jueves, 26 de junio de 2008

Oh, là, là!! (I)

A cada paso surgen ante mis ojos (desorbitados) inmensos edificios de múltiples estilos. Cada calle se abre ante mí con toda su inmensa grandeza, las amplias avenidas pobladas de árboles, los balcones, las ventanas, con sus flores me dan la bienvenida. París, por fin estoy aquí!! Esta adicción que estoy sufriendo a hacer foto de todo y que no sé cómo terminará hizo que no pudiese esperar a bajarme del coche para comenzar y así, a medida que avanzábamos, iba disparando al más puro estilo de Clint Eastwood en Dirty Harry : allá un edificio de viviendas que me parecía especialmente hermoso, ahí la Magdalenae, más allá el Obelisco, al que le di recuerdos de su hermano, el que se quedó en Egipto… un no dejarle descansar al botoncito os digo. Y bueno, el resultado de esas fotos sobre la marcha la verdad es que no me ha decepcionado. Ahí La Magdalenae, desde el coche.


Después de registrarnos y dejar las maletas en el hotel nos dirigimos hacia Pere Lachaise, (pinchando sobre el nombre accedéis a su página web, donde es posible realizar visitas virtuales) cementerio en el que reposan para siempre, entre otros Jim Morrison, Oscar Wilde o la irrepetible Maria Callas. Tal vez no sea el lugar más apropiado y alegre para empezar la visita a una ciudad en la que no había estado, pero el Costillo tenía hechos sus planes y la casilla de salida estaba allí.


















Me impresionó, me impresionó muchísimo. Siempre me han llamado la atención los rituales y parafernalia que envuelve a la muerte y aquí tienes para hacer una tesis: desde tumbas que más que un sepulcro parecen un monumento al egocentrismo (de la familia, supongo, que el muerto poco tendría ya que contar), desde las que están sumidas en un abandono total a las que permanecen sepultadas por ramos de flores y más flores, estatuas, obeliscos… La tumba de Jim Morrison me decepcionó, no fue lo que esperaba. Lo único destacable que ahora está vigilada por un policía y que la gente sigue depositando allí cosas como cigarros para que el bueno de Jim los disfrute allá donde esté.















Durante todo el recorrido, a lo lancho largo y costados del cementerio una sola idea venía a mi cabeza, una y otra vez: “Dios mío, qué solos se quedan los muertos!”, que diría nuestro amigo Gustavo.




Es posible contemplar tumbas y mausoleos de todos los tipos y tamaños que os podais imaginar (y más). Algunos son pequeñas obras de arte, otros una horterada como un templo, más ridícula si tenemos en cuenta el lugar en que se alza. Una parte que me llamó especialmente la atención fue aquella en la que descansan las urnas con cenizas. Algunas de aquellas pequeñas lápidas bien podrían ser piezas de museo, por lo original, por lo artístico, por lo profundo.



Me llamó mucho la atención (ignorante que es una) que en la actualidad todavía se celebren funarales y entierros allí. Es una sensación tremendamente extraña estar en plan turista, un poco despreocupado de la vida (aunque las reflexiones en un lugar así para mí son inevitables) y encontrarte con un cortejo fúnebre. Te sientes fuera de lugar, incómodo, molesto. Como si estuvieses violando la intimidad y el dolor de esa familia. No sé, una cosa rara. La vida sigue.






Desde allí nos dirigimos a Montmartre, en el distrito 18. El paseo por esta zona es visita obligada, pues en mi opinión es uno de los barrios con mayor encanto, lleno de cafés, de pequeñas tienditas, de gentes venidas de todo el mundo, de cuestas, de escaleras (madre, Stulti, cómo me acordé de ti!!). Nos tomamos una crêpe rellena de jamón y queso que resucitaría a un muerto. La imagen de la Basílica del Sacré Coeur, desde abajo, resulta impresionante. La blancura del edificio, en contraste con el verdor del cesped y cientos de colores de las ropas de las gentes que por allí pasean, o eligen el lugar para pasar un rato contemplando la ciudad. Para llegar hasta él hay dos opciones: subir unas escaleras creadas por el diablo (opción rechazada para la subida. La bajada no fue tan mala) o tomar el funicular (opción óptima, especialmente recomendada para vagos como yo que sólo soportan los escalones en el blog de Stulti). Llegados a la cumbre las vistas son im-pre-sio-nan-tes. Cientos de personas disfrutan de ellas sentados en la inmensa escalinata, mientras se escucha música en vivo interpretada por artistas callejeros. Seguimos el paseo hacia la Place du Tertre, donde además de múltiples restaurantes y tiendas donde comprar souvenirs, puedes encontrarte con artistas que acuden allí a pintar o a vender sus obras, o a hacer retratos o caricaturas. Una gloria a los sentidos, más de alguien que no sabe hacer la o con un canuto.















