sábado, 6 de diciembre de 2008

De camino a Tsavo West. Domingo, 21 septiembre 2008: DÍA 13.

Tras desayunar y hacer el ritual cotidiano de despedida, salimos del Ol Tukai con destino a Tsavo West. Los paisajes, las personas y los animales que te vas encontrando en la carretera hacen que el viaje, sólo con eso, merezca la pena. África es un continente especial, magnífico, grandioso donde los colores parecen diferentes a los que me rodean en Europa. Los babuinos salen a despedirnos y, queremos creer, a desear que pronto volvamos a vernos. Nosotros seguro les echaremos de menos. También es el momento de despedirse del Kilimanjaro, majestuoso, bestial, y de admirar una vez más a esas personas que dedican su vida, perdiéndola en el peor de los casos (y por desgracia con más frecuencia de la que sería deseable) escalando montañas así. Las jirafas nos devuelven a las sensaciones positivas. Estamos vivos y en un lugar con el que habíamos soñado, qué más se puede pedir? Pues siempre más, porque siempre queremos más. Así que una familia de elefantes hace nuestras delicias paseándose en fila, como esas figuras tan monas que venden en muchos sitios y que todos habréis visto alguna vez, fila india, que le dicen. A la salida del Parque Nacional de Amboseli, nuevamente los masais se dedican a intentar vendernos todo lo que llevan y más. En mis brazos no caben más pulseras, por favor!! Me siento casi una de ellas, al menos voy igual de adornada, aunque todavía no me ha dado por afeitarme la cabeza ni cubrirme con una manta, menos es nada.















Llegamos a Tsavo, y allí al Shetani Lava Flow, donde el paisaje, absolutamente negro (lógico, nena, es lava!!) parece transportarnos a otro planeta. Marte debe ser así, que no? Me lo vas a negar tú? Cuántas veces has estado allí? Pues eso. Que soñar es gratis, y el que no viaja por el Universo es porque no quiere. Sorprende ver aquí y allá plantas de un verde imposible, que a lo mejor resultan tan llamativas por el contraste con el negro. Parece increible que pueda crecer algo aquí, pero este continente nos está enseñando que no hay nada imposible, que la Naturaleza es absolutamente sabia y está “organizada” con mecanismos muchísimo más precisos que los de un reloj (por muy bueno y suizo que éste sea).

Unos kilómetros (bastantes) después, comienza a aparecer la vida, como en cada ocasión, de mano de mis simpáticos monitos. De verdad que estos animales son fantásticos. Pena no poder tener uno en casa porque verle “jugar” con Chipie y Snake sería el acabose. Llegamos por fin a nuestro camp, el SEVERIN SAFARI CAMP, con casitas monísimas y rodeado de tierra seca por todas partes. Aquí no hay alambradas que separen a las bestias de los humanos (esta expresión siempre me hace pensar cuál es más bestia, pero eso es otra historia). Sólo un cartelito de piedra, en el que te ruegan que no traspases esa línea, por tu propia seguridad. Que digo yo que pelín absurdo es porque los animales, que yo sepa, no saben leer, y de nada te servirá estar en “tu” lado de la línea si ellos deciden traspasarla, no? Nada más bajar del coche me quedo muerta con una de las plantas más bonitas que he visto en mi vida, la Adenium Obseum, o rosa del desierto, o pata de elefante. Impresionante. Sus tallos parecen, ciertamente, la pata de un elefante, mucho más anchas abajo (como aquellos pantalones de campana ridículos que tanto se han llevado y se llevan aún), y sus flores son de una belleza absoluta. Quiero llevármela sí o sí, pero el Costillo es un legalista de tomo y lomo y me dice que ni se me ocurra, que no quiere problemas en la frontera por mis dichosas plantitas. Pues nada, habrá que obedecer, porque sólo faltaba que me enchironen por unas semillitas de nada. Claro que eso no sería lo peor. Lo peor de todo sería, sin duda, tener que escuchar el “te lo dije”, que recontraodio con toda mi alma.















