jueves, 6 de noviembre de 2008

Lunes, 15 septiembre 2008: DÍA 7. Adiós Tanzania, hasta siempre!

Carlos va mejorando, poco a poco, pero parece que todo saldrá bien. Bravo por él! Obama ha ganado las elecciones y parece que la esperanza ha invadido el mundo, nuevos aires, llenos de ilusión, recorren el globo... ojalá que no se apaguen pronto.

Y yo retomo nuestras andaduras por África, que las he dejado algo abandonadas. Nos habíamos quedado en Ngorongoro, recordais? La cita con Amir era a las siete y media de la mañana. Con las maletas preparadas abandonamos el lodge y retomamos el camino hacia la salida del Ngorongoro. Encontramos cebras, búfalos y gacelas muy cerca de la “carretera”. La vista del cráter es “menos” impresionante ahora porque hay menos niebla (os recuerdo que en el viaje de ida nos pareció la Nada, así, en mayúsculas). Cuando llegamos a la entrada del parque, donde Amir tenía que arreglar los papeles, aprovechamos para fumar el cigarrín y nos encontramos con montones de babuinos, decenas y decenas de babuinos de todos los tamaños y edades posibles, muchísimos bebés. Unos saltan por los árboles, otros cruzan la carretera, otros nos miran atónitos (igualito que nosotros a ellos). Viajamos hacia Arusha y en el trayecto volvemos a observan muchos poblados, cientos de masais, mujeres cargando en su cabeza bultos casi más grandes que ellas, la vida que sigue su curso, la grandeza de la Naturaleza africana. Aunque son los mismos lugares por los que hicimos el viaje de ida, todo nos parece nuevo, cada detalle llama nuestra atención... y se nos encoge un poquito el corazón pensando que es nuestro último día allí.























Una vez en Arusha, Amir nos lleva hasta el Heritage Cultural Center, un lugar inmenso repleto de figuras talladas en madera y otros souvenir. Algunas son bellísimas. Aquí, como en otros lugares, grandes carteles te anuncian que mediante DHL pueden enviarte tus compras, con barco, hasta casa. No queremos ni hacernos una idea del pastón que eso supone (máxime teniendo en cuenta el pastón que cuestan las esculturas, eso sí, las ganas de poner una inmensa en el salón no nos las quita nadie. Pena no ser más rico que un torero, ains). Así que seguimos nuestra ruta, no sin antes pasear por los jardines del lugar, repletos de figuras de animales tallados, de fuentes con figura de elefantes y rinocerontes. Incluso tienen algunas “recreaciones” que muestran la vida del país.













Volvemos a ver los cafetales, inmensos y con grandes árboles que protegen las plantas del sol excesivo. Pasamos por delante del Tribunal Internacional encargado de juzgar el genocidio de Ruanda... Y así, pasito a pasito llegamos hasta las oficinas de Leopard Tours, donde nos reciben con el mismo cariño que la primera vez y lugar en el que tenemos que despedirnos de Amir. Le echaremos de menos, eso seguro. Ha sido un guía excelente, agradable, maravilloso. Ojalá el que tengamos en Kenia se le parezca, aunque sólo sea un poquito. Quedamos en hacerle llegar algún libro de Español, pues en abril quiere empezar a estudiarlo. Dice que los turistas españoles cada vez son más y que eso será bueno para el negocio. Él habla un poquito español y sabe el nombre de muchos animales en nuestro (bellísimo) idioma.

La comida la hacemos en el Hotel Impala, que está justo al lado de las oficinas de la agencia. Nos preguntamos por qué no nos hemos quedado a dormir allí en lugar de llevarnos al lodge de la primera noche. A nuestra vuelta a Holanda, el Costillo descubrirá por qué: no ha encontrado ni una sola buena crítica del lugar. La comida, eso sí, estuvo bien. Además la entrada es preciosa, con bellísimas tallas de las tribus y dentro hay alguna joyería en la que pudimos admirar (yo me quedé muerta, de hecho) las bellísimas tanzanitas. Por si hay duda, os diré que no me “cayó” ninguna. Cachis.

A la una y media debemos tomar el bus y aquí hay un pequeño problema: no aparecemos por ningún sitio. Nos preguntan por los billetes y nosotros les decimos que no los tenemos, que eso es cosa de la agencia. Tras unos minutillos de burocracia extraoficial, nos asignan sitios en el bus que nos sacará del país y nos meterá de lleno en la capital de Kenia, Nairobi. La empresa es la Impala Shuttle y los autobuses son, aproximadamente, para unas quince o veinte personas. Casi todos somos parejas, salvo una misionera octogenaria (nos extrañamos de que viajase sola hasta que la vimos repartiendo biblias o algo así en uno de los curios en los que paramos), un nacional (musulmán y sentado al lado de la misionera) y una australiana jovencilla.