Continuará...

25 comentarios:

Stultifer dijo...

Vaya. Parece que estuviste de viajecito de placer...
Un día te contaré la leyenda de la castañera de un pequeño pueblo de Italia que sólo deseaba tener un túmulo importante en el cementerio. Estuvo toda la vida guardando dinero. Al fallecer, el pueblo le hizo el mayor monumento funerario que actualmente existe allí. Vaya, te la conté sin querer.

Laura dijo...

Ahhhhhhh, te envidio sanamente, París! Nada más y nada menos. El primer capítulo has estado estupendo. Me encanta Oscar Wilde! Muy bien ilustrado, como siempre. Espero ansiosa el siguiente post. Bises.

Anónimo dijo...

Oh, la la, Paris, con su grandeur... qué peazo ciudad. Qué más se puede de una ciudad donde hasta los cementerios son visitables de lo hermosos que son (el camposanto como lugar bello donde los visitantes puedan suavizar su dolor con la hermosura del entorno: ese concepto no lo tenemos muy desarrollado en España)... Disfruta París a tope, no te dejes nada por recorrer. Un besazo,

★Carlos Becerra★ dijo...

BIRA:

París es la capital del planeta que mas me gusta, la ciudad luz, la casa del Sena, el rincón del romanticismo...

Que bella es, y te juro que tengo alguna fotos tomadas en los mismos lugares de las tuyas.

Ya fui cuatro veces, una de pequeño con mis padres antes de separarse, la segunda con amigos y amigas en mi adolescencia, la tercera con mis ex-mujer, y la cuarta hace un par de años con mi hijo mayor (Carlitos).

A Isabel, que ya fue una vez con su familia, le tengo prometido un viaje a París proximamente, se que como me pasa siempre encontrare cosas nuevas en esa París ya tan caminada por mi, y es seguro que en compañía de Isabel vera ese cielo parisino mas radiante de estrellas, y la tour Eiffel mas alta, dicen que quieren agrandar su mirador, ya esta el proyecto para hacerlo sin modificar su estructura.
Te imaginas que si ahora la torre no parece majestuosa y maravillosa lo que habrá sido para los ojos de los participantes de aquella feria internacional de parís en los principios del siglo XX.
Dicen los libros de historia que se alzaron muchas voces en contra de esa "monstruosidad de acero", como la llamaban, los muy tontos.

En mi ultimo viaje nos hospedamos con Carlitos en un hotel justo atrás de la Sagrada Familia, a unos cincuenta metros de la Place du Tertre de la que tu pones la foto, de allí bajando la escalinata todo Montmartre a nuestro placer, como me gusta caminar este barrio de día y de noche, desde ese carrusel al final de las enormes escaleras de la Sagrada familia, pasando por el Moulin Rouge, el Pigale, todas las tiendas de cositas raras y llegar caminando hasta el barrio haitiano...ohhhhhhh...como me gusta el barrio haitiano...

Ahora me recuerdo, que un día saliendo del hotel, a Carlitos uno de los artistas que acuden allí a pintar o a vender sus obras, o a hacer retratos o caricaturas le realizo una obra rápida, se la enrollo, y le decía en francés (lengua que mi hijo no maneja) que eran 50 euros, yo vi lo que había tardado en hacer aquellas lineas, y me acerque y le explique a ese "francesito" que nosotros eramos argentinos, no idiotas, y que su negocio seria el de vender sus obra, en las que tarda tres minutos, y son bastante malas, en 5 euros, y así solventar sus estudios de arte.

En fin BIRA, el abuso a los turistas esta en todas partes.
Pero yo a París le perdono todo, esa ciudad me enamora.

Un cariño grande y gracias por tus afectuosas palabras para Isabel y yo en mi blog.

Besos a todos los de la BIRAESFERA.

