madrugando para desayunar como reyes, pero pronto y no llegar cuando todo estuviese de bote en bote) nos dirigimos hacia la Torre Eiffel. Era sábado y aunque las calles aparecían especialmente desiertas, al llegar a la explanada que hay bajo la torre (espectacular) ya había un montón de gente, paseando, haciendo colas, haciendo tiempo… pues hasta las nueve no abren. Mientras el Costillo paseaba de un lado a otro, yo me la pasé haciendo fotos a todo, a los pilares (enormes, como no podía ser de otra manera), a la Torre desde todos los ángulos habidos y por haber, a las distintas partes de la Torre, a las vistas desde la explanada. También me entretuve observando a la gente que pululaba por allí… que había cada especimen que tela marinera. No hice fotos de ellos porque, como ya he dicho en más de una ocasión, aunque me encanta observar a la gente y me gustaría muchísimo fotografiar a algunos de los que veo, no me atrevo nunca, por si me sueltan un sopapo (bien merecido, por otra parte. Soy pequeña y no me gusta andar tentando a la suerte). Siempre me ha gustado observar a la gente que me rodea, incluso inventarme las razones que les han llevado a un lugar determinado o sus vidas... Tengo alma de maruja.

































Cuando se iba acercando la hora de apertura nos fuimos hacia la cola. Ya había bastante gente. Odio esas barreras que ponen para organizar las colas (como en las ventanillas de facturación de los aeropuertos), y que te hacen dar más vueltas que al burro de la noria. A las nueve menos cinco sale uno de los trabajadores de la Torre y dice que esa cola no está en el lugar correcto y que hay que cambiar de sitio. Ahí nos veis, con otras doscientas (o más) personas dirigiéndonos como borregos hacia la cola correcta, donde ya había otra gente, claro. Después de todo no retrasamos mucho nuestro puesto y detrás de nosotros las filas de gente parecían no tener fin. Dicen que mal de muchos consuelo de bobos. Yo añado que el que no se consuela es porque no quiere.


Sin puntualidad inglesa (al fin y al cabo no estábamos en Inglaterra), por fin pudimos comprar las entradas (para esto no vale la tarjeta de museos de la que os hablaba el otro día). Existen dos opciones para subir a la Torre: por el método de sanfernando, a patita y andando (opción A, obviamente descartada) y mediante una especie de ascensores panorámicos (opción B, opción aceptada porque no quedaba más remedio). Como recordaréis, sufro de cierto vértigo desde mi visita a Terra Mítica y claro que a la Torre había que subir sí o sí, pero yo tenía mis reservas. Lo último que quería era montar el espectáculo y ser el centro de las miradas de todo el mundo. Al final no fue nada traumático y hasta me entretuve haciendo fotos aquí y allá. Necesitas hacer “trasbordo” para llegar hasta arriba. Vamos, que hay que bajar del ascensor y tomar otro. Las vistas desde la cumbre son impresionantes. A pesar de no estar totalmente despejado (quizás por la hora, demasiado temprano para mi gusto), las distintas panorámicas de la ciudad son fantásticas y si el Costillo no tuviera siempre tanta prisa me habría pasado la mañana fotografiando (y observando, claro) la ciudad.

Anduvimos un rato por allí disfrutando del panorama, tirando fotos y decidimos bajar hasta el segundo piso. Allí otra vuelta, más fotos, más alucinar con la belleza de la ciudad y nos encaminamos hacia el primer piso donde hay una oficina de correos desde la que enviamos las postalitas de rigor. Decidimos bajar ese último tramo (que deben ser algo así como sesenta metros) andando. En buena hora!! El primer tramo bien, cámara en mano alucinando todavía con el paisaje, acordándome muchísimo de Stulti y sus benditas escaleras, pero entre la tremenda altura, las escaleras vuelta para acá vuelta para allá cuando llegué abajo tenía un colocón como si me hubiera bebido una destilería. Afortunadamente debía ser todo el pánico absurdo que me sacude a veces en las alturas, y al poner los pies en tierra firme todo volvió a la normalidad. Y menos mal, porque quedaban muchas cosas por hacer.


