miércoles, 15 de octubre de 2008

Viernes, 12 septiembre 2008: DÍA 4, Serengeti.

A mi Costillo.



Amanecimos muy temprano, como cada día, claro que despertarte y tener el Serengeti a tus pies no es algo que pueda hacerse a diario, así que había que aprovecharlo. Luego de un desayuno de reyes (cómo los echo de menos, por dior), nos preparamos para pasar todo el día fuera. Hoy el game drive sería “de una pieza”, vamos, que no regresaríamos para comer al lodge, sino que nos llevaríamos la “merienda” y pasaríamos todo el día fuera.

Afortunadamente no hay mal que cien años dure, y las tremendas lluvias que tuvieron lugar el día anterior decidieron darnos una tregua (eso sí, Amir nos había advertido que cuando llueve así no suele hacerlo por un solo día y que hoy también tendríamos lluvia, a eso de las cuatro… y yo, mujer de poca fe, pensando, “Sí, ahora que han retirado a Maldonado te van a poner a ti de hombre del tiempo…”). De todos modos, todavía no eran las ocho y hasta las cuatro de la tarde faltaba mucho. A una le cuesta acostumbrarse a ver el montonazo de autos que salimos del lodge, como en procesión a Fátima, aunque esperando ver “santos” diferentes. Esto fue una suerte para unos tarugos (luego explicaré porqué les llamo así) ya que algunas partes del terreno estaban impracticables y su coche hubo de ser rescatado. Suerte tuvieron de que íbamos, como digo, casi en procesión. Nosotros asistimos, nuevamente pero como meros espectadores, a otras imágenes de rescate, pero los caminos estaban en mejores condiciones que el día anterior, y no tuvimos prácticamente problemas.















El primero que tuvo la cortesía de aparecer ante nuestros ojos fue un chacal, que corría como alma que lleva el diablo con una buena pieza de carne entre sus dientes. Era casi más grande que él! Los dick dick volvieron a hacer mis delicias y terminaron convirtiéndose en uno de mis animales favoritos. Ya me los imaginaba campando a sus anchas por las tierras de MamáCostillo. Y es que mi imaginación corre que se las pela. Los impalas, las gacelas y las cebras aparecían en grupos numerosos, al igual que los faisanes (qué bichos elegantes, que a mí me recordaban a Carolina Herrera y sus lunares, con su cuerpo negro a topitos blancos y su cabecita azul, tan chic). Un poco más allá la que sería una grata sorpresa: dos leonas bajo la sombra de un árbol. A mí estos animales me recuerdan muchísimo a mis gatos, no puedo evitarlo, y es que se la pasan tirados durmiendo, o cuanto menos, vagueando. Ni se inmutaron por nuestra presencia, una siguió dormitando y la otra lavándose. Nos echó un vistazo como para asegurarse de que la cosa no era peligrosa para ella, y allí continuo dándole a la lengua.




El paisaje, abierto y de tonos amarillentos en su mayor parte (época seca), parecía vestirse de gala en algunos puntos, aquellos donde algún riachuelo o la humedad del suelo nos regalaban una hermosa vegetación. Algunas escenas eran como verdaderas postales, incluso parecían auténticos oasis en medio de aquella nada infinita. Y allí, en medio del agua casi siempre, los hipopótamos, ruidosos como quinceañeros en pleno botellón, remoloneando. Qué curiosos son! También vimos buitres, que me resultaron animales de aspecto perverso, siempre oteando desde lo alto buscando algo que llevarse a la boca. Algún águila y cientos de pájaros hicieron acto de presencia y hasta tuvieron el detalle de dejarse retratar. Y es que una de las cosas que más sorprende es la cantidad de especies diferentes que vas encontrándote en el camino. Confieso que vi animales cuya existencia me era absolutamente desconocida. Y aún los conocidos me sorprendían al poder observar su comportamiento, sus costumbres, su forma de comer, o de despiojarse... en libertad, sin barreras que nos separasen. Volvimos a encontrarnos con el camión de los españoles (igual era otro, tanto como eso ya no sé). También más monos, que cada vez me resultan más simpáticos. Y de repente, subida a un árbol como si fuese la emperatriz del mundo, observando todo desde lo alto, apareció ella. De verdad que son primos lejanos de los gatos, porque las posturas son las mismas. Claro que de ver las patitas de mi Chipie a las tremendas garras que se gastan los leones hay un trecho, pero la forma que tienen de dormir, de lavarse, de moverse, es exacta. Y si hablamos de depredadores, mejor que la comparación la hagamos con Snake, no?



