martes, 2 de diciembre de 2008

Domingo, 21 septiembre 2008: DÍA 13. AMBOSELI.

Todavía no son las seis de la mañana cuando estamos desmayados ante la belleza del Kilimanjaro. Justo al salir de la habitación, nos encontramos con un amanecer de película con la impresionante montaña al fondo. Unas imágenes difícil de olvidar, que nos dan subidón para todo el día. La charla de ayer parece haber dado frutos y William nos recibe con la mejor de sus sonrisas. Todos los morritos que ponía ayer se han transformado en amabilidad. Al menos no ha sido tiempo perdido. Salimos para el game drive muy temprano, tanto, que nos encontramos justo a la salida del Ol Tukai con dos elefantas dormilonas que todavía no se han levantado. Claro, como es domingo, se nota que se lo toman todo a otro ritmo. Ojo al detalle de cómo ponen las patitas, porque más de uno dormimos en la misma forma, claro que nuestros colmillos están algo menos afilados (o no). Están tumbadas bajo unos árboles que a mí se me antojan perfectos como diseño fashion para el de navidad. Por qué tendré que estar siempre pensando pijadas?


Parece que hemos llegado justo a tiempo, porque a los pocos minutos el más grande decide levantarse y echar a andar. Justo lo que hacemos nosotros. A lo lejos nuestra mirada se pierde en la inigualable imagen del Kilimanjaro. No deja de resultar curioso que para ver este monte de Tanzania hayamos tenido que ir a Kenia. Hay nieve en la cumbre, pero se nos antoja que no es tanta como debería. Será cosa del cambio climático, que llega a todas partes. Lo que el día anterior se nos había antojado como un puro desierto se nos muestra hoy diferente. Es cierto que hay zonas en las que parece imposible que haya vida, pues no hay nada, otras sin embargo están cargadas de vegetación, de agua, de vida. En un palmeral nos encontramos a un grupo de elefantes “desayunando”. Es increible lo que pueden comer estos bichos. Vale más comprarles un traje que invitarles a cenar. Las primeras leonas nos sorprenden en plena carretera. Imposible no verlas pues las tenemos justo delante de nuestras narices. La imagen es toda una novedad, porque los leones aquí no lucen melena. Vamos, que no tienen las pintas a las que estamos acostumbrados. Se distinguen bien de las leonas, aparte de por las “razones obvias”, porque sí tienen algo así como pelusilla, pero está muy lejos de la melena tremenda que se nos viene a la cabeza cuando imaginamos a un león. Uno de ellos lleva collar, con gps, suponemos, pero no consigue concederle el adjetivo de animal doméstico. Más bien al contrario, tienen una cara de mala leche del copón. Más allá hay otro grupo que parece tener intenciones de dar caza a algún búfalo despistado. Una nos lanza un berrido que nos deja patidifusos. Puede que le hayamos quitado las ganas de cazar, y es que hay cosas para las que los testigos sobran. No tenemos “suerte” y deciden echarse una siesta y dejar para más tarde la ardua tarea de matar algo para comer. La verdad es que yo me alegro, porque si ya en los documentales me impresiona la forma en que cazan, si lo veo en vivo y en directo lo mismo termino desmayada y con William haciéndome el boca a boca.














Más allá unos ñúes atraviesan la carretera mientras las hienas dan buena cuenta de las sobras que han dejado otros. Es un espectánculo tan dantesco como necesario, que ya sabemos que no viven del aire. Un poquito más lejos nos encontramos un eland, tan majestuoso como los que ya habíamos visto. William, que hoy está que lo da todo, nos alerta de que acaba de ver dos leones, “de luna de miel”, como dice él. Decidimos quedarnos a esperar a ver qué pasa. La decisión es acertadísima, pues a los pocos minutos deciden que es tiempo de pasar a la acción. Quizás son algo exhibicionistas y estaban esperando a que hubiera testigos de su amor. Dicho y hecho, el león se levanta, empieza a rodear a la leona, le da unos lenguetazos que la dejan patidifusa (léase, le besa el cuello hasta ponerla a tono) y de repente, tras. Copula que te copularás. Yo decido que no quiero ser leona porque “el asunto” dura unos diez o quince segundos. Vamos, que cuando mejor está el tema el león va y “se baja”. En ese tiempo, y al estilo humano, mientras se benefician mutuamente, el león le mordisquea el cuello que es una cosa loca, oye. Ella, sin embargo, parece que queda bastante satisfecha, se tumba mientras él sigue un poco zalamero a su alrededor. Al final él acaba tumbándose a su lado, pero no cerquita, que corra el aire. Sólo les falta echarse el cigarrín de después.


