En la entrada de recepción tienen un montón de calaveras de diferentes animales y un montón de esa planta que pasará a ocupar mis sueños. Mientras el Costillo arregla todo, la reina, o sea yo, se dedica a disfrutar del paisaje sentada en un sofá comodísimo que hay en la terraza. Cientos de pájaros hacen mis delicias cuando se acercan a beber a una especie de fuente que hay “antes de la línea”. El lugar es absolutamente idílico, a pesar de estar tan seco que parece que tener puestos los aspersores no sirva de nada. Tras el papeleo nos llevan a nuestra tienda, monísima, decorada con muy buen gusto hasta el último detalle. Me hacen gracia las huellas de felino pintadas en la pared, me encanta la piedra con la que han construido el lavabo... que haya hasta secador! (pero si no lo uso en casa, por favor) y que las papeleras estén preparadas para reciclar, invitándote a separar la basura. Y es que el camp es de un alemán y éstos hacen ciertas cosas que de verdad deberíamos copiar, y no me refiero a los Mercedes, no, sino a detalles tan importantes como estos, que un gesto que no nos cuesta nada, si lo hacemos todos, puede beneficiarnos y mucho.














Todavía no hemos visto monos en el camp, pero sí a una ardilla a la puerta de una de las tiendas, no sé si iba de visita, pero desde luego parecía que estaba esperando a que alguien la invitase a pasar. También nos encontramos con otro “habitante” que a mí me hace bastante menos gracia, porque los reptiles me resultan repulsivos y me cuesta verlos hasta en la tele, así que ya no digo nada en vivo y en directo. Aún así, pongo mi integridad en peligro para hacerle la foto. No sale mal del todo, si hasta parece que está posando para mí! Dejamos todo en la tienda y nos vamos a comer, que ya hay apetito. El restaurante está en abierto por todas partes (menos por el techo, obvio) y es una gozada disfrutar de una buena comida mientras los animales hacen su vida a tu lado. Se acercan un montón de ardillas locas por hincarle el diente a nuestros manjares, los pájaros siguen viniendo a tropel a beber, más allá aparecen los jabalíes, que parecen buscar trufas, de tanto empeño que ponen en escarbar la tierra, hasta las nubes se ponen sus mejores galas para hacer de este un momento inolvidable. Tras la comida y un pequeño ratico de relax, salimos para el game drive. Vemos jabalíes, jirafas, que me parecen bastante más oscuras. Hay varios tipos de jirafas, pero no he conseguido aprendérmelos, así que malamente puedo explicarlos. Bajo la sombra de un árbol nos encontramos un lesser kudu (lo siento, no sé su nombre en Español, precioso. Es como un antílope, pero en color gris oscuro casi negro y unas preciosas rayas blancas. Muy señorial. Casi tanto como el que hemos visto a la hora de la comida paseándose por los jardines.

















Como estamos en la época seca (de ahí que los pájaros se vayan a beber a la fuente del camp, donde saben seguro que sí tendrán agua), el paisaje es en algunos puntos desolador, los tonos ocres y amarillentos campan a sus anchas y el contraste con el azul intenso del cielo es brutal. En ocasiones vemos árboles que de tan pelados que están parecen muertos y se convierten en obras de arte perfectas. Nunca pensé que un arbolico tan pobretón pudiera gustarme tanto, pero me habría tirado horas haciendo fotos de esta naturaleza “casi muerta”, y de los babuinos que vuelven a salirnos al encuentro.




Llegamos al punto donde están los rangers. Haremos una excursión a pie con uno de ellos. En esta ocasión es una mujer, muy agradable por cierto. Nos toca esperar un poco porque acaba de salir un grupo. La espera no es tan larga pensábamos, y es que cuando estás ahí quieres aprovechar hasta el último segundo y parece que no es suficiente con estar sentado disfrutando de lo que hay alrededor. Si es que lo queremos todo. Salimos con nuestra ranger particular. Nadie más viene con nosotros, ni falta que hace, que tres ya son multitud, aunque por nada del mundo prescindiría de esta buena mujer ahora. Nos lleva a dar una vuelta por una especie de circuito más o menos preparado hasta que llegamos al río... y empezamos a ver cocodrilos enormes, amén de alguna tortuga de tamaño más que considerable. Más allá, en medio de río los hipopótamos se dan a la buena vida. Cruzamos el puente y nos adentramos en una especie de caseta sumergida en el agua. Yo estoy cagada, lo reconozco, porque no sé si este invento no terminará cayéndose al agua y yo, con todos mis kilitos extra que en ese momento adoro, entre los dientes de uno de esos animales impresionantes. Hasta puedes ver debajo del agua y le hago una foto estúpida a un par de peces que hay por allí. Para poder respirar, obvio, la caseta tiene ventanitas en la parte superior y yo termino de morirme de miedo al pensar que un cocodrilo meta por allí su bocaza y me arranque la cámara y de paso la mano con ella. Bonita experiencia, señor Costillo, pero yo mejor me voy a salir, eh. Salimos y la ranger nos lleva hasta una especie de plataforma desde la que contemplar mejor el paisaje y los tremendos ejemplares de cocodrilos que hay. Aquí, ya más tranquila, me doy cuenta de que estamos en el paraiso y de que toda la sequía que nos ha acompañado durante el viaje ha aparecido como por encantamiento. Todo es arboleda alrededor, las impresionantes acacias amarillas parecen multiplicarse y forman un curioso tapiz. Me pongo loca a hacer fotos, quiero guardar cada momento, cada lugar. Cada imagen me parece más bella que la anterior, hasta tal punto que incluso los árboles partidos (probablemente por elefantes) me parecen de una belleza supina. (la foto cutre de los peces es para que podáis apreciar que realmente la caseta estaba dentro del agua).

















