La señora Alma es mi amiga y profesora de conversación, y su apellido, Alma, le viene como anillo al dedo, porque esta mujer es todo sentimiento.
Nos conocimos casi de casualidad, aunque a mí me gusta pensar que fue el Destino, con mayúsculas, quien la puso en mi camino. Aquí al ladito de casa había (ahora la han cambiado a no sé dónde) una asociación de voluntariado para personas mayores de cincuenta y cinco años. Se dedican a diferentes actividades y una de ellas, la que en este caso nos interesa, son las clases de conversación en Holandés con ciudadanos extranjeros, como yo, vaya.
Después de salir de los cursos intensivos de la Universidad con la cabeza llena de gramática y construcción de frases, y mil dudas no veía muy claro por dónde seguir y un día, sin saber muy bien porqué me dirigí hasta la oficina por la que había pasado miles de veces. Y pregunté. Yo al principio pensaba que era una especie de intercambio, que alguien hablaría una hora o dos conmigo en Holandés y antes o después, haríamos lo propio en Español. No, no. Somos voluntarios, me dijeron, y usted no tiene que hacer nada a cambio. Las clases consisten en que se le asigna un voluntario con el que pueda conversar durante el tiempo que ustedes establezcan. Ok. Vale. Dejé mis datos y un par de horas más tarde me llamaron por teléfono: ya tenían una voluntaria para mí! Vive a tres minutos escasos de casa, con lo cual acepté encantada (te preguntan si te viene bien o prefieres a otra persona… que ya me diréis, si no conocía a nadie qué me importa a mí que me den a Pepito o a Juana). Cuando vino el Costillo le conté lo que había hecho y le dije que hiciese el santo favor de llamar a esa señora porque el teléfono, el idioma y yo juntos no hacíamos muy buenas migas. Lo hizo y concertaron una cita para la primera clase.
Me llamó la atención lo de Alma, tan clarito, en Español. Y de las primeras cosas que le dije, recuerdo ahora casi ruborizada por no saber que el mevrouw (señora) no va acompañado nunca del nombre, sino del apellido, fue acerca precisamente de su “nombre”. Ahí empezó una relación que dura ya unos cuantos años y espero que sean muchos más, pues las citas son ahora más de amistad que lectivas, y podemos pasarnos el tiempo hablando de política, medicina, sociedad, el precio del pan o cualquier otro tema, también de plantas, por supuesto, ya que ella es una experta. No os digo más que este lunes cuando estuve en su casa, estaba toda emocionada porque por fin!! había descubierto el nombre de la “planta que me regalaste”. Y yo, ojiplática perdida, ya, se llama Hoya Carnosa. Y ella, pues cómo lo sabes? Y cuando le conté la historia que, inexplicablemente había olvidado relatarle con anterioridad, la buena mujer se escacharraba de risa: Desde México han tenido que venir en nuestra ayuda! Ella, después de ir al jardín botánico (del que debe ser una habitual), a diferentes tiendas y buscar acá y acullá, se metió en la biblioteca y no salió de allí hasta que dio con el nombre de la planta en cuestión.
Mw. Alma es una anciana encantadora, de la que he aprendido algo más que pronunciación. En sus años mozos fue enfermera y ha vivido y trabajado en muchos países diferentes, amén de los que ha visitado como turista. Es una viajera infatigable todavía hoy. Y así, practicando practicando nos hemos ido contando la vida, claro que la suya es mucho más interesante: sus cursos en Italia para aprender Italiano y poder ejercer allí su profesión, su estancia en Inglaterra, sus eternos viajes a París, su locura por las diferentes culturas (en la entrada de casa tiene varios carteles en diferentes idiomas dando la bienvenida), los tiempos de la Guerra y cómo su familia protegió a niños judíos durante la invasión alemana… los problemas de salud, suyos y de Mamá, la vida, que pasa, las travesuras de Snake, los celos de Bonnie o la ternura de Chipie… de todo charlamos como dos cotorras. Y es que uno no se cansa de hablar con alguien así. Ella no lo sabe, porque no se lo he dicho, pero yo le he endosado el papel de Abuela, con mayúsculas, porque a mí ya no me queda ninguna, y ella es la abuela que todo el mundo debería tener.
Las charlas con ella son a menudo auténticas lecciones de historia, pues la buena mujer ha vivido lo suyo y lo tiene todo convenientemente documentado. Muchas veces, para acompañar las charlas recurre a sus innumerables álbunes de fotografía. Resulta curioso observar la evolución de un país a través de la vida de una persona. Incluso a veces, observar las diferencias abismales entre su país y el mío durante ciertos años. A pesar de ser mayor que mis Padres, ella tiene fotos desde que era bebé, y de antes por supuesto. Mis Padres no tienen ni una sola foto de niños, porque por aquellos tiempos no había dinero para esas cosas, o lo había, pero era otros quienes lo atesoraban. Ustedes me entienden, verdad? Mirar sus álbunes de fotografía se convierte en un paseo por unas cuantas décadas, observando cómo fueron evolucionando los autos, o las modas.