Seguimos avanzando y parece que hoy va a haber espectáculo a todas horas, pues nos encontramos con un grupo de leonas devorando lo que parece un ñú. Las hienas, ansiosas porque llegue su turno no se separan demasiado. Resulta, cuanto menos sorprendente observar a estos depredadores tan cerca unos de otros, esperando su turno como esperamos nosotros en la carnicería. Y eso que ya han debido comer algo, pues muchas de ellas tienen la piel teñida de sangre. Mientras un león come los otros esperan su turno, vigilando que nadie ose a robarles la presa. Es algo dantesco, pero necesario. No hemos visto la caza pero sí el banquete que viene después. No muy lejos de allí vemos a un chacal que también ha debido madrugar para ir a buscar el desayuno.













En un momento aparecen ante nosotros imágenes de postal, un grupo de elefantes, cebras, impalas, gacelas, ñúes... todos a una en del desayuno dominical. El día está resultando absolutamente perfecto, y apenas lo hemos empezado. Llegamos hasta una zona de pantanos donde los búfalos están prácticamente enterrados. A algunos sólo se les puede ver la cabeza, no mucho más. También allí vemos elefantes. Y un poco más allá más elefantes (hoy parece que han decidido salir todos a nuestro encuentro), dándose un baño relajante de polvo. Uno de ellos es, sin duda, el hermano pequeño de Dumbo, precioso, tan chiquitín que te entran ganas de meterlo en el coche y traerlo a casa. Mientras nos quedamos bobos observándolos, el dumbito se pone a mamar de su mamá que es una gozada. Qué cosa preciosa!! Si ya los elefantes resultan espectaculares en cualquier lugar, verlos con el Kilimanjaro de fondo es algo que se quedará en nuestras retinas para siempre. No se puede contar con palabras las sensaciones que recorren todo tu cuerpo, la energía que inunda hasta el último poro de tu piel, que llega a ponerse de gallina ante tanta belleza.















Con las expectativas más que cumplidas, dándole razón al Costillo de que a veces es muy bueno madrugar, regresamos al lodge para desayunar. El resto de huéspedes empezaban a pulular por allí, y otros, que como nosotros habían preferido madrugar, iban llegando también para comer algo. Después decidimos sentarnos en la terraza, donde sí está permitido fumar, a contemplar la inmensidad que nos rodea. Sólo unos finos alambres nos separan de las bestias, o a ellas de nosotras. Con la sequía que hemos visto fuera rezamos para no ser el almuerzo de bestias hambrientas sin otra cosa mejor que echarse a la boca. Nos tomamos un cafetón, rodeados de americanos por todas partes, y disfrutando de las impresionantes vistas, con los animales al otro lado de la alambrada. Recogimos nuestro equipaje y, con un William realmente encantador, nos pusimos en marcha hacia nuestro próximo destino.


Días anteriores
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Día seis, aquí.
Día siete, aquí.
Día ocho, aquí.
Día nueve, aquí.Día diez, aquí.
Día once, aquí y aquí.
Día doce, aquí.

18 comentarios:

sacris dijo...

Ya quisiera yo estar a los pies del Kilimanjaro, ¡que envidiaaa!

anselmo dijo...

cagontó...¿es que has visto todos los tópicos de los documentales?...leones copulando y comiendo, hienas compitiendo con los leones.....
¿es que lostienenentrenados con horarios para turistas?

Conxa dijo...

uauuuuuuuuuuuu bira, que bonito el día de hoy!!!

No te has perdido nada, joooooo

gaysinley dijo...

Me encantan, de postal total, vamos ni el National Geographic, y ale tu sacando las intimidades de los pobre leones... jajaja!. Ya había leido yo eso del quiqui rápido, pues vaya, claro si la finalidad única es depositar la semillita... pero hombre ya que se ponen que disfruten un poco, no?

Como es el reino animal; animales me han parecido siempre las escenas en las que entre leones y hienas se zampan a una pobre gacela o lo que sea, por lo menos este instinto primario que también lo tenemos los humanos aquí se ve tal cual, en nuestra sociedad también existe pero se disimula porque claro como somos racionales, je!

Bueno, yo y mis divagaciones, sorry, que curioso, no sabía lo del león macho sin pelo, yo siempre me imaginé que todos eran con ese cuello peludo.

Muy buen post, siempre digo lo mismo, pero es que me fascinan... eso sí, wapa, peazo viaje... que envidia (sana)!

Un besote. Alber

Anónimo dijo...

¡El día perfecto! De todo lo que te he leído seguro que éste en particular no lo olvidareis jamás.

Me ha hecho gracia una frase "Willian haciéndome el boca a boca", creo que al final le cogiste aprecio a Willian; la verdad que me da un poquito pena, porque seguro que muchos turistas lo tratan como a un exclavo. Le tocará agüantar cada cosa.

Y nada más, me quedo flipado con el relato y con las fotos, son de una belleza fuera de lo común.

Besotes.

MIGUEL

Anónimo dijo...

BIRA LA AFRICANA TE VOY A LLAMAR JAJAJA

Carabiru dijo...

Qué chulada de viaje!!!

Crónicas Africanas según Bira, jejejejej.

La chica de ayer dijo...

Vaya, inmortalizaste una copulación felina!