Seguimos camino y vemos más jabalíes y babuinos. Y nos vuelve a llamar la atención la curiosa forma que tienen las cebras de protegerse, colocándose de tal forma que puedan controlar si viene alguien non grato... aunque no siempre les resulta, pobres. No conseguimos ver muchos animales más, algún antílope y otros de especies parecidas, y también algún águila que otra, impresionantemente bellas, pero desde luego ha merecido la pena. Regresamos al camp y nos damos una ducha que nos deja nuevos. Fumamos unos cigarrines, que el vicio hay que mantenerlo y nos quedamos extasiados con la paz que hay. Al llegar aquí nos dijeron que cuando quisiéramos ir al restaurante o a recepción, que tocásemos el timbre que hay en la terraza de la tienda, para que alguien venga a buscarnos. Así lo hacemos, y aparece nuestro protector que nos lleva hasta el restaurante. Cenamos a cuerpo de rey y pasamos a la zona “de estar” para tomarnos el café. Se está tan bien que no queremos irnos todavía a dormir, a pesar de que el día ha sido muy largo. Así que nos vamos hacia la zona donde está la hoguera con todas las sillitas alrededor para tomarnos unos copazos de amarula, que está que podría beberla a morro. Bendito sea el cielo, qué gustazo! Estamos los dos solos, en silencio casi todo el tiempo, disfrutando de este lugar impresionante. Sólo interrumpe de vez en cuando el camarero, muy sutilmente, para traernos otra copa o cambiarnos el cenicero. Al fin toca retirada, que mañana será otro día y el cuerpo empieza a pasar factura. Nos acompañan nuevamente hasta la tienda y al abrirla vemos que han venido a prepararnos las camas y a poner el mosquitero. Si es que es fácil acostumbrarse a vivir así! Veremos cuando lleguemos a casa y tengamos que prepararla nosotros mismos!

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Día trece, primera parte, aquí.

23 comentarios:

Laura dijo...

Genial el viaje, no me canso de decírtelo.
Besos.

Anónimo dijo...

Tus posts de viajes son preciosos, me transporto a los sitios mientras te leo y veo las fotos (por eso siempre que tienes un post de viaje lo leo muy despacido).

Dile al Costillo (D. van A. imagino que será el Costillo, dile que escriba Dick que es menos soso), que unas semillas no pasa nada. Que recuerde porque en Holanda son famosos los tulipanes.

Besos!!

MIGUEL

Thiago dijo...

Bueno, es increíble la de animales que hay, algunos ni los había oido nombrar jamás... como ese que parece tan elegante el lesser kudu.

Cari, a mi lo que me impresiona, es que en el fondo no te quejas nada, ni de sed, ni de calor, ni de los mosquitos ni siquiera un "hoy llegué muerta de los pies..." jaja Es que estuviste como traspuesta. Tampoco cuentas si el Costillo "estuvo" mas animado y si la aventura le motivó y si "amortizaste" el viaje, jajajaajajjaaj

Bezos

... dijo...

Hola Birin!!!!!!
Acabo de llegar de Marte y pensé que era hora de venir a visitarte. Te lo dije, te lo dije, te lo dije…¡Que copiaras la forma de hacernos de un Mercedes!
Seriamente, me encantan tus relatos turísticos, y las imágenes. ¿Cuántas tarjetas de memoria llevaste? No me digan burra ehhhh, es que quiero saber cómo hiciste para almacenar tantas fotos, si las subías y bla bla; yo sé que me contarás.
Regresaré por el mismo camino a ver qué me dices…¡Cuántos bichejos hermosos!
Besos Pescailla

el Shysh dijo...

Bira, lo tuyo sí es un verdadero diario de viaje. Anotaste todo en libreticas?

Anónimo dijo...

pues sí, sensacionales fotos, y envidia de viaje..

