A estas alturas ya deberíais conocer a
Bootje, el
tierno,
Chipie, el
devora-plantas y
Mr. Snake, el vagabundo. Pero es que en la familia hay más... Los "otros" mininos no viven con nosotros, sino con la Mamá Costilla y son casi, casi tan monos como los nuestros.
Algunos de ellos han recorrido medio mundo. Han vivido en el Caribe (no en el agua, no me seáis gansos!, sino en un lugar remoto sito por aquellos paradisíacos lares que tampoco os lo voy a contar todo, o terminaréis sabiendo más que yo), en España y vete a saber dónde más. Ahora viven en un pueblo de Holanda, con mucho campo alrededor, eso sí, compartido con diferentes especies animales, no todos caseros (como un zorrillo que acostumbra a visitarlos de cuando en cuando. Yo no he tenido la suerte de verlo, así que no puedo poneros foto, pero me consta que en más de una ocasión ha intentado colarse en la casa a través de la gatera. Un show).
Los "tíos" de Boo, Chipie y Snake son, por el rabioso orden que me ha dado a mí la gana, que no tiene nada que ver con preferencias, ni con otra cosa similar (vamos, que me he puesto a ello, y en lugar de planificarlo ha ido saliendo así, "d'aquesta manera" y así se va a quedar, porque me da la gana que para algo este es mi blog):
Caramba.- Esquivo, de profundos ojos azules, tiene fotos mejores,
pero esta es la que más me gusta a mí, y es que os diré que no es normal que un gato se quede tan atento y con la mirada tan fija cuando vas tú, cámara en mano y le apuntas directamente a los ojos. Anda siempre buscando tesoros ocultos, revolviendo el jardín que con tanto mimo cuida su "mami", y poniéndolo todo patas arriba. A mí me da miedo que un día vaya y encuentre un tesoro, que con eso del dinero siempre hay líos (y sino, acordaros de Pancho, el de la lotería). Tiene un master como buscador de los sitios más raros, y a la postre, más cómodos para ver pasar la vida sin que otros seres (humanos o no) osen molestarle. Un hacha el tío. Los mimos, los justos, pero pasa bastante de que le estén dando la brasa todo el día, va más a su rollo.
Jamaica.- Si buscais en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua la palabra "reinona", probablemente salga su foto (si no tenéis la última edición no, se siente!). Es la jefa (o lo pretende, sin el permiso de Chicken). Fanática por colarse en mi cama cada vez que me dejo caer por la Casa de la familia Costillo. No importa si creí dejar la puerta bien cerrada, cuando me despierte, seguro estará ella allí, mezclada con las sábanas, esperando su ración doble (por la espera) de mimos. Y es que le encanta que la acaricies, sin cogerla!!, salvo que ella tenga a bien espatarrarse encima de tu regazo, que entonces no la echas ni a tiros. Cuando salgo al jardín a fumar, ahí viene ella y comienza a rebozarse cual croqueta delante de mis narices. Es una provocadora nata y tiene una mala hostia sólo comparable a la mía. Eso sí, jamás me ha mordido ni arañado. Y como siempre anda buscándome, es mi favorita. Tiene más años que carracuca (de hecho creo que es pariente de Matusalén) y ha vivido en varios continentes. Cosmopolita, sibarita y todo lo que acabe en "ita" que no sea faltoso puede ser dicho de ella, sin temor a equivocarnos.
Thai.- Snob hasta el límite, capaz de suplicar por un langostino (que devoraba con un arte digno de alguien muy acostumbrado a hacerlo), fanática del jamón serrano, Thai fue una gatita muy especial. Mimosa, juguetona, pizpireta, de preciosos ojos de un azul intenso, se hacía querer desde el primer instante. Amiga de caricias y juegos, era de esos pocos mininos que se dejan coger fácilmente, de los que no se despeinan por restregarse contra ti hasta que te agachas y les regalas todos los mimos que se merecen. Sus últimos días fueron tremendamente dolorosos y tristes, de visitas continuas al veterinario, sufriendo lo indecible para llegar a nada. Al final tuvieron que tomar la terrible decisión de hacerle más fácil la partida. Nos acordamos muchísimo de ella y a la Mamá Costilla todavía se le saltan las lágrimas rememorando los buenos tiempos que pasaron juntas.