Anónimo dijo...

Ostras!! cabrona, menudo viajito... que envidia... sniff sniff. Lo que no me queda muy claro es lo que andan haciendo el león y la leona, ¿no hay documento gráfico más explícito? jejejej...
Ah, por cierto, el meme me ha conmovido... no sé si seguir haciéndome de rogar... ;)

BIRA dijo...

SACRIS, bienvenido a tu casa y gracias por comentar. Yo también quisiera estar otra vez allí, especialmente ahora que hace un frío que pela!!

ANSELMO, todos y alguno más, jaja. La caza se nos escapó por poco, aunque vimos todos los rituales previos. Yo lo agradezco que soy un poco sentimentaloide y aunque sé que es ley de vida, también sé que me daría pena. Tuvimos muchísima suerte pues había leído en foros de gente que fue y no consiguió ver nada. Nosotros, la verdad no nos podemos quejar. Fue completito.

Bicos!

BIRA dijo...

Ay, CONXA, cari, lo que estoy perdiendo es la memoria de tanto esforzarla, que encima estos días ya la vagancia la tenía subida de tono y no anoté nada, madrequemeparió!

De hecho he visto que la fecha estaba mal y he tenido que editar el post. Soy lo peor.

GAYSINLEY, gracias, cari, pero nada que no hay forma de que nos contraten, y te digo que el Costillo y yo hacemos un equipo cojonudo. Yo pondría la nota graciosa, claro, jeje.

Yo tampoco sabía lo del pelo de los leones. El Costillo sí, que para eso se ha estado empapando no sé ni el tiempo. En Tsavo también son así, pero esa es otra historia.

Lo del polvo, no sé hijo, para hacerlo tan rápido casi vale más no hacer nada, no? que cuando estás cogiéndole el gustirrinín, ala, s'acabó lo que se daba. Ains. Muchas gracias por tus palabras tesoro.

BIRA dijo...

ANAPEDRAZA, creo que no olvidaremos nunca este viaje, porque fue total. Como he dicho, tuvimos muchísima suerte y todo salió a pedir de boca. Los problemas con William al final no fueron más que chorradas, aunque claro, siempre jode que intenten tomar a uno por tonto. Y más cuando eres una persona bastante generosa que sabe apreciar (y remunerar) el trabajo bien hecho. Con Amir todo fue fantástico y cuando le dimos la propina al final del viaje bailaba. Con este las cosas fueron un poco complicadas, pero no tanto como para estropearnos el viaje. Dios lo libre!

YERAY, cuidadín que un día me tienes viviendo en el continente, jeje

CARABIRU, mira a ver si mueves algún hilo y me contratan en algún sitio, la reportera africana para XXX (aquí el canal de televisión y/o revistas).

BIRA dijo...

LA CHICA, yo no fui... fue el Costillo! YO la he hecho pública, jeje.

SANTAPECADORA, no me seas perraca y si estás conmovida, MANIFIÉSTATE (entregándome el premio, please). Espero que estés ya recuperada.

Mil besos y muchas gracias a todos por soportar mis parrafadas africanas. Sois unos soles!

Thiago dijo...

CAri, en ste pos con el kilimanjaro de fondo sale mucho Williams, eh ¿ tu no tendrias una aventurita con el tal williams? jaja uy esto no se puede decir que te lee la familia el blog, no? jajja pero eso de pensar en el para el boca a boca, a mi me suena a La Reina de Africa, jaja

O tienes mala conciencia dle post anterior, jaaja

JAAC dijo...

Todos los leones que nosotros vimos en Tanzania eran de melena "pelusera" pero porque eran jóvenes. ¿Los de allí no tienen la melena más larga cuando se hacen mayores?

Por un momento pensaba que ibais a subir al Kilimanjaro. Y sí, el tema de la nieve es real. Las nieves perpetuas del Kilimanjaro dejarán de ser perpetuas en pocos años, el cambio climático :-(

Y todo eso antes de desayunar... no está mal :-)

BIRA dijo...

No, JAAC, a los de aquí no les sale mucha más melena. Si te fijas en las fotos, el que está dándole al tema con la leona tiene un poquito más, pero hay uno que lleva un collar que está más que "desarolladito", pero si no te fijas en sus partes nobles parece una leona.

Nos gusta viajar pero hay aventuras que no están a nuestro alcance: subir al Kili es una de ellas. Me canso sólo de pensarlo.

No estuvo mal, no, la verdad es que no me quejo.

Gracias por tus palabras, Jaac.

BIRA dijo...

Pues no IAGO, cari, no tuve aventura amorosa erótico festiva alguna con William, aunque no estaba mal físicamente, que conste.

Mala conciencia se te queda cuando ves las absurdas triquiñuelas que hacen algunos para ganarse unos euros. Ains, si en el fondo hasta debo tener corazoncito.

Besos, cari!

Laura dijo...

Qué cambio el William y qué día tan redondo.
Besos.