El paso fronterizo es para ir a mear y no echar gota. Teníamos las visas preparadas con anterioridad así que las colas no fueron largas, pero a la salida de las oficinas, nos encontramos con que el bus no está donde nos había dejado, miramos a un lado y a otro y vemos que él ya ha pasado la frontera y que no nos queda otra que pasar andando, rodeados de masais y falsos masais que pretenden vendernos algo. Me quedo flipando con un tipo que va vendiendo pasaportes!!! Lo que no pase aquí no ocurre en ningún lugar.

Tras la aventura nos despedimos de Tanzania (esperando que no sea por mucho tiempo) y entramos en Kenia. La primera impresión es que todo está bastante más sucio y que las casitas ya no son redondas, sino cuadradas o rectangulares. Las llanuras han dejado paso a un paisaje más montañoso y aunque todo está bastante amarillento (época seca), resulta más verde que lo que habíamos visto en Tanzania. Teníamos, a la hora de contratar el viaje, dos posibilidades para hacer este trayecto: en avión o en bus. Decidimos hacerlo en bus porque queríamos vivir cada minuto el paisaje y la vida de los diferentes lugares. En principio se hizo ameno, pues íbamos fijándonos en todo, queríamos memorizar cada detalle, cada cara, cada casa... pudimos ver varios mercados, con sus miles de colores, algún mitin que otro, muchas iglesias (con las que se te encoge el corazón, pues muchas, sin ser la Catedral de León, tienen un tamaño considerable y al lado de las casitas de adobe te hacen pensar lo mal repartido que está el mundo, y que mejor se gastaban todo ese dinero en educación y sanidad y no en tanto templo ni tanta gaita), masais, las primeras gacelas... y lo disfrutamos de verdad hasta que faltaban unos 57 km para llegar a Nairobi, momento a partir del cual se hace pesadísimo: las carreteras son realmente infernales y el denominado “masaje africano” se convierte en una tortura para la espalda. Están llenas de baches e incluso en muchas ocasiones tenemos que abandonar la “carretera” y circular por el arcén (que están que dan gloria, oiga) ya que están en obras y hay más baches que asfalto.

La entrada a Nairobi es absolutamente caótica: cinco carriles de coches por una especie de camino de cabras. No hay farolas ni luces por ningún sitio, pero sí mil puestos ambulantes que me hacen observar (por enésima vez) la buena vista que han de tener los africanos, porque allí era imposible saber lo que estabas comprando. Incluso tuvimos el momento tétrico de la vida cuando observamos que uno de esos puestecillos vendía lápidas. Lagarto, lagarto!. (cuando llegamos era ya noche cerrada, por lo que no hay fotos. Sirvan de compensación algunos mercados que encontramos por el camino).













Tras lo que nos pareció un tiempo infinito (aparte del atasco tremendo en la entrada, el bus va dejando a las gentes en sus hoteles) llegamos al Hotel Sarova Panafric, que sería el hotel en el que nos alojaríamos durante nuestra estancia en Nairobi. Es más para ejecutivos que para turistas buscando aventuras, pero bueno, es lo que hay. Acostumbrados como veníamos al lujo de los lodges en Tanzania nos supo a poco, pero ahora, echando la vista atrás, hay que reconocer que el hotel no estaba mal, la cámara era muy confortable y la limpieza más que aceptable.

Nos encontramos con la primera sorpresa: no hay nadie de la agencia para darnos la bienvenida y tramitar todo (estas cosas siempre las hace el Costillo, pero si pagas por ello, que lo hagan, no?). El Costillo arregla todo y subimos a la habitación. Nos damos una ducha que nos sabe a gloria y decidimos preparar la ropa para la lavandería. Dos tremendas bolsas y es que somos unos exagerados. Nos vestimos y bajamos a cenar al restuarante del hotel. Nos han dicho que Nairobi es una ciudad bastante peligrosa, así que, después de un viaje infernal, mejor no andar de Indiana Jones buscando aventuras. Nos llaman por teléfono los de la agencia para decirnos que al día siguiente nos irá a recoger nuestro guía para enseñarnos la ciudad. Pasará a las 14.00 horas, así que la mañana la tenemos libre. (Oooooooooommmmmmm)