Algún topi volvió a cruzarse en el camino y pudimos observar de cerca los kopjes, inmensos, majestuosos. Tremendas rocas que parecen haber caído del cielo. Cerca de una de ellas vivimos un momento muy curioso. Cuando llegamos había algunos coches más. Pusimos en modo on la visión superconcentrada, que no hubiera sido necesaria (y de eso nos dimos cuenta rápidamente), y nos encontramos con un hermosísimo ejemplar de leopardo sentado enfrente de uno de los vehículos!! Allí estuvo un buen rato, observando todo, se fue hacia las rocas, volvió a bajar, volvió a mirar todo lo que tenía alrededor y terminó subiéndose a un árbol. Nos dejó sin palabras, aunque mentalmente agradecimos que el animal se hubiese parado frente al coche de otros, porque así nosotros podríamos fotografiarlo. Después de estar sentado frente al coche un buen rato, se fue a las rocas, volvió a bajar, volvió a merodear por entre los coches, y finalmente decidió retirarse a descansar a un árbol. El espectáculo había terminado, ya estaba bien por hoy, los turistas podían irse tranquilos... y a molestar a otra parte. Fue realmente impresionante!


























No creo decir nada nuevo al afirmar que los felinos son un mundo aparte. Sus cuerpos, los gestos de su rostro, su manera de moverse, de lavarse, de buscar las posturas más difíciles son apasionantes. Otro de los que tuvimos ocasión de ver (y cada vez fue complicado) fue el "gato" cerval. Escurridizo como pocos, se las ingenia de forma increible para pasar prácticamente desapercibido. He de señalar aquí que a mí el oftalmólogo me diagnosticó miopía de la purita envidia que le dieron mis bellos ojos negros (juas juas), porque en Tanzania descubrí que veo mucho más de lo que cree él (sin gafas, of course) y tanto el Costillo como Amir se morían de risa cuando les señalaba otro animal (en honor a la verdad he de decir que también algunas veces me equivocaba y lo que yo creía un animal no era más que un penedo que dirían en Galicia). Llegué a sospechar que al Costillo se le pasaba por la mente la idea de dejarme a vivir allí, eso sí, buscándome un trabajo como guía..

Nota.- No os quedeis sin vista intentando captar al bichito, creo que hay otras fotos mejores de otros días. Pero es tan escurridizo que la cosa no es fácil.

Más allá las hienas (a las que no oí “reír” en ningún momento, a pesar de haber escuchado mil veces la frase "Fulanito tiene risa de hiena) fueron las que hicieron nuestras delicias, a pesar de lo feillas que son, las pobres. Si es que parece que van siempre despeinadas!! Y es que a mí me recuerdan a esos usureros con pinta rancia que van siempre buscando entre lo que tú tienes, para quedarse con todo. Que no serán igual de mala gente, claro, que ellas también tienen derecho a comer, pero de verdad que son seres raros, raros, raros (Papuchi dixit).