Ricardo Muñoz José dijo...

Dice un refrán: "El dinero mejor gastado es el viajado". Y cada vez que visito tu página hallo alguna sorpresa que le da asidero al refrán. Sin duda, tu determinación de naturalista vocacional nos favorece, porque leyendo lo que escribes, y mirando lo que has visto, nuestra imaginación viaja a tu lado.
Evidentemente la imaginación nunca suplantará a lo que la mirada ve. Pero, sí será el fermento que abonará la esperanza de verlo alguna vez. Inclusive, el que imagina vive más. Y el que no tiene imaginación vegetará entre los grilletes que la cotidianidad le posa ante sus ojos.

Bira, tú y tu cámara, conforman el punto de fuga que nos transporta hacia ese mundo onírico y bucólico que existe y algunos aún no hemos alcanzado. Bira, para los que te conocemos, cumples la función de hacernos volar la imaginación, y al alegrarnos la vista vas depositando chispas de ilusión en el palpitar de nuestros espíritus.

Bira, espero que el hastío no doblegue tus fuerzas, y que el disfrute de tus experiencias sea también el vehículo conducente a nuestro disfrute.

Saludos.
Ricardo - Linde5

gaysinley dijo...

Querida Bira, muchos días, estuve desconectado por el puente y por el curro. Me alegra encontrarme un post viajeros de los que a mi me gustan... ay la ardilla que graciosa, algún día colgaré el reportaje que le hice a unas ardillas en Fuertevuentura este verano.

Un besazo. Alber

Anónimo dijo...

Joder que bonito todo

Conxa dijo...

Bira, cariñete ¿Cómo va todo? ¿est´s bien? son muchos días que no se te ve por aquí, espero que solo sean ,los preparativos navideños.......

besos.

Thiago dijo...

Biraaaaaaaaaaaaaaaaaa

Yo pensé que te ibas por el puente, pero parecen unas vacaciones en toda regla, no?

Onde te metes?

Bezos.

gaysinley dijo...

Hola wapa, ya se que estos días no ibas a estar, para cuando vuelvas te he dejado un meme en mi blog, se que a veces son un poco tediosos, pero bueno este es cortito, por si te apetece hacerlo, sin compromiso ninguno... Un besote

yoyoyo dijo...

me han encantado las fotos. un beso

Anónimo dijo...

CÓMO TE ENVIDIOOOOOOOOOO!!!

Anónimo dijo...

donde andas que no te veo por aqui? muaks

Y yo con estos pelos dijo...

Birita!! espero que este periodo sin escribir sea por vacaciones y no porque haya pasado algo ehh cuando vuelvas pasate por mi blog que tienes algo para ti, un besito preciosa!!

Carabiru dijo...

:)
Hola!
De hipermegaultravacaciones?

Espero que todo vaya bien!!

... dijo...

¿Alguien ha visto al Papá Noel Mutante? ...Biraaaaaaaaa!
Regresaaaa...¿Te olvidaste que tienes que colgar esos post laaaargos resumiendo el año, los premios recibidos, el Costillo, los nombres de los que te visitamos, el lomo de Nadal, las últimas hortensias mutantes, el gato que le robaste al vecino y las historias de los que ya tenías?
"Creo" que se te extraña, lo tengo que pensar jijiji.
Chao pescao, mañana trabajo y esto de hablar sola no es muy sano.
Besos y que tengas una Feliz Navidad junto a tu Costillo y toda el familión!
Chan-Chan

... dijo...

Me estoy empezando a deprimir! ¿Me escuchasteleiste?

......

Anónimo dijo...

Bira me voy a pedir para reyes los playmobiles de la selva para cipoarte los post ajjaja ya que uno vive en africa y no puede verlos, los fotografiaré, pero de plástico!!

Besos

Anónimo dijo...

feliz navidad wapisima espero que lo pases genial muaks

Sufur dijo...

¡Hola, preciosa!

Hace un montón que no sé nada de tí. Espero que te estés tomando un merecido descanso y unas vacaciones navideñas muy buenas. Te mando un abrazo con mis mejores deseos :-)

LolaRubio dijo...

acabo de descubrir tu blog y me he leído el viaje a África, vaya pasada, que envidia que me das!!! me encanta la descripción tan detallada que has hecho y como acompañas con imágenes! me hace casi creer que estoy allí contigo!! No quiero ni pensar cuanto has pagado por ese viaje, aunque está claro que bien merece la pena! ahora voy a leer viajes anteriores a ver que me encuentro! enhorabuena por tu blog!!!