Son muchas las historias de prostitución que había oído de la ciudad, pero una nunca le da demasiado crédito a estas cosas... hasta que entras en la cafetería y ves que por cada “blanquito” hay dos negritas en poses más que cariñosas. Le quedo mirando al Costillo como diciéndole a ver qué cojones pintamos en ese grandísimo burdel. Él pone cara de pócker y tira hacia el restaurante. En Kenia, al igual que en Tanzania, no se puede fumar en muchos sitios, y los restaurantes son uno de ellos. Salimos a la terraza donde sí que hay mesas para fumadores (tres y ocupadas). Hablamos con el maitre y nos dice que no hay problema, que nos podemos poner en una mesa que hay un poquito más alejada y ahí podremos fumar, pero sólo por esta noche. Ok. No problem. Respeto a los no fumadores (lo he sido durante muchísimos años, más que los que llevo de fumadora) pero me parece absurdo no poder fumar al aire libre. En fin, son las normas y las aceptamos. Segunda sorpresa, la camarera que viene a tomarnos nota, al pedirle un cenicero nos dice que ahí no se puede fumar. Le explicamos que el maitre nos ha dicho que sí. Ella protesta y el Costillo se pone cazurro y le vuelve a explicar que tenemos permiso del “jefe”. Ella que no, él que sí. Vaya y pregúntele a él. Va, por supuesto. Y vuelve con un cenicero y con cara de mala hostia. Esta no es zona de fumadores. Y nosotros, que sí, bonita, que eso ya lo sabemos, pero tu jefe nos ha dado permiso. Bueno, vale. Aquí está el cenicero, pero aquí no se puede fumar. Pesaaaaaaaaaada. Viene otra camarera y más de lo mismo. El Costillo un poco ya hasta los bemoles, le explica la historia. Ah, bueno, si lo dice el jefe, vale. (Más ooommmmmmm).

Subimos a la habitación y empezamos a hacer planes para la mañana siguiente, tomo algunas notas en el cuaderno que he dejado casi olvidado y nos vamos a dormir. A ver qué aventuras nos esperan mañana!

Continuará...



Días anteriores:
Día uno, aquí
Día dos, aquí y aquí
Día tres, aquí y aquí
Día cuatro, aquí
Día cinco, aquí
Día seis, aquí

21 comentarios:

anselmo dijo...

Genial chica....alucino con tu memoria fotográfica o tu completo cuaderno de bitácora...
y genial como siempre. El ngorongoro siempre me ha apasionado en documentales (sobre todo de cebras y leones) y que allí existe una raza de león muy especial
saludos

La chica de ayer dijo...

Sólo hay buenas noticias, qué bien!!!! Gracias por los premios!

Sufur dijo...

Estoy con Anselmo: ¿cómo haces para recordar todo con tanto detalle? Yo siempre voy a los viajes con una libreta para apuntar cosas, pero nunca me acuerdo de apuntar nada, y así me va...

Anónimo dijo...

Como me relaja leer vuestras andanzas por África. Es toda una aventura.

El momento cigarrito me ha hecho gracia, Ana y yo somos exfumadores (hasta dos paquetes diarios llegamos en nuestros buenos tiempos), pero a veces nos parecen (¡de verdad!) que se pasan en muchos sitios. Fíjate en Nairobi, la prostitución como si tal cosa y os tocan los belomes con el tabaco. Que cosas tiene la vida.

Me quedo esperando a la continuación.

MIGUEL

LaLocadelMoño dijo...

En primer lugar me alegro mucho de que Carlos esté mejorcillo, a ver si vuelve pronto.
Si también estoy con Anselmo, es alucinante la capacidad que tienes para recordar o para apuntar.
Sigo expectante a tus aventuras.
Besucos gordos!!

Anónimo dijo...

Sigue así.

Siempre me han encantado los relatos de viajes. Empece con Julio Verne, luego seguí con Vicente Blazco Ibañez y ahora con Bira.

Tres grandes literatos que plazman los detalles para que te hagan sentir que estás allí.

Un besote.

Sandum dijo...

Me encanta esta biacora, casi siento que hice el viaje contigo! Genial! Saludos!

BIRA dijo...

ANSELMO, SUFUR, gracias!! Lo de la memoria. Resulta que llevé un cuadernito monísimo que compré para la ocasión, los dos primeros días escribí al detalle lo que habíamos visto, pero a partir de ahí volvió mi vagancia (esta perraca no toma vacaciones) y acordar me acordaba del cuaderno, y el Costillo me lo recordaba, pero estaba cansada y quería cama! Lo único que hice fue tomar alguna nota, más que nada de los animales que habíamos visto, que no de todos y ahora hay algunos cuyo nombre no recuerdo. Será que soy una cuentista!