CarlosHugoBecerra

belenmadrid dijo...

he ido varias veces a parís pero nunca se me ocurrió visitar el cementerio.. qué curioso! la próxima vez me tengo que pasar..

Nils dijo...

y mira que a mí el cementerio no me llama nada la atención.

Eco dijo...

Jo, yo a París fui con 10 o 12 años y todo lo que vi fue Disneyland. No exagero, me tiré una semana entera allí metida, y eso que yo sólo me monté en los caballitos y el las sillas voladoras...

... dijo...

Ahhh…¡Ahora sí!...¡Que tanto fútbol, este post está buenísimo! Me siento como la langosta… ¡En su salsa! ¿Escuchaste la canción…”Estaba la langosta en su salsa, y no me la comí porque estaba muy sala’”?...Bue, eso es lo de menos…¡Vayamos al cementerio que es lo que me gusta!.
Creo que el Costillo es muy inteligente, esa era la mejor manera de empezar. Me gustó como lo contaste, te puedo ver entre las tumbas con los ojos desorbitados tratando de captar todo y compadeciéndote de las tumbas rotas. (Me encanta la imagen donde se ve el deterioro)
Lo que sí no me acaba de cerrar es que yo haya estado esperando ansiosa tu regreso, traumatizándome con los post programados y tú… ¡Paseando por París! Es verdad que el que nace pa’ tamal del cielo le caen las hojas… ¡Yo! Soy una desdichada buaaa.
No logro agrandar la sexta imagen, me quedé con las ganas de ver ese ángel (o no sé qué blanco) Digo la escultura que parece no tener cabeza, al menos eso veo yo ¿Estaré viendo bien?...¡Pa’ qué seré tan curiosa, Dios mío!
Bueno Birin, seriamente, me alegro que hayas vivido estas cosas con el Costillo…¡Y que las cuentes!
Te quierooo.
Besos cuatromiles.

BIRA dijo...

STULTI, no vas a ser sólo tú el trotamundos, eh! La leyenda me ha encantado. Te diré que conozco a un tipo que hace años se compró (no es la novedad, que eso lo hace mucha gene) un pedacito de tierra en un campo santo. La diferencia es que él ya se ha hecho construir una pequeña estatua y todo. Que digo yo, joer qué mal gusto estar preparando tu propia tumba, no? Capaz que va a "llevarse" flores y todo. Hay gente para todo.

Madre de dior la cantidad de escaleras que hay en París, virgensantísima. Me acordé tanto de ti que era como si estuvieses conmigo. No te pitaban los oídos?? Me sorprendí a mí misma haciendo fotos de escaleras, jaja. Alguna buena hay, así que si un día te faltan imágenes, no dudes en pedirme alguna.
Besos.

LAURA, siento que esto tenga que ir por capítulos, pero ya sabes el rollo que tengo siempre y claro, entre eso y seleccionar fotos, pues al final es imposible meter todo en uno. A ver si puedo hacer otro post para hoy. Me alegro mucho de que te haya gustado. Besos, reina.

BIRA dijo...

GWATHA,por desgracia ya estoy de vuelta. Salimos el jueves por la tarde y regresamos el domingo justitos para ver el partidazo de España (oé, oé, oé, oéeeee). Recorrimos lo habido y lo por haber, aunque claro que es imposible verlo todo. Sólo el Louvre me llevaría dos meses! Pero bueno, una visión general de la ciudad sí me he llevado, y me ha encantado. Un besote, guapetón!

CARLOS tú ya eres un experto en la ciudad. Yo no había ido nunca, y la disfruté al máximo. Me pareció una ciudad fantástica en la que cada esquina merece atención (y foto, claro!). Dior bendiga al que inventó las cámaras digitales y las supertarjetas de memoria, jeje.

Y cumple como un campeón y llévate a Isabel a la ciudad del amor (esto me parece más tontería, el amor está en las personas, puedes estar en el sitio más feo del mundo, que si es con la persona que quieres y te quiere, será el más maravilloso que existe sobre la faz de la tierra) y disfrutad a tope de ella. Os lo mereceis.

Besazos inmensos para los dos.

BIRA dijo...