Solie.- Es un sinvergüenza como la copa de un pino. Convivía con una
manada tremenda de gatos callejeros a los que Mamá Costilla alimentaba y, cuando le era posible, llevaba al veterinario (no os imaginais el show que supone intentar coger a estos lindos ejemplares, meterlos en una jaula, después en el coche, y acercarlos hasta la consulta). Empezó a adentrarse en la casa, como si fuese propia (vamos, que andaba como Pedro por su casa, ustedes saben), al principio poco a poco y después deciendo que era bastante mejor quedarse a pasar la noche bajo techo que andar buscando un lugar seguro para dormir. Mamá Costilla consiguió adoptarlo (que no domesticarlo, porque sigue siendo un salvaje de tomo y lomo) y se lo ha traído con el resto de la mudanza. Es enoooooooorme y anda todo el día corriendo de un sitio a otro (que yo no sé cómo puede estar tan gordo con todo el ejercicio que hace). Sigue sin dejar cogerse, me cuesta un triunfo poder acariciarlo (sólo consigo hacerlo a traición y por milésimas de segundo). Tiene parabólica en el rabo (de dimensiones sobrenaturales) y se entera de mis intenciones antes que yo misma.
Chicken.- Última en llegar a la familia, la trajo el hermano Costillo de
las Antillas Holandesas. Esta princesa negra ha venido a ocupar, en parte, el lugar dejado por Thai (más bien a intentarlo, porque Thai es insustituible, todo hay que decirlo), pero es que parece empeñada en retomar las costumbres de la "gatita ausente", a la que ni siquiera conoció, pues no llegaron a compartir el mismo techo. Es caprichosa, mandona, zalamera con los humanos y arisca hasta decir basta con los demás gatos de la casa y del mundo. Durante un tiempo fue vecina nuestra y a Bonnie y a Chipie (Snake todavía no vivía aquí) los tenía fritos, especialmente al pobre Chipie que siempre está tratando de hacer amigos, y esta arisca no sólo no le hacía ni puto caso, sino que además no perdía oportunidad de soltarle un zarpazo cada vez que lo tenía cerca. Todo un carácter. Eso sí, con las personas saca a relucir todos sus encantos y consigue camelarte en menos que canta un gallo. A mí, en concreto, me hizo perderle el pánico a los gatos negros.
Cuando Mamá y Papá Costillo dejaron España para instalarse definitivamente (o eso dicen, que habrá que verlo) en Holanda, consiguieron traerse a Solie, pero se dejaron allí unos cuantos protegidos gatunos. Muchas veces pensamos en lo que habrá sido de ellos, ahora que no está la Mamá Costilla para ponerles comida cada día, más o menos a las mismas horas (mañana y tarde) y preocuparse por ellos. A la que más echamos de menos es a Luna, la mamá de Solie que además de ser preciosa, era un amor de gata, pero que no pasó por el aro de tener que vivir bajo techo, menos aún compartido con humanos. Lo de venir a por comida y eso estaba muy bien, pero confianzas y mariconadas (que diría el otro), las justas!. Algunos de esos viejos amigos podéis verlos aquí:
A ver qué encontramos por aquí? Estoy mono así o me doy la vuelta? Esta es Luna, y el otro un fisgón!
12 comentarios:
Un encanto de familia, y lo describes de una manera tan tieeeeeerna que dan ganas de ir a acariciarlos a todos. Un beso y buen finde.
alooo!!!! he de decir que tus gatos han conseguido que yo le quitara(en parte)mi miedo infinito a los mininos,pero es que tus gatos no son normales.Los de Mieke no sé cómo serán,pero seguro que del estilo....Pues nada Bego,voy a ver si hago la comidita que ya son horas!!! un besazo!!
Me gusta THAI pq casi es como THIAGO, jaja asi que igual somos primos, jajaaj
Cari, respecto a lo que me preguntas, pues es muy facil. Cuando pones una foto en tu plantilla pones debajo ENLACE (debajo de lo de pie de foto) y eso te lleva a donde haya puesto, p.e. TU ENLACE ES: http://nadiemequitalobailao.blogspot.com/ y asi el dibujo de COMENTARISTA PLATEADO lleva a tu blog.
Pero de todas formas si pinchas en guardar imagen tb. se puede, jaja NO quería avisarte de que eras comentarista plateado por no ser pesado, jajaj.
¡Que de gatos, eh! Yo tengo perras, pero tb. viene de vez un gato y se llama MImoso, como yo, jaaja
bezos.