LA CHICA, tras hacer el tremendo meme (que además ilustraste genial) era lo menos que podía hacer, no?

ANAPEDRAZA, lo del tabaco es algo que me ataca los nervios. Por supuesto sé que hay que respetar a los demás, pero esta persecución que a veces parecemos delincuentes, no sé, no acabo de “verla”. Que no lo vendan, joder! Me alegro de que te guste nuestro viaje. A ver si tengo un rato hoy para continuar... que se está haciendo más larga la escritura que el viaje en sí!

WEBLARA, ayer me dijo Fran que tienen que hacerle más pruebas. De todos modos, en el blog de Carlos, en Fran va subiendo las noticias que va habiendo. Van a trasladarle a Sevilla para hacer más pruebas. A ver qué tal. Ojalá todo salga perfecto.

JAVI, me he sonrojado... ya quisiera yo saber escribir así!! Pero gracias, tesoro!

SANDUM, de eso se trata, de “volver” a hacer el viaje, esta vez con todos vosotros.

Gracias por pasar y muchísimos besos!

JAAC dijo...

Ese autobús Arusha-Nairobi, por llamarlo de alguna manera que de autobús no tiene mucho, es el infierno. _Yo que me duermo de pie en un palo no pude en todo el tiempo :-p
Respecto al tema de fumar o no fumar... yo estoy en el otro lado Bira. Si puede (y lo es) malo para mi salud me da igual que estás al aire libre en mitad de un campo si yo estoy al lado...
Para la próxima vez hay que rellenar entera la libreta, que luego es divertido ver lo que uno apunta y olvida.

gaysinley dijo...

Que bien otro post viajero, que sabes que me encantan... jo peazo viaje, además con tanto detalle genial, lo de ir en bus una paliza pero toda una experiencia para ver cada detalle.

Me ha gustado mucho las fotos de los mercados y la gente del lugar, eso sí la que me ha dejado muerto es la bici plantanera o es un ciclista vestido con plátanos?... jajaja...

Espero ansioso la continuación.

Besos. Alber

P.D. Me alegro que Carlos vaya recuperándose.

Conxa dijo...

me alegro que Carlos este mejor, es una buena noticia.

Y de todas las otras cosas ¿ qué te puedo decir???? ya sabes lo que deseo hace este viaje y tras tus comentarios y los de jaac, ya casi me muero de envidia.

( que jodido el tema para los fumadores eh??? ayssss)

Besos.

Di dijo...

A vosotros lo de la crisis no ha pillado! pedazo de viaje! Mira que son feos los babuinos por eso no has colgado ninguno! jajaja. No pierdas la esperanza igual para reyes te cae la tanzanita! Para el próximo viaje dejad de fumar antes! Saludos!!!

Stultifer dijo...

Te van a comer los leones.

Thiago dijo...

Bueno, las fotos me han encantado, la verdad es que hay que abrirlas para verlas bien sino te pierdes los detalles y a pesar d la pobreza se ve mucho colorido.. son espectaculares la de la bici conlos platanos y una de un mercado que se ven comom unos dibujos de masai, claro, pero me recordo a mi adoradado MOdigliani y a ocmo pinto yo ahora, jajaja Eran oleos originales? son reproducciones? ya sabes...

Bezos

Laura dijo...

Una memoria como la tuya necesitaba yo para las oposiciones, aprobaba fijo.
Por un momento temí que acabara el viaje, eso me pasa por no leerte con continuidad, que me lío. En vacaciones me voy a leer todo el viaje del tirón.
Besos.

BIRA dijo...

JAAC, nuestro autobús no era malo. De las carreteras no puedo decir lo mismo. El viaje se hizo muy interesante las primeras cuatro horas, pero después la verdad es que estábamos machacados y con unas ganas enormes de llegar. Lo de fumar, he estado en los dos lados y te aseguro que poniendo todos de nuestra parte no tiene porqué ser molesto para nadie. Hay muchas cosas que otros hacen (y yo no) que son igual de malas para mi salud y no voy mirando como si fueran asesinos a nadie. En fin, supongo que depende de la óptica desde la que se vean las cosas. Lo de la libreta lo intenté, en serio que lo intenté, pero la verdad es que un coñazo, y terminé (a los dos días, creo) por dedicarme a disfrutar plenamente, y si hay detalles (muchísimos) que se me olvidan o errores (otros tantos) que cometo al narrarlo, pues bueno, es lo que hay. Eso le dará el toque “literario” pues habrá cosas que hasta a lo mejor existen sólo en mi imaginación.