GÉMINIS, a pesar de que no me gustan los cementerios (lo siento, Vivian), porque tengo una relación con la muerte desde pequeña un tanto extraña, este creo que merece la pena. No te voy a negar que a veces se me partía el alma (no voy a entrar en detalles, que no quiero partir la de los demás), y que no me sacaba de la cabeza la frase que he dicho, porque de verdad se veían algunas tumbas muy cuidadas, con flores frescas... y otras que no han recibido una manita desde hace una eternidad. Además, me impresionó que como los árboles son tan enormes, sus raíces han levantado algunas construcciones y la imagen es siniestra, pero tiene algo.

Lo peor, y lo digo sinceramente, la sensación de falta de respeto al dolor de otros. Al fin y al cabo eres un turista, no tienes a nadie (afortunadamente) a quien llorar o recordar allí y encontrarte con un funeral o con personas que están visitando a su familiar o amigo desaparecido... es un poco así de aquella manera.

En la tumba de Morrison ahora hay policía, porque hubo muchísimas quejas por el comportamiento de los turistas. Yo no creo que fuese sólo allí. Para ser honesta todos estamos siendo irrespetuosos: no creo que me hiciese mucha gracia estar en el otro lado y ver a la gente, cámara en mano, sonrisa en la boca, paseando por allí.

Besos.

BIRA dijo...

NILS, si tuviese que quedarme con una sola cosa de París, puedo jurar que no sería el cementerio, pero creo no me arrepiento de haberlo visto. Si lo piensas fríamente, puede ser una lección de historia, o de arte... funerario, que también existe. Besos.

ANA, la verdad es que aborrezco ese tipo de parques. Creo que volvería al cementerio antes que tener que ir allí, jajaja. Aunque claro, con 10 años no debe existir lugar mejor en el mundo. Besos.

BIRA dijo...

VIVIAN,no sólo de fútbol vive el hombre (ni la mujer), pero hija, estos días es lo que toca. Lo siento de verdad por los que como tú no tenéis interés en este deporte. Un besito de consolación? Muaka!!

Al grano. Sabía que te encantaría, lo sabía. A pesar de lo vital que eres, que rebosas vida por todos lados, tienes una afición por estos lugares algo siniestra. No serás bipolar o algo? jajaja.

Me alegro de que te haya gustado. La foto de la que hablas... no sé porqué si subo todas las fotos de la misma forma hay algunas que después no se puede abrir. No puedo darte una explicación porque no la tengo. Es algo raro, raro, raro.

Esa imagen la hice, por el deterioro, por la masificación, y sobre todo por la imagen del "supuesto" ángel, que está con la mano en la ventana del mausoleo como queriendo entrar. Sí tiene cabeza, pero la lleva cubierta, igual que el resto del cuerpo por una túnica. Me llamó mucho la atención, era siniestra, era diferente, era... bueno, ya ves lo que era, jajaja.

Yo también te quiero, tesoro, y me duele haber programado los post y que te hayas sentido mal, sniff, sniff (ha colado? jeje). No, en serio, lo de programar fue para que no os olvidaseis de mí, que esta vida moderna va tan rápido que parece que todo tiene fecha de caducidad. Lo de tu sufrimiento, hija, yo te hago un "ya pasó" y te dejo nueva, vale?. Besotes.

Thiago dijo...

Bueno la crónica estupenda y el viaje turístico de cine, eso si, como dicen todos, yo al cementerio prefiero ir "de morto" la verdad...¡que me espere muchos años! Además no me inspira nada ver una tumba de un famoso: la tumba estará allí, pero él cuerpo donde andará?

Bezos.

BIRA dijo...

Iago, por supuesto, que nos esperen allí moitísimos años!!

De verdad que no me apetecía nada ir, pero el Costillo, que ya había estado, quería volver. Y la visita, salvo lo que he contado de la mala conciencia por molestar, mereció la pena.

A ver si la siguiente crónica te apetece más. Besotes!

JAAC dijo...

Me había perdido esto. La verdad es que París no entra, en principio, en nuestra lista de destinos deseados, aunque llevamos un tiempo mirando para pasar un fin de semana o similar (un regalo de cumpleaños tiene la culpa). Pero según lo cuentas y con las fotos que has puesto más ganas de verlo todavía.

Respecto al cementerio... los cementerios suelen ser unos lugares muy originales y dignos de visita. De hecho incluso escribí hace tiempo una entrada en mi blog hablando de los cementerios que había visitado (cementerios). Son lugares especiales.