Desde allí tomamos uno de esos autobuses de dos pisos (como el que paseó a la Selección el día de la vuelta a casa) que nos llevaría a dar un recorrido bastante amplio de la ciudad. Lo cierto es que es un buen sistema, especialmente cuando no hay demasiado tiempo. El circuito que hacen es bastante amplio, lo suficiente para comprender (por si no me había quedado claro) que es una ciudad que no puede verse en poco tiempo, que se necesitan semanas (o meses) para verlo todo o la mayor parte. Uno de los lugares más impresionantes es la Plaza de la Concordia, con el magnífico Obelisco presidiéndola, o la inmensa mole de Les Invalides, o el Museo d’Orsay (al que no tuvimos tiempo de ir. El resto del grupo sí que fueron y salieron de allí encantados. Hay quien dice que es mejor que el Louvre… supongo que, como en todo, en esto también hay colores para todos los gustos. El edificio, desde luego, es impresionante aunque haya “graciosos” que han decidido dar a unos muros cercanos una decoración un tanto “llamativa” y de paso joderme la foto), o el Puente de Alexander III, la Ópera… y tantas otras cosas. Los edificios de viviendas me dejaron enamorada por completo, con sus ventanas llenas de flores, el hierro forjado adornando prácticamente cada balcón... No quiero ni imaginar lo que puede costar uno de esos áticos fabulosos (que más que terraza tienen jardín), pero lo cierto es que no me importaría nada pasarme una buena temporada en uno de ellos. Qué bonito (amén de fácil) es soñar!!


















Además, nuestra visita coincidió con la de los Tokio Hotel y vaya la que tenían montada sus fans a la puerta del hotel (valga la redundancia) esperando a ver si les veían. Juventud, divino tesoro!
















Después nos fuimos (cómo no) a buscar una tienda de cómics, porque el Costillo había visto en su página web una serie de cosas (como un original de no sé quién) que "tenía" que comprar sí o sí. A la vuelta nos fuimos a ver a los libreros que ponen sus puestos en los márgenes del río y a tomar algo al Quartier Latin (donde nos clavaron como a Cristo en la cruz y se quedaron más anchos que largos. Seis euros con cincuenta por una coca-cola sin ni siquiera unos panchitos para acompañarla. Bienvenidos a París!).


Por la noche, al igual que el día anterior, nos esperaba una riquísima cena (no voy a descubrirnos nada acerca de la cocina francesa, aunque yo prefiera siempre la española, claro. Tampoco es plan ponerle los dientes largos a nadie, pero comí como deben hacerlo los dioses en el Olimpo). Esa noche, además, jugaba Holanda y la Mamá Costillo buscó un restaurante en el que había una pantalla enorme. Como sabéis perdieron y quedaron eliminados de la Eurocopa. Me dio rabia, mucha rabia, pero tampoco era plan agobiarme el fin de semana (al fin y al cabo la eliminada no era España). Además, ahí se acrecentó más (si cabe) mis ansias por el título y mi seguridad de que España esta vez SÍ GANARÍA. Y porqué digo esto, pues por dos razones simples: al principio del campeonato yo quería que ganase España y, en su defecto, Holanda. Quedando Holanda eliminada y teniendo que jugar nosotros contra el mismo rival, me lo tomé casi como una venganza personal (chorradas mías, lo sé), pero además, el HermanoCostillo insinuó (más bien lo dijo bien clarito, pero dicen que a palabras necias oídos sordos. Y yo en eso soy una experta) que España caería en la jornada siguiente, que no ganaríamos ni de coña, y blablabla con una boca tan grande que me recordó la del metro (tan bonitas por cierto en París). Ahora está de vacaciones, pero espero ansiosa su vuelta para que se trague sus palabras una por una. Rencorosa? No. Hasta los cojones de que me toreen.


En París, al igual que en otras ciudades, funciona (y por lo que pude observar, muy bien) un sistema de préstamo de bicicletas (por cierto muy originales). Es frecuente ver muchos de estos vehículos por las carreteras. Una forma loable de transporte sin contaminación, aunque hacerlo en medio de una ciudad sin apenas carril bici (en algunas calles hay, pero en la mayoría es inexistente y eso de andar entre los coches subido en una bici, como que no es para mí) y una contaminación bastante alta no veo que sea muy saludable. A más de uno vi con máscara...



Continuará...

15 comentarios:

... dijo...