BIRA dijo...

GAYSINLEY, cierto que fue un viaje impresionante. La belleza del paisaje te distrae durante horas, pero cuando está oscuro y no puedes apreciar nada, aparte de los baches machacándote el cuerpo, se hace eterno. Las bicis, muchísimas veces, son más para transportar cosas que para ir subidos en ella. Por ejemplo en el Lake Manyara, donde las cuestas son impresionantes (más para ir en bici) muchos iban a pie y en la bici llevaban sacos inmensos, que llevaban para vender.
A ver si puedo poner la continuación mañana, aunque no prometo nada, eh. Y a ver qué noticias nuevas nos trae el lunes del amigo Carlos. Quiera dios que sean buenas!! Biquiños

BIRA dijo...

CONXA, ya te lo he dicho y te lo repito, el viaje merece la pena. Es una experiencia única. Hemos hecho un libro de fotos y el Costillo se la pasa mirándolo una y otra vez. Es impresionante la belleza de ese continente, impresionante, la sonrisa de sus gentes, los animales a su libre albedrío. Es inolvidable. A los fumadores nos persiguen como apestados, pero bien que cogen el dinerito para impuestos, eh! Aarrrrrrg. Besotes.

DI, cari, que llevábamos mucho tiempo esperando este viaje, no seas así, jodía. Creo que sí he colgado fotos de babuinos, pero me has hecho dudar. A mí me parecen monísimos, nunca mejor dicho, especialmente las mamás con los bebés. Dejar de fumar está en mis planes, pero mi cerebro va por libre y es el que manda. Bicos.

STULTI, me ha encantado tu post. Te pido, nuevamente, mil disculpas, tesoro. Muaka!

BIRA dijo...

IAGO, el tema fotos. Resulta que si las pones grandes después no abren y creo que hay alguna gente a la que le gusta ver más los detalles, y para eso mejor verlo a pantalla completa. Los óleos eran originales, claro, claro. Compramos uno muy mono que todavía no hemos enmarcado. Somos lo peor. Tú eres un artistazo como la copa de un pino y tras un viaje así te digo que tus cuadros tendrían más colores que el arcoiris. Besotes.

Ay, LAURA, cari, lo que pasa que esta memoria mía es selectiva y funciona sólo cuando a ella le viene en gana. El viaje terminó en lo que a Tanzania se refiere, ahora faltan por contar las dos semanas en Kenia... parece la historia interminable, eh! Espero que no te de un empacho cuando leas todo esto del tirón. Besotes.

Amaveli dijo...

Ps si, ganó Obama y esperemos que sea para bien, ya estamos hasta el copete de eso de la gerra.

Es lamentable eso que dices sobre la prostitución, la verdad que triste.
Ha de ser todo un espectáculo poder admirar las cosas tan maravillosas que describes, lo bueno que si te gusta algo medio grande puedes enviartelo por DHL jeje xD si se te escapa un anillito con una tanzanita para aca para México rumbo por donde vivo :p no me enojo jaja

Oye, trata de ya no fumar, en serio, que no poder respirar es una de las peores cosas que me han sucedido, es una desesperación enorme, sientes que te mueres y pues si tú tienes tus pulmones o tu sistema respiratorio sano, no lo maltrates Bira :( de verdad que no quieres que te haga falta la respiración. Y es que yo he tenido asma bronquial desde los 5 años, ya tiene tiempo controlada, tengo algunos años sin compliaciones pero tengo que cuidarme y si no te dejan fumar en lugares así es porque desgraciadamente habemos personas a las que el humo del cigarrillo, el que sale directo del cigarro, nos hace un daño tremendo, el que echas por la boca ya no tanto, pero pues, creo que esa es la razón por la que te molestan con que no fumes en lugares públicos.

Me encanta leerte y sorry por estar en contra de que fumen, pero pues es solo que no le deseo eso que me ha sucedido a mi, a nadie...

Cuídate! Se te estima, lo sabes!!

BIRA dijo...

AMAVELI, tesoro, siento lo de tu enfermedad, aunque me alegro de que la tengas bajo control. La verdad es que cuando leo cosas como estas me doy asco a mí misma por ser fumadora. Aunque también te digo que intento ser respetuosa.
Un besote!

Ah, la tanzanita ni cayó en Mexico ni en Holanda... yo tampoco la tengo :(