Ay, Laurita, me estás malacostumbrando, posteando con cariño cada una de mis entradas. Eres adorable.
Ido, gracias! Todavía recuerdo el pánico que les tenías a los gatos, y cuando llevabas un día en casa... ya te atrevías a cogerlos y todo. También es cierto que son un amor.
Iago, cómo vas a ser pesado??? Pero si eres el único que me da premios (y yo creo que es más por cariño que otra cosa) y me hacen muchíiisima ilusión, que lo sepas. Porque sé el cariño con el que los recibes, pero también con el que los das. Me honra, y mucho, ser merecedora de ellos.
Los Padres Costillo también tienen perros, dos, pero las fotos que tengo de mi favorita no son muy allá, así que cuando las tengo buenas, las postearé. Promise.
Besos y buen finde!!
Hola! qué de gatos! yo tuve uno de pequeña que se llamaba Felipe, pero un día se fue y no volvió, igual que mi pollito Tomeu pero éste sospecho que cayó en la olla de mi abuela. Yo tengo dos perras en casa de mi madre y las echo mucho de menos.
Bonitas fotos, yo nunca consigo que mis perras se estén quietas al echarle fotos!
Saludos y buen finde!
Hola Di. Yo de peque tuve gato y una pastor alemán divina a la que no he conseguido olvidar.
La historia que pasó con el gato me hizo casi odiarlos (pobres, qué culpa tendrían ellos) durante años. Afortunadamente mi compañera de piso en una época decidió compartirlo conmigo y con Lola, una gata loca como las maracas de machín que me hizo volver a tenerles cariño. Y estos tres de ahora, pues qué te voy a contar! Me tienen loca!
Muaka
Vengo de ver tu relato en el blog de Ricardo Linde... Ricardo es un viejo amigo que hace una labor increible en favor de los animales maltratados y además tiene la cortesía de publicar relatos que le gustan sobre ese tema.
Me ha hecho mucha ilusión encontrarte allí y es que tus historias de gatos son realmente enternecedoras, vivas y sinceras. ¿Sabes que se acaba de vender un blog en una millonada que solo se dedicaba a poner fotos de gatos? jajaa
Bueno, bezos.
Ah, cari me olvidaba. Para recoger tu distinción puedes capturar la imagen igual, pulsando el botón derecho del ratón encima.
Y si no, puedes ir a buscarlo al enlace que pongo debajo de la reproducción de tu comentario, donde pone: "Proyecto comentarista Plateado" Allí, es una página de Flickr, pongo todas las distinciones de todos los destacados.
Bezos.
Sí, Iago, lo sé y lo que más rabia me da (será contagioso lo tuyo, que me consta te sucede, entre otros, con El País?) es que yo había pensado ANTES (jeje) esa idea, pero como soy torpe informáticamente hablando y además, me aterraba que algún deaprensivo quisiera secuestrar a los protagonistas del blog (que yo soy más chula que el del "otro" blog y el mío hubiera sido coprotagonizado por Boo, Chip y Snake) para pedir un rescate.
Será mejor dejarlo correr (de momento).
En cuanto al premio no ha habido manera humana ni divina de ponerlo así que he ido a lo simple: añadir la fecha en la foto que sí conseguí descargar la vez anterior. Por cierto que en el flickr ese me sale que ya no eres usuario (has pagado las cuotas? jeje).
Un besote calamar!
Oooooooooh que lindos!!!! todos!
Joooooooo echo de menos tener gatooooo.... jooo....
Salu2
Que bonitos todoss!!!! a mi es que los animales vistos asi claro que me gustan, sobre todo si son asi de bonitos!!! pero tener en casa algun animal no me gusta nada la idea jeje prefiero verlos de lejos.
Un saludo!
Gracias, Carabiru y Sonia! sí, sí son muy bonitos, no tanto como los "míos", pero tienen su gracia (y yo no tengo abuelas, ya sabes!).
Sonia, lo de tenerlo en casa es verdad que da mucho trabajo y a veces es un gasto importante (si te metes en temas de veterinario ya es un no parar), pero te compensan hasta el último minuto que "gastas" en trabajar para ellos.
Si no estás mucho en casa o viajas con frecuencia también es cierto que es un problemón el buscar canguro pero bueno, como te digo, no los cambio por nada. Son un amor! Y me falta el perro (que me encantaaaaaaaan). Todo se andará.
Besos y gracias por pasaros por aquí.
Publicar un comentario