Buen día Birín!
Café en mano, ojos pegoteados, pelo a la miseria, pijama desarmonico (Nueva palabra del diccionario cubanovivianezco que significa que el conjunto no pega un carajo, estilo mamarracho, matapasiones visuales etc.) Sigo…
Con esta estampa del bello amanecer, y con saliva del lenguetazo de Micha incitándome a abrir los ojos, vine a visitarte y a leer tus andanzas de mujer maravilla-maravillada por París. ¡Qué Coca-cola barata! ¿Ves? Con estas cosas entiendo que nunca podré ir ni a la esquina, únicamente al cementerio porque no cobran, y nadie te insulta…¡Y después dicen que el dinero no hace la felicidad! (Seguramente lo dijo un millonario aburrido)
Seriamente…¡Qué fotos! Oye, mascarita…¡No te puedes quejar! (Aunque sé que lo harás de vicio) Son tan lindas, tan bien enmarcadas, tan límpidas, tan tan tan qué me da envidia…Buaaaa. En lo que sí estamos de acuerdo es en lo de las bici…¡No se hicieron para mí! Me alegra que no hayas subido a una porque no te quiero imaginar desparramada por el piso o que mientras te transportan al hospital grites…¡Cuídenme las hortensiassss!
Ah, me faltó preguntar…¿El Costillo consiguió su comics? Pobre hombre, dices que siempre está apurado, pero lo que no entiendes es que si se lleva por ti…¡Nunca llegan a ningún lugar!
Te mando muchos besos, te quiero alto, alto como un pino.
Ahora sigo porque tengo que hacer el tour blogistico…¡Es más barato que ir a París! jajaja.
Chao pescao’.

Carabiru dijo...

Qué E-N-V-I-D-I-A!!!!!!!

Verde que estoy!!

Stultifer dijo...

Malditos ascensores...

BIRA dijo...

Ay, VIVIAN, qué alegría me das con tus comentarios!! Esta mañana me dejaste acojonada con eso de que no te quería más. Tontorrona!! Si te adoro!! Cómo no voy a hacerlo! Me tratas como a una reina, me comentas y me matas de risa, todo en uno. Eres genial, Vivian.

Nunca se sabe lo que pasará mañana, así que no digas que no vas a ir más allá ni a viajar... además también hay sitios más baratos, eh. Ahí fue el lugar donde más "clavada" nos dieron. El resto, hombre, caro, pero más o menos como en Holanda y ahí ya estamos acostumbrados.
Gracias por piropearme las fotos. Viniendo de ti me llena de orgullo. La verdad es que me acordé de muchos de los visitantes de esta casa, y tú fuiste una de ellas, porque yo iba cual japonesita haciendo fotos de todo. Así que si llegas a estar allí... no queda sin la suya ni la Bruni, jajaja!

El dinero no hace la felicidad (no soy millonaria, eh! y menos la que inventó la frase), pero hostias cómo ayuda!! Esa es una de las frases típicas tópicas que me parecen estúpidas. Sería más correcto decir: "El dinero SOLO no hace la felicidad, pero acompañado de salud, amor y algunas cosillas más... la repera!!".

Aquí sí me atrevo con la bici, pero claro, hay canal bici por todas partes. Pero allí no la hubiese cogido ni de coña! Además, no habría visto nada, claro, porque no tendría ojos más que para evitar coches y caídas estúpidas.

Te quiero miles, Vivian.

CARABIRU, tesoro, no te pongas verde que no pega con el decorado. Todo llega en esta vida. Y seguro que de estar allí tus fotos serían mejores que las mías. Besos.

STULTI, si no llega a ser por los ascensores, sé de una (YO, por si hay dudas) que vería siempre las cosas "desde abajo". Besos.

Que tengais un buen finde!

Conxa dijo...

oye, muy bien las fotos eh??

el texto lo he leído un poco de correprisa, estoy en la ofi, y no puedo dedicarle tanto tiempo,pero por lo que veo, todo fue muy bien, y ni tan siquiera apareció el rollete del vertigo ni nada!!!

Feliz finde encanto.

Laura dijo...

No me digas que todavía hay más? Tú si que sabes aprovechar un viaje. Me han encantao las fotos, no me hacía yo tan grande la Torre (que cateta, ja, ja). A esperar la siguiente entrega. Besos.

BIRA dijo...

Gracias, CONXA, se hace lo que se puede, aunque no se puede mucho... claro que cuando el objeto a fotografiar es chulo, las cosas son más fáciles. El texto, es que me enrollo como las persianas. Iba a dividirlo en dos, pero digo, joder, a este paso no termino nunca, y van a terminar de mí (y en consecuencia, de París) hasta el último pelo del moño. Besos, linda!

Laura, queda (creo) una parte más. Me da algo de pereza hacer estos post porque son muchas fotos, pero bueno... así cuando termine de írseme la olla, lo tendré aquí para recordarlo. De cateta, nada, bonita, que nacido no aprendió nadie. Besazos, corazón!

★Carlos Becerra★ dijo...

Bira, es verdad...