La hora de la comida nos trajo más sorpresas: encontrarnos con personas que habíamos visto en el avión, comprobar la cantidad de coches que pululan por allí y que, a pesar de eso, tengas la sensación de ser el único protagonista de la aventura, y, por si todo esto fuese poco, los hyrax hicieron nuestras delicias. El Costillo quería traerse uno para casa!! Yo sólo imaginándome las peleas que habría entre el bichejo, Chipie y Snake y las consecuentes bolas de pelo que aparecerían por todas partes temblaba. Aunque hube de reconocer que los bichos eran bien simpáticos y que no tenían respeto por nada. Están tan acostumbrados al ser humano que andaban por allí, de mesa en mesa, viendo a ver de dónde “caía” algo. También coincidimos allí con los ya conocidos como “tarugos”. Y ahora toca la explicación del apodo: Eran tres, en mi opinión, un abuelo y sus nietos (o hijos tenidos tardíamente). Bien, se sentaron a comer como habíamos hecho los demás. Justo enfrente de su mesa había un cartel en el que decía que no se les podía dar de comer a los pájaros. Bien, pues ahí teneis al hombre, más entretenido que un niño en Disney haciendo qué? Pues claro, echándoles comida a los pájaros, cómo no? Somos la hostia. Además de los “tarugos” hizo acto de presencia la princesa de Milán (o algo por el estilo) que no era otra que una italiana (qué raro! Y lo siento, Luna, cari, que tú sabes que te adoro), dando la nota porque los hyrax se acercaban a su mesa… en palabras de Raphael, “un escándalo!!”. Y ellos los pobres no se metían con nadie, sólo querían comer algo. Lógico. Era la hora. Después de comer nos dimos una vueltecilla por allí y volví a quedarme prendada de la jacaranda. Vamos, no me importaría nada tener una en el jardín! Este y uno que descubriría días más tarde, pasaban a engrosar la lista de árboles favoritos de la Bira.



Nos pusimos en marcha de nuevo. El paisaje esta vez regalaba imágenes que me enseñaron que hasta en lo más desolado puede haber belleza, y qué belleza!! Me quedé enamorada de la imagen. Seregenti debe ser impresionante en época de lluvias. Probablemente se vean menos animales, seguramente habrá más mosquitos que cebras y me perseguirían todos, pero los colores deben ser impresionantes. Y es que ahora, en la época seca, cuando los tonos amarillos, ocres, marrones, parduzcos… son los protagonistas, de repente te encuentras con unos verdes explosivos que te inundan la retina y te dejan sin palabras. La imagen de alguno de los ríos, vigilados de cerca por las preciosísimas acacias amarillas no tiene precio.




Allí vimos también nuestro primer cocodrilo del viaje. Confieso que yo no había contado con verlos allí, así que la sorpresa fue supina. A mí me costó un huevo verlo, porque era una cría (el lacoste, no yo), pero al final lo vi y aluciné. Nada que ver con los ejemplares que tendríamos ocasión de ver después, si hasta casi (ojo al casi) daban ganas de abrazarlo. Además su color era más blancuzco que el que tienen los especímenes adultos, o al menos eso me pareció a mí. El cocodrilo es uno de los animales que más miedo me dan. Su mirada asesina, sus pedazo dientes, su forma de moverse… puf, me ponen los pelos de punta.













En el agua, nuevamente, nos quedamos bobos contemplando a los hipopótamos. Pasamos basante tiempo intentado pillarles “con la boca abierta”, pero no hubo forma. Amir nos condujo hasta una “piscina”, absolutamente llena de hipopótamos, adultos y muchas crías, además de un cocodrilo inmenso. Allí sí hubo suerte, aunque la calidad de la fotografía deja bastante que desear, pero por fin teníamos nuestro hipo "bostezando". Muchos estaban fuera del agua, lo que nos dio la oportunidad de observar su grandeza a placer. El hipo normalmente está todo el día en el agua y sale por las noches a comer.














El cielo empezaba a cubrirse de nubes, negras como mi vida, y el contraste con el paisaje resultaba brutal. El cielo negro resaltaba la belleza de forma aún más contundente que un día despejado. El brillo de algunas de las fotos que hicimos en ese momento es tremendamente especial y puedo prometer y prometo que no están trucadas. Para poner el broche sólo faltaban unos cuantos impalas para completar la postal. Y voilà, ahí estaban!!




Asimismo tuvimos la suerte de volver a ver a mis primos los monos en su ardua tarea de despiojar a sus colegas. Grupos de jirafas comiendo, corriendo, atravesando la pista, antílopes, jabalíes... Y así decenas y decenas de animales más, hasta que a eso de las cuatro, puntual como un reloj, empezó a tronar. Mentalmente pedí disculpas a Amir. Nos preparamos para el regreso, pues estábamos bastante lejos del lodge y si nos alcanzaba la lluvia lo íbamos a pasar peor que el día anterior.