¡Ah! y te entiendo perfectamente en el tema foto... soy de los que hacen miles.

BIRA dijo...

Jaac, si admites consejos, te doy uno: me parece un regalo de cumpleaños co-jo-nu-do. Tiene mucho para ver y muchíiiiiiisimo que fotografiar, te pondrás loco. Yo me he traído más de seiscientas fotos (de ahí que tarde tanto en poner los post, que no termino a decidirme por cuáles poner. Soy un desastre).

Lo de los cementerios es porque la muerte y yo tenemos una relación muy extraña desde que era una cría. Estos lugares me dan una pena infinita y con frecuencia pienso que sería mejor que no existiesen, aunque este me gustó (con las salvedades que he dejado escritas por ahí). En mi opinión debería ser monumento y ya, porque es bien desagradable pasearte por allí haciendo fotos y sintiéndote culpable de violentar a los que están allí para enterrar a un ser querido. En fin, la vida es así.

Voy a añadirte a mi lista de favoritos, porque tengo tanto lío de blogs que me pierdo y creo que en el tuyo hay cosas muy interesantes que todavía no he leído.

Un beso.

JAAC dijo...

La verdad es que casi todos los cementerios que he visitado ya están cerrados a los clientes, vamos, que no se pueden enterrar más.

He visto románticos de finales del XIX; alegres con divertidos dibujos y bromas en las lápidas; cementerios habitados, con los guardianes en los mausoleos; y cementerios horribles con víctimas de guerras absurdas (Berlín, Bosnia, Hiroshima,...). Tienen un algo especial. Y eso que yo soy de la opinión de que ésta es la mejor vida que podremos vivir porque no hay otra después; ni otra, ni nada; que ya está; que aquí se acaba todo; por mucho que nos empeñemos en creernos tan sumamente especiales frente al resto de seres vivos.

Honor que me haces :-) Muchas gracias.

Y yo con estos pelos dijo...

Madre mia Bira, con este post me has tocado el corazoncito o la vena sensible, como quieras llamarlo. Me encanta la ciudad de Paris, me vuelve loca, he estado en ella 8 veces, la primera cuando tenia 6 años, y la ultima en Marzo de este año, todas las veces muy diferentes, primero con la familia, luego con el colegio o instituto y despues con un "amigo" que esta estudiando y ahora trabajando alli.

Me vuelve loca, y debo reconocer que me encantaria pasar alli una temporada, no ir a vivir para siempre, pero si unos meses, o quien sabe, un año jejejeje

Un besito!

Y yo con estos pelos dijo...

Por cierto, tengo unos recuerdos de montmartre alucinantes, sentada en las escaleras de la parte de arriba, con mi "amigo" los musicos tocando (ademas eran buenisimos cantantes) y con toda la ciudad de paris delante, la verdad que la palabra impresionante se queda corta, porque mas bien me quede sin palabras!!!

Un beso

BIRA dijo...

Sonia, creo que te he tocado el punto débil, eh!! El "amigo" es el del post ese que nos debes, verdad?

Hija, vivir un amor en París debe ser lo más de lo más. Aunque el amor, siempre lo digo, no necesita de sitios especiales, cuando es amor de verdad se disfruta hasta en el lugar más feo del mundo.

Besos.

Y yo con estos pelos dijo...

Si que me lo has tocado si jejeje. A ver si ahora que ya tengo internet mejor puedo seguir escribiendo post, que se os echa de menos.

Ya sabes lo que se dice de Paris, que es la ciudad del amor, y no le falta razón al dicho, aunque como tu dices, si estás con la persona que quieres, cualquier sitio es bueno.

Un besoo

gaysinley dijo...

Al hilo de Paris, ese cementerio se me escapó, nosotros vimos el otro el de Montparnasse, pero es bueno dejarse cosas para volver... verdad?

BIRA dijo...

ALBERT, nosotros no vimos el de Montparnasse... así que mira. Es imposible verlo todo, y menos en tan poco tiempo. Además, si se quedan cosas por ver ya hay "disculpa" para volver.

Besotes!!

Anónimo dijo...

Era una idea muy bonita! Sólo quiero decir gracias por la información que han compartido. Sólo seguir escribiendo este tipo de mensaje. Yo seré tu fiel lector. Gracias de nuevo.