Es verdad que rodeando la Torre Eiffel encuentras realmente gente extraña, muy rara...
Esos personajes que no sabes si van o vienen, o mejor dicho si están yendo o aun no han terminado su marcha desde el día anterior.
Allí se reune muchos "buscas" o "pungas"(tipos que están detrás de robarle algo a algún turista) tratando de encontrar un "otario" (espécimen, generalmente turista al que se le puede sacar algo furtivamente) y hacerse de su reloj, cámara fotográfica, billetera, pasaporte, llaves de su coche, etc, etc...

A mi los que me llaman mucho la atención son los que en manadas amarillas se bajan de un autobús turístico, estos turistas japoneses vienen con cámara fotográfica incluida en su mano desde su nacimiento, y son capaces de fotografiar cada milímetro de una superficie. En mi ultimo viaje a París, observaba a un grupo nipón que no tenia desperdicio, en unos minutos habrán sacado 2000 fotos, serian unos 20 o 25 y cada uno se sacaba una foto en cada rincón, y luego en otro, y luego en otro, y así sucesivamente durante una hora y pico.
Yo creo que cuando nacen, luego del parto, sale la enfermera y les dice a los familiares, " Señores y Señoras, vuestra parienta ha tenido un niño que vino dotado de su respectiva Canon 450 D reflex con teleobjetivo de 500u, y el parto fue natural y muy bien fotografiado por su padre"

Las colas para subir...ohhhhhhhh, son de terror, yo encima no soporto ninguna cola, pero allí no te queda ninguna opción, los ascensores no están mal, yo tome muy lindas fotos desde ellos, sobre todo que en algunas, como primer objeto están sus pilares y detrás haciendo de escenario sale la maravillosa vista. Cosa que llama la atención es que los ascensores suben no verticalmente, sino que lo hacen en forma oblicua.

Bira, todo ese pelotudeo vale la pena, una vez que llegas arriba tienes a PARIS a tus pies, que vista, que momento, cuanto romanticismo, allí se filmaron tantos films, allí se han jurado amor eterno miles de parejas , allí...allí esta uno y casi te sientes el puto amo del universo !!!

Amo París !!!!!!

Yo nunca tome los autobuses que haces referencia, he estado siempre tentado, pero al final, como voy con tiempo hago mis propios recorridos, largos y destructivos para mi cuerpo, pero a mi gusto.

Me olvidaba de comentarte...
A que no sabes de que color se pinto la Torre Eiffel originalmente ???

AMARILLO !!!!! SI !!!! Como a un patito...


El Musée d´Orsay, es bonito, grande, espacioso...no te olvides que esta construido en lo que era una enorme estación de ferrocarriles, y si es o no mejor que el Louvre, yo te diría que NO, pero solo pues sus colecciones están compuestas por las obras que al Louvre le sobraban, y esto lo dice la guia cuando haces la visita guiada, así que no dudo de su veracidad.

Lo de la Coca-Cola, es así...
París es bella, encantadora, divina, única, fascinante, hermosa peroooooooooooooo.......MUY CARA !!


El tema de la bicicleta es complejo...yo no me subo a una hace unos 20 años, eso no es para mi, soy un convencido que las ruedas tienen que tener un motor que las haga funcionar, y ese motor no debe ser mi cuerpo...
Dame coche, moto, helicoptero, o submarino...pero bicicleta NOOOOOO.

Bueno Bira, sigo viendo que tu viaje a París fue un éxito, y eso me alegra mucho.

Te dejo un beso enorme para ti, otro para Mamacostillo, un abrazo sincero para El Costillo ( quien merece toda mi adoración pues fue a París con su mujer y su madre....un martir del olimpo), y para el Costillohermano le dejo una tirada de huevos por BOCON.



Atte.
CarlosHugoBecerra
(El que tiene su propio post en el blog de Vivian)




PD: Solo los elegidos llegan al cielo eterno, y solo los tocados por Dios llegan a tener su propio post CUBANICO.

Chicho dijo...

Sabes? las vistas desde arriba de la torre...se parecen a las que se ven desde lo alto del Obelisco de Washigton DC que en Febrero viajé a tierras yankees...y son muy parecidas....

★Carlos Becerra★ dijo...

Amigo de "Blogger a tiempo parcial":

He estado unas cuatro veces en París, y catorce en Washington DC, y el entorno visual que se tiene desde el obelisco (que realmente se llama "Monumento al presidente George Washington) es abismalmente diferente a visto desde la Tour Eiffel.