Como curiosidades, comentar que en muchos de los árboles cuelgan banderas negras y azules que, lógicamente, llamaron nuestra atención. Amir nos contó que las ponen (impregnadas en no sé qué) para ahuyentar a los malvados insectos (ya he dicho que no puedo con ellos) transmisores de la malaria. De hecho, no es recomendable llevar ropa oscura, pues dicen que es a la primera que se acercan estos bichejos repugnantes. Igualmente, que hay personas que viven muy bien y llegan a estos lugares sin tener que sufrir los caminos (los guías te dicen, así en plan irónico, que eso constituye el masaje africano) y llegan a los parques en avión (pequeñicos, claro). Y que ir circulando y encontrarte con la pista plagada de animales es de lo más normal, aunque no logres acostumbrarte y cada vez se te quede cara de alucinado.




Afortunadamente no hubo desgracias que lamentar y llegamos, casi de noche (allí se hace de noche más o menos a las seis, seis y media de la tarde, y claro, estando tan cerrado el cielo por la tormenta, pues algo antes), sanos y salvos. Ducha bien calentita, ropa limpia, anotar cuatro cosas en mi libretica y a cenar!! Esta noche no hubo encuentros en la tercera fase, claro que yo directamente me senté en el sitio que supuestamente le correspondía al Costillo. Mujer prevenida vale por dos, lo sé.

Esa noche el espectáculo era de acrobacias y la verdad es que los muchachos se lo curraron. Hacían auténticas maravillas, aunque las fotos no son buenas, porque ellos estaban dentro del edificio y las hice desde la terraza, donde nos tomábamos algo. A la altura del segundo Amarula llegó todo un personaje. Era uno de los trabajadores del hotel, comenzó a hablar con nosotros de lo que habíamos visto, de si nos estaba resultando grata la estancia allí y mil cosas más y terminó yendo a buscar su guitarra y regalándonos un par de canciones que te llegaban al alma, cantadas en swahili (aunque nos ofreció la oportunidad de hacerlo inglés, lo cierto es que nos apetecía mucho más escucharle en su propio idioma, que tiene ya por sí solo cierta musicalidad). Además, nos propuso hacer un paseo por la mañana, muy temprano, para vivir, digamos, más de cerca, si cabe, la naturaleza. Nos lo pensamos sólo un segundo (el Costillo, creo, temía que yo dijese no por el madrugón, pero no fue así). Así que quedamos para el día siguiente a las seis de la mañana. Apuramos nuestras copas y nos fuimos, acompañados por uno de los vigilantes, claro, a dormir las pocas horas que nos quedaban hasta la siguiente aventura.

Por las noches, especialmente en lugares donde haya cerca una charquita, un estanque, o similar, es frecuente oír un ruido espantoso (para mí) producido por un sapo. A mí los sapos no me gustan. No sé explicar porqué, pero sólo pensar en tocarlos se me revuelven las tripas. En el lodge cada noche habíamos oído el ruidito de las narices, pero no habíamos visto al "causante" de tamaño alboroto. Yo me lo imaginaba como una bestia corrupia de dimensiones desorbitadas... así que cuando lo vi casi caigo de espaldas. Cómo es posible que bichillo tan pequeño pueda hacer tanto ruido?? La foto no es bastante mala (malísima diría yo), pero no conseguí volver a hacer otra.

NOTA.- Pido disculpas por las dimensiones inmensas que ha alcanzado este post, pero resumir una jornada llena de emociones no ha resultado fácil, concentrar todos los regalos que el Serengeti nos hizo ha sido una tarea titánica. Además, este es el primer post que le dedico al Costillo y no podía ser cualquier cosa (de hecho, ha sido el que más trabajo me ha dado de todos los que he hecho). Espero que él y vosotros/ustedes hayan disfrutado tanto al leerlo como yo al revivirlo. Gracias.


Días anteriores:
Día uno, aquí.
Día dos, aquí y aquí.
Día tres, aquí y aquí.


Continuará...

26 comentarios:

anselmo dijo...

Primeee. Hay una cosa que me sorprende más que ese maravilloso viaje...es tu memoria. ¿es que llegas un cuaderno estelar de bitácora donde vas dictándoselo todo?

Conxa dijo...

Bira, me da la sensación que este día es el mejor narrado.
Como si hubiera estado allí.

Un besazo.

Laura dijo...