Físicamente es pequeña, muy pequeña (supongo que consecuencia de la edad), con el pelo entre rubio y blanco y unos ojos azules rebosantes de inteligencia. A pesar de su edad acude dos veces por semana a clases de Francés; lectora incansable, es asidua a varias bibliotecas; da clases a varias personas y tiene una vida social que ya quisiera yo para mí. Y hay que verla pedaleando!
Hoy es su cumpleaños. La llamaré para felicitarla, pero lo celebraremos juntas el lunes, que vendrá a casa porque quiere ver cómo van mis plantas (a la carnosa la mira con ciertos ojitos de envidia, porque claro, la suya está más pequeña y todavía no ha dado flores), nos tomaremos un té, porque no puede beber café aunque le encanta, entonces yo, cafetera como si me apellidase Valdés, en solidaridad, siempre que viene tomo té, y preparé algo dulce y le haré unas magdalenas para que se lleve, que le encantan las que le hago, rellenas de chocolate.
Cuando cumplió los OCHENTA, una de sus sobrinas y varias amigas organizaron un fiestón por todo lo alto. Le dijeron que estaban prepando algo para celebrarlo y contaron con ella porque querían que los invitados fuesen los que ella quería, y la señora conoce a tanta gente de tan diferentes orígenes que su sobrina se veía perdida. Hicieron unas invitaciones monísimas, y fue la propia Mw. Alma quien se encargó de repartirlas. Nosotros tuvimos el honor de asistir. Fue en el Jardín Botánico (que todavía no habíamos visitado, y lo mío tiene delito, pero lo del Costillo… ni hablamos, que él es de aquí!). La sala estaba llena de banderines y de comida preparada con recetas procedentes de todos los rincones del planeta. Entrar allí fue como acudir a la ONU, tal cual, no sé las nacionalidades que habría.
Su catadura moral creo os quedará clara al saber que en las invitaciones hizo constar que no se admitían regalos y que si alguien deseaba obsequiarla con algo, que lo hiciese donando el dinero que pensaban gastarse a Médicos sin Fronteras. Con dos cojones!
Su sobrina, que algo de la tía habrá heredado, le hizo entregar, junto con las invitaciones un sobre cerrado (del que ella no tenía conocimiento), en él se nos pedía que redactásemos una receta de un plato de nuestro país, ya que a la homenajeada no sólo le entusiasman las diferentes culturas, sino también las distintas gastronomías del planeta. Así lo hicimos, y con las páginas de todos llenaron un archivador de esos grandotes que decoraron con fotos y que quedó la mar de vistoso. Estaba más contenta con su libro de recetas que un niño con zapatos nuevos.
12 comentarios:
Que persona más interesante, debe ser genial pasar un ratito con ella charlando y empapándote de historias fascinantes.
Por cierto, me alegro de que ya sepas el nombre de la planta.
Besucos!
Que envidia me das...en serio. Me parece interesantísimo la amistad entre dos personas de edades tan distantes...y creo que tu aprendes de ella, pero seguro que ella de tí también. Estoy segura de ello. Besos y felicitala de mi parte.
Es su cumple? Pues felicidades!
Tiene que ser la leche, Mw. Alma.
Osea, que tiene 80 años y está estudiando Francés...
Ahí estamos. Con un par.
Lo mismo para mis próximos cumpleaños le copio la idea de: no se admiten regalos, pero sí donaciones a MSF.
En fin, menos mal que queda gente así, aunque sea poca ;)
Un besote!
Cuéntale la próxima vez que tienes unos amigos locos en el hiperespacio a los que les gusta saber de su existencia. Y prepárale esas magdalenas de chocolate.
A todo esto... ¿A cómo está el pan alli?
Me ha encantado leer esta entrada, reconoco que incluso se me han saltado las lágrimas al final y, dios no lo quiera, no soy un sentimental, así que me temo que he dado con un blog escrito por alguien que sabe llegar a mí corazón. Es una historia estupenda, y esa señora merece la pena conocerla y, sobre todo emularla, porque quién no quiere esa vida para sí, y sobre todo a los 80 años estar como ella y hacer nada más que la mitad de cosas que hay en su agenda. Tienes mucha suerte al teneros en vuestras vidas. Un abrazo.
WEBLARA, cuando estoy con ella hay momentos en los que parece que el tiempo vuela. Hace la conversción muy amena. Es una genial conversadora y puedes charlar de cualquier tema con ella (aunque hay algunos que, por pudor, no saco). En eso me recuerda mucho a otra persona que tuve la inmensa suerte de conocer.
Yo me puse a dar saltos cuando supe, por fin!!, el nombre de la planta, pero tenías que haber visto la carita que puso ella cuando me contó que lo sabía. Ainsss. P'a comérsela!