Y en que baso esto:
En la ciudad de Washington no esta el Sena.
Si hay una piscina gigante, y esta fue construida para que se refleje esta monumento y señalara el otro extremo donde esta el Monumento a Lincoln.
Otra diferencia abismal es que los parque que rodean el Monumento a Washington no tienen ninguna belleza ni recursos artísticos al compararlos con el entorno parisino.

En fin amigo, hay otro obeliscos por visitar, yo fui al de Buenos Aires ( Av Corrientes y Diagonal), y al de Nueva Delhi (Avenida de Gistur Asir y los Campos Mashines), en Roma fui a tres, el Agonalis (Plaza Navona),
Salustiano(Plaza de España),
Aureliano(Plaza Passeggiata), en USA fui al que es el Monumento de Bunker Hill, (Charlestown-Massachusetts), en Uruguay pase una cien veces por el Obelisco a los Constituyentes (Montevideo), y no quiero ser mas denso, pero conozco unos quince mas.

Así que tu afirmacion sobre la igualdad de la panorámica parecida entre París y Washington, lo lamento pero es errónea.

Un respetuoso saludo.
CarlosHugoBecerra.

Sandum dijo...

Que preciosas imagenes...! Me encanto este post!

Y yo con estos pelos dijo...

La última vez que estuve en París, es decir, en Marzo, hice algo que siempre habia tenido ganas de hacer pero que nunca habia hecho en Paris, y es algo tan sencillo como tumbarme a dormir una pequeña siestecita en los jardines de la Torre Eiffel, siempre habia visto a la gente pero nunca lo habia hecho, y aunque era Marzo, leches! que bien que se estaba, luego no me queria marchar de alli! En esta ocasión no subi a la torre, preferi subir esa misma mañana a la torre montparnasse, el motivo? ya lo contare cuando escriba sobre ese viaje jajaja hasta ese momento te dejo con la intriga!

El puente de Alexander III es chulisimo! y por el lado que da a la plaza de la concordia bajando unas escaleras como si bajases al rio hay una discoteca de las mejores de Paris, eso si, un poco pija y cara pero merece la pena! aunque son un poco clasistas, y depende como vayas te dejan entrar o no, a veces aunque vayas impecable, si le apetece a los porteros te dejan o te echan para atras, pero bueno, ya sabe que los franceses son muy clasistas.

Yo tambien vi las bicis, pero prefiero andar tooodo lo que sea, que andar en bici y menos por una ciudad!

Un besito, me encantan estos post! que recuerdos!

BIRA dijo...

Nosotros de discoteca no fuimos, Sonia, porque terminábamos agotados. Además hacía bastante calor (vamos, que tuvimos que dormir con la ventana abierta). Supongo que también influirá que los años no pasan en balde (esto lo digo por el Costillo, conste!!).

Besotes, linda!

JAAC dijo...

Vaya, ya tenía ganas de ver la tercera parte :-) te haces esperar, eh?

La torre Eiffel debe de ser el símbolo más reconocible de París, pero lo de las colas que hay que esperar para subir... ya he oído hablar de ellas en más de una ocasión y viajando siempre como viajamos - esto es, con la hora pegada al culo - no sé si se podrá incluir en nuestros planes. La verdad es que la vista merece la pena vistas tus fotos. Sobre fotografiar a gente... qué te voy a contar, a mí también me cuesta. Pero con una compacta no tengo mucho problema, en Marruecos practiqué la fotografía desde cadera y no estuvieron mal los resultados. Así que, cuando hay gente y no están posando (que el sábado en el desfile del orgullo hice muchas y a nadie le importaba) tiro de cadera.

Las tiendas de comics siempre son sitios curiosos que visitar. ¿Lo consiguió?

Esto... viaje en familia, y en familia bien completa. Y todos aguantaron el ritmo?

BIRA dijo...

Ay, Jaac, es que entre unas cosas y otras me he ido liando. Que si había otros post que publicar, que si se me hace cuesta arriba elegir fotos, que una cosa y otra... en fin, al final ha llegado. Hoy o mañana me pondré con la última (espero) parte. Que es más larga la narración de lo que fue el viaje, jajaja.

Merece la pena subir. Si madrugas (nos lo hicimos), hay colas, pero no tan tremendas. Vamos, que a las nueve y cuarto o así estábamos arriba (abrieron a las nueve y poco). Además, siempre puede estar uno en la cola y mientras el otro de fotógrafo, que la zona lo merece.

Íbamos en familia pero cada uno a su bola. Es decir, la familia por un lado y el Costillo y yo por otro. No es fácil seguirnos el ritmo, amigo, jajaja. Hicimos el viaje juntos y nos reuníamos para las cenas.

Besotes!!