Te comento juntos los dos post, por falta de tiempo.
Maravilloso viaje, y tan bien ilustrado que es casi casi como estar allí. Deberías dedicarte profesionalmente a escribir guías.
Besos.

belenmadrid dijo...

la de cosas que estoy aprendiendo, por ejemplo lo que es un chacal que no tenía ni idea...

conociéndome me habría enamorado del chico de la guitarra, sin duda... jeje

La chica de ayer dijo...

Precioso atardecer y cómo conseguiste sacar fotos tan de cerca a los animales? SON BUENISIMAS!!!!

Thiago dijo...

Cari, sencillamente genial y brillante. Tu costi ya puede estar feliz, aunque yo este celoso, jajaja Me encantan tus comentariosssss y comparar un faisán con Carolina Herrera tiene un toque "a la page" que me encanta, jajaja

No sabía (bueno, no sabía nada, claro) pero lo de los trapos negros es curioso pq siempre pensé o se decia que los mosquitos iban a los colores claros.

Y lo peor es la hiena, que pinta la pobriña tiene de desarrapada, hasta entre "as bestas" hay clases, jajaja

bueno, lo mejor es que se ve que disfrutaste tanto... Bezos

Thiago dijo...

Bira, chica, te he copiado lo del dibujito en los blogs amigos... ha sido verlo y apetecerme, jajaja

Ves? ya me vas enseñando tu ahora,jajaja. BEzos.

LaLocadelMoño dijo...

Jo tía, que puesta de sol, la envídia me corroe.
Por cierto a Aina le han flipado las fotos de los hipopótamos, me ha preguntado que cuando iremos a ese zoo. óò
Besucos bien gordos!!

Anónimo dijo...

Bira que envidia me das jajaja mira que yo vivo en africa, pero nada que ver ajjajaj!

Besos

Sufur dijo...

Peazo fotos...

Yo, cada vez que veo una de esas imágenes de las llanuras africanas, me emociono. Pienso en la cuna de la Humanidad y me entran unas añoranzas que no termino de entender. Incluso cuando estuve en Sudáfrica, que está a un porrón de miles de kilómetros, me dio un nosequé. Tiene que ser tremendamente especial pisar esas tierras rojizas...

Forgiven Princess dijo...

Qué mona la leona ^^
Aish, me voy, que luna me rebanará el cuello porque no actualizo con la historia...
Un besote guapa!

Sufur dijo...

Jo, Bira, acabo de darme cuenta de que has estado leyendo y comentándome todas las entradas que escribí durante tus vacaciones... ¡me ha llegado al alma! Eres un cielo :-)

Luna dijo...

jos..yo también quiero ver a todos esos bichejos... :(, y hacer rally en medio de charcos..y hacer botellón(para mi un zumito, please) con lo hipos... y pegarle con un calcetín sucio al tarugo...y llamarle pija repelente a la italiana( que hija, gente repunate-vease,=cansina en galego- la hay de todas las nacionalidades)
Y también quiero tomarle medidas al lacoste a ver si es como el de los jerseys, y poner cara de ajjjco total con el sapo, y gritar como una loca y blasfemar en arameo si me pican los mosquitos.. y hacer muchas muchas fotos de todos los bishos que me cruce (ole tu memoria reina!!!)
Y jurar y perjurar que un penedo es un animal(de compañía como el pulpo) y rascarle la cabecita a los mininos estes de lunares a ver si ronronean...^^

Jopi..que aventura..
que envidia tiñosa y cochinaaaaaaaa

Si que se merece post gigante el sr Costillo...
y además completito y variado...
Genial.

Vaya viaje te has pegao...

Muchos besotes morenaa!! ;P

Luna dijo...

PD. yo no se nada de los filetes de Princess que hay en el frigo...
juro que no le he rebanado nada..
lo juro por Snoopy , por las bragas de Mafalda y por las columnas de Pachá

xD

Anónimo dijo...