SOL, creo en la Amistad a cualquier edad, sólo hay que tener ganas de dar y que haya un buen receptor dispuesto a lo mismo. Como le decía a Weblara, hubo otra persona así: una tía mía que con ochenta y tantos años fue una de mis mejores amigas... fue hasta mi ahijada! La única que he tenido. De hecho no sé si quiero tener más, porque es insustituible. A ver si un día reuno fuerzas y escribo sobre y para ella.
FORGIVEN, tiene algunos más de ochenta, porque el fiestorro fue cuando cumplió 80 y de eso hace unos años. Pero tampoco lo voy a contar todo, no?!!
Creo que queda más gente así, pero cuesta encontrarla, por eso digo que fue como si el Destino la hubiese puesto en mi camino. Es más moderna que muchos de quince, veinte y treinta años que conozco. Y bastante más abierta a todo. Y su labor de integración con los inmigrantes me deja sin aliento: ha dado clases a gente de prácticamente todo el mundo y les ha ayudado en todo lo que ha podido. Cosa que, por cierto, heredó de su Madre, que hacía lo mismo y se fue a los 92... dando clases casi hasta el final. Estas personas están hechas de otra pasta.
STULTIFER, ya le hablo de vosotros, que yo no puedo tener nada callado, jajaja! Y le cuento historias que escribís y me llaman especialmente la atención o anécdotas. Y ella se parte. Le da un poco de miedo lo del internet porque piensa (y no le falta razón) que si lo tuviese en casa estaría todo el día ante el ordenador, y dice (otra vez con toda la razón) que la vida tiene cosas más interesantes.
Ah, el pan si vas al super, la barra a uno con algo (no recuerdo exactamente), pero tenemos una panadería pija que te cagas aquí al lado que yo fui un día y pensé que me estaba vendiendo el pan el Dioni. Menudo atraco! Una baguette y dos napolitanas... ocho euros! No volví, claro. Mw. Alma picó también sólo una vez :)
NILS, gracias por lo que dices, pero tan malo es que alguien pueda llegar a tu corazón? Qué escondes en él? Es broma. Me han emocionado tus palabras porque yo sí soy una sentimental y con este clima que tenemos últimamente más todavía.
Yo me apuntaría a que TODOS, hasta los que me caen fatal, pudiésemos llegar a su edad en esas condiciones (a pesar de que enfermedades tiene, no vayais a pensar, y alguna seria, pero la va capeando con fortuna. Toco madera que siga haciéndolo!). Tiene una vitalidad...!!
Muchos besos a todos y gracias por pasaros por aquí.
La felicitaré de vuestra parte, por supuesto!.
No sé a quien envidiar más si a ti o a la Sra. Alma jeje XD no te creas!
Qué fuerrrrrte... hablas holandés. ¡Me quito el sombrero e incluso el cráneo! Admiro a las personas que Hablan En Lenguas.
Me ha encantado tu entrada. Qué pocas veces nos acordamos de que la amistad no tiene que tener barreras de edad ni de nada. Y lo mucho que se aprende y se disfruta de la amistad con personas más mayores. ¡Un beso!
Qué bonito post! me encantaría conocerla, que bien la has descrito me han dado ganas de besuquear la pantalla y todo. Saludos!
AMAVELI, reina, envídiame a mí, que tengo la suerte de conocerla. Ella, la pobre, la de sufrirme! Ains.
GWATHA, a que parecía más tonta, eh? jaja, yo también lo pienso, no creas. Cuando llegué aquí, y en especial a esta familia, cogí complejo de subnormal, porque todos hablan como mínimo dos idiomas bien y otro regular (el Costillo seis y Mamá Costillo siete, con los cual les cogí hasta manía en aquella época). Y yo, bueno, pues estudiarlos se me daba muy bien, pero hablarlos y entenderlos no, nunca ha sido lo mío.
Ahora me sigue dando mogollón de vergüenza (que pensé no tenerla!!!) hablarlo y hay personas a las que sigo sin entender. PERO he llegado a la conclusión de que son ellos, que pronuncian mal, jeje. A Mw. Alma le entiendo todo, así que...
La Amistad, con mayúsculas, es uno de los mayores tesoros que tenemos y normalmente tendemos a dar cosas por hecho y a no cuidar a nuestros amigos como se merecen. Es la vida, que nos lleva siempre a carreras... y nosotros, que somos vagos de cojones!
DI, gracias, reina. Es un solete, y de verdad que no te dejaría indiferente. Yo le doy unos achuchones que la traigo loca, debe pensar que estoy un poco taradita...
Besotes inmensos para todos!!
Ah, pero ves, mamarraxa, es que yo este post me lo perdí... y no me digas pq. Pero no veo yo mi comentario, -siempre atinado, hay que decir, jaajaj-
y es que ya estaba yo un poco mosqueado por si ibas a una clase de "creación literaria" o algo asi, y, lo peor, por si estabas aprendiendo algo, jajaja
Bezos.
Parece que fue con este post con el que enamoraste a NILS al que veo que te une una gran amistad y cariño y -no te creas que no- me tiene un poco celoso, jajajaaj
Bezos.
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