Mi querida Birin!
Aunque ha pasado un poquito el tiempo… ¡Resucite! Vine a visitarte y estoy embobecida con tus imágenes… ¡Una maravilla! Realmente, no he leído el texto, solamente por pedacitos porque viajo mañana al amanecer y lo tuyo es demasiado… ¡Eres un loro mecanógrafo! Eso si, fui foto por foto, una por una, agrande, y suspire con todos lo que has visto, creo que algunas debían tener tu nombre en la esquinita, especialmente la de un niño con una ramita en la boca. (Acá me comen las polillas, estoy estrenando un teclado y no se donde carajo esta el acento, algo que me pone de mal humor, pero tu imagínatelos jajaja, donde lo veas es porque el Word me lo corrige, pero las preguntas las pasa por alto…¡Que cosa la mariposa!
Sigo.
Te imagino con los ojos desorbitados, gritándole al Costillo…¡Miraaaaaaaaa, un monooo! ( Y sonrío) Lo raro es que no te hayas traído alguno para hacerle compañía a tus mininos. Oh, tus pobres misus, seguramente destruyeron todo. Creo que te falto (con acento) esa parte.
De lo demás te contare por mail, ahora me iré a dormir, pero para el fin de semana (si Dios quiere) estaré de vuelta. Dios, o el diablito.
Muchos besos, muchos. Si pasa la loca de Solito dile que le dejo un pellizco maldito jijiji.
Chao pescao salao, no te olvido.

Vivian

Anita dijo...

Birita, hace dias que no entraba pero me estoy empapando de tu viaje (no lo he leido todo que no tengo mucho tiempo pero las fotos prometen...)

un besito y hasta pronto

Conxa dijo...

niñaaaaa ¿qué sucede? que ni publicas,ni te veo por los blogs.

ummmmm al menos da alguna señal de vida ok???

Luna dijo...

Se me ha adelantado Conxa con la misma pregunta..
va todo bien?
espero que sea porque estás vagueando duramente o rascando a Snake..^^
Besicos..

BIRA dijo...

ANSELMO, llevé cuaderno y apunté los primeros tres días! Pero claro, ya sabes el rollo que me gasto y con lo cansada que iba, llegó un momento en el que decidí tomar sólo notas (ahora me arrepiento, pero es lo que hay).

CONXA, Serengeti fue im-presionante, que diría el “maestro”. En realidad, todos los parques lo fueron. Gracias por la crítica!

LAURA, cari, si sabes de alguien que me pague los viajes y me contrate como loro cuentacuentos, avísame, que me apunto. Y tranqui, que sé que vas más liada que la sandalia de un romano.

GÉMINIS, enamorarte de él no sé (no conozco tus gustos), pero de su voz seguro. Cuanto famosillo hay por ahí que canta bastante peor que él.

BIRA dijo...

LA CHICA, muchas de las fotos se ven tan cerca gracias al objetivo, otras porque los animales pasan al lado del coche. Supongo que ellos también tienen alguna curiosidad por vernos a nosotros.

IAGO, cielo, me abrumas. “Genial y brillante”? GRACIAS!! Yo también pensaba eso, pero fue una de las cosas que me llamó la atención: te recomiendan que no lleves ropa negra u oscura, pues los mosquitos van más a ella. La hiena la pobre parece que no ha visto un peine en su vida, jaja. Al final hasta te acaban pareciendo guapas, no creas.

Lo de los blogs… el dibujito queda mono, sí, pero a mí no me acaba de convencer este sistema. Me gustaba más el otro, que os tenía por el orden que yo quería. Todavía tengo que darle algún cambio a eso, pero no tengo ganas. Soy lo peor jeje.

WEBLARA, fue alucinante, nos quedamos bobos, te lo digo de verdad. Los hipos son unos animales muy peculiares. Impresionan su tamaño, sus rasgos, su color, los tremendos alaridos que pegan. Son un mundo aparte. Dale un besazo inmenso a Aina. Es un tesoro de nena.

YERAY, creo que la zona en la que vives no tiene nada que ver con la que yo visité. Pero mira, tú lo tienes más cerca!

BIRA dijo...

SUFUR, es que es para emocionarse. Tanta grandeza te digo que te deja sin palabras. Los colores, las llanuras, los animales, las flores, las gentes, todo es alucinante. La cuna de la Humanidad en el siguiente post :P

No quiero perderme nada. Y voy de culo y estos días no he entrado y vuelvo a tener tropecientos post atrasados. Gracias a ti por esa forma fabulosa de escribir!

FORGIVEN, buen juego de palabras, jeje. Luna no te hará nada, que es una santa.

LUNA, cari, es un viaje que hay que vivir. Los post están siendo kilométricos pero es que quiero contar tantas cosas que no sé por dónde cortar. Escribirlo todo, ir seleccionando las fotos, subirlas, cagarme en todo cuando no quedan en el lugar que yo quiero (aunque ya casi desisto, porque p.ej. de verlos en este ordenador a verlos en el del Costillo hay un mundo de diferencia, así que no sé, supongo que cada uno las verá según la pantalla que tenga) es como volver a vivir cada experiencia. Y ya no te digo nada, cuando estoy metida en faena y uno de los gatines viene y me pone la pata encima, que pienso que es un león, jajajjaa.

BIRA dijo...

VIVIAN, QUERIDA!!! Gracias por aparecer, gracias por seguir por ahí. No te imaginas la ilusión que me ha hecho tu comentario. Soy un loro. Es cierto, y escribo pensando sólo en el Costillo (que estos post se los lee de arriba a abajo) y en mí, para revivirlo. Y no me paro a pensar que los demás no tendréis el tiempo o las ganas de leer todo este rollo patatero que suelto, pero hija, es que no sé hacerlo más cortico.
No sé porqué algunas de las fotos no se pueden hacer grandes. Si alguien lo sabe, please, que me lo diga.
Los mininos se portaron divinamente, y aparte de alguna pelusa (MamáCostillo es un cielo y además de pasarse a verlos también pasó la aspiradora…), estaba todo en buenas condiciones. No rompieron nada, palabrita del niño Jesús. Espero tu mail con ansiedad. Y el pellizco a Solito está dado :P. Te quiero mucho, Vivian, así que vuelveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!

BIRA dijo...

ANITA, si quieres leerlo todo, tómatelo con paciencia, jeje. Bienvenida eres siempre, en cualquier caso.

CONXA, LUNA, gracias por preocuparos. Sois un cielo. Mamá está en el hospital desde el día 15 y no he tenido ánimo ni de escribir ni de leer, ni de comentar, ni de nada. Hoy o mañana le darán el alta. Mi hermanísimo me puso ayer fina, diciéndome que me deje de tonterías, que ella está bien, que escriba, que eso de pasarse por el blog y no ver tema nuevo no le gusta nada. Ains. Gracias de corazón.

Mil besotes a todos y, lo dicho, gracias por pasar por aquí.

Di dijo...

No sé lo que hice pero yo dejé un comentario aqui y no está. Vaya fotos tiene el Costillo más alucinantes. Yo más que la ratilla esa hydax creo que me llevaría un hipopótamo, qué guapetones!, esa barrigota rosa dan ganas de hacerle pedorretas. Saludos!

JAAC dijo...

¡Un gran día sí señor! El tema de la meteorología es algo que parece que tienen que estudiar los guías allí para que les den el "carné". Saben cuando va a llover, cuando va a parar, cuando habrá niebla, cuando no... increíble.

Un día allí da para escribir mucho y tú lo has hecho muy bien, sin que sobre nada. La cantidad de animales que habéis encontrado en un día es motivo de envidia, casi de odio! Volveremos y nos quedaremos allí hasta que veamos tantos o más :-)

Me alegro de que hayas vuelto y espero que tu madre esté perfectamente y en casa.

BIRA dijo...

DI, eso son misterios sin resolver, habrá que llamar a Scally, jaja. Está encantado con sus fotos y deseando volver. Párate a ver si de ahora en adelante nuestras vacaciones son siempre allí!

JAAC,es que lo saben todo. Son increibles. Y la vista que tienen, madre mía!

Ciertamente una jornada en Serengeti da para mucho. Vimos muchísimos más animales, pero es que el post ya es kilométrico y tampoco quería abusar de vuestra paciencia (para mis recuerdos quedarán las fotos, que en el álbum siempre pongo también comentarios).

Estamos deseando volver. Mira, una opción es la de ir sólo a Serengeti (como hizo la compañera del Costillo), porque ciertamente el sitio da para estar meses y meses y seguro que el último día seguiríamos llevándonos sorpresas, no crees?

Gracias por tus palabras, en especial, las de Mamá.