Mafaaaaldaaaaa!!

No recuerdo cuándo fue la primera vez que cayó en mis manos, pero desde entonces siempre ha habido junto a mis libros de cabecera (que, obviamente, van cambiando) algún ejemplar de Mafalda. He ido haciendo acopio de las diferentes tiras ilustradas, las editadas en España por la Editorial Lumen y las que se editaron en Argentina, por Ediciones de la Flor. Comprobar los matices del “español” a ambos lados del Atlántico es una maravilla de la mano de Mafalda y su pandilla. El “Diez años con Mafalda” fue un regalo que le hice al Costillo cuando éramos novios. Y el “TODO MAFALDA” (imprescindible!! y es que no sólo recoge todas las tiras de los diez libros editados, sino también la Mafalda inédita, dedicatorias del autor, campañas en las que Mafalda o sus amigos fueron los protagonistas, Mafalda vista por otros artistas, etc) me cayó de regalo unas Navidades y todavía me emociono recordándolo. El Costillo lo había encargado en una librería (tenían que pedirlo a España) para mi cumpleaños, pero la cosa se alargó y se alargó y terminó siendo mi regalo de Navidad. Ni que decir tiene que regalo de cumple también tuve, eh! que al Costillo a generoso no le gana nadie!

Mafalda, quizás el personaje más conocido del fantástico dibujante argentino Joaquín Salvador Lavado, más conocido como QUINO (aunque su autor quedó de ella hasta la mismísima coronilla), nació en 1963 para, de forma encubierta, publicitar los electrodomésticos Mansfield (aunque a Europa no llega hasta 1968). El nombre lo toma de una película basada en la novela “Dar la cara” de David Viñas. Las tiras, precisamente por la publicidad, fueron rechazadas por el diario Clarín, y sólo tres fueron publicadas en la revista humorística Leoplán. Tras este intento fallido, el debut oficial de Mafalda tiene lugar el 29 de septiembre de 1964 en Primera Plana (semanario de actualidad). De ahí pasa a El Mundo (diario argentino), pudiendo estar más al día con la actualidad, al tratarse de un diario. Tras el cierre del periódico, las tiras pasarán a publicarse en Siete Días Ilustrados, de publicación quincenal, lo que hace que se pierda esa posibilidad de dibujar la actualidad. Las tiras fueron publicadas, además, en diarios de Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Santa Fé y Montevideo.

La temática abarca desde la guerra de Vietnam y la carrera espacial hasta el movimiento tercermundista y los derechos humanos, simbolizando al mundo en un globo terráqueo que la Mafalda cuida con el mismo mimo que haría con un enfermo. Con Mafalda la infancia perdió su inocencia, mientras el género de la historieta pasó de lo social a lo psicológico. En 1973, Quino toma la decisión más desconcertante para muchos: no dibujar más tiras de Mafalda. El autor se confiesa agotado del personaje, él y sólo él cree que no da para más. A diferencia de otros autores que continúan publicando con el apoyo de un equipo de personas, Quino siempre trabajó a su aire, a su ritmo y en solitario. Aparecen esporádicamente dibujos de Mafalda en diferentes campañas (personalmente me encantan los que hizo para la Declaración Universal de los Derechos del Niño, para la UNICEF).

Mafalda ha sido traducido a 26 idiomas (desde el japonés, italiano y portugués, hasta el griego, francés y holandés), y sus libros han vendido millones de ejemplares. Han pasado muchos años desde que Quino cerró las puertas a Mafalda y sus amigos, pero sigue tan vigente como entonces. Los diez únicos libros de la serie continúan reimprimiéndose una y otra vez en todo el mundo.

Son altamente recomendables otros trabajos del autor (“Yo que usted…”, “Bien, gracias, y usted?”, “Esto no es todo Quino”, “A mí no me grite!”, “Que presente impresentable!”, o “Quinoterapia” y “Déjenme inventar”, bestiales), pero no es ese el tema que ahora nos ocupa. Quizás en otro post.

MAFALDA.- Umberto Eco la definió como “una heronía iracunda que rechaza al mundo tal cual es… reivindicando su derecho a seguir siendo una niña que no quiere hacerse cargo de un universo adulterado por los padres”. Julio Cortázar aseguró que "No tiene importancia lo que yo pienso de Mafalda. Lo importante es lo que Mafalda piensa de mí". Para mí es una niña tan ingeniosa como irreverente, tan reflexive como contestataria; tremendamente repelente que prefiere la política y cosas, digamos, más de adultos que los juegos típicos de su edad. Eso a pesar de ser fan acérrima del pájaro loco. Me resultan tronchantes ciertos razonamientos y cruelmente certeros otros. Del personaje y de muchísimas de las tiras me resulta sorprendente la facilidad con la que podríamos trasladarlos a la época actual: no hay guerra en Vietnam, pero sí en otros muchos sitios (no hace falta que ponga ejemplos, por desgracia los vemos cada día en las noticias), sigue existiendo un tercer mundo al que desde las altas esferas se le da la espalda, el ciudadano medio sigue teniendo problemas para llegar a fin de mes… son muchísimas las que se podrían enumerar. En resumen, su genialidad y actualidad siguen intactas. Este flamante personaje se transformó con los años en un estandarte de la lucha por la igualdad social (cuando la liberación femenina estaba en pañales).

FELIPE.- Es uno de mis personajes favoritos. Felipe es el amigo que todos debiéramos tener: cariñoso, ingenuo, tierno, dueño de una pachorra sin límites, buscando siempre la excusa para no hacer sus deberes, odiando el cole y adorando al Llanero Solitario. Un cielo de nene que no suele enfadarse, salvo que alguien ose hablar de sus más que peculiares dientes. Su imaginación es desbordante y suele jugarle malas pasadas. En el fondo es un soñador incomprendido… y fiel reflejo de mí misma: siempre deja para mañana lo que habría podido hacer hoy.

SUSANITA.- Susana Beatriz Chirusi. De los pocos personajes que cuenta con nombre y apellido, esta nena es lo peor!! Ultraconservadora, racista, opuesta al progreso y obsesionada con ser ama de casa y tener un montón de hijitos (monotema que lleva a la exasperación a sus amigos). Cotilla hasta las lágrimas, maruja por vocación, metiche, fisgona, metomentodo, daría lo que no tiene por saber la vida de los demás. Se sabe la vida de María Santísima. Por si todo esto fuera poco es envidiosa y engreída pero cuando has leído unas cuantas tiras terminas cogiéndole cariño, pues también demuestra tener un corazoncito (eso sí, oculto tras el deseo de pescar un marido pelirrojo que sea la envidia de sus primas!). La pobre, es que es igualita que su madre, y así no hay quien pueda echarle la culpa.

MANOLITO.- Manuel Goreiro, de ascendencia española, es hijo de un tendero y su sueño es convertirse en el Rockefeller de los supermercados. Es bruto hasta decir basta, torpe, todo le sale mal. No comprende nada en la escuela, sus padres lo intentan al ritmo de “la letra con sangre entra”, pero sin muchos resultados. A pesar de todo eso tiene un gran corazón y se desvive por sus amigos. Su dios es el dinero y su reino no tendrá fin. Amén.

MIGUELITO.- Es un buenazo, la ingenuidad hecha carne. Representa la parte inocente que todos hemos tenido dentro, esforzándose por comprender el mundo. Miguelito es simple, vitalista, pequeño. Es el más joven del grupo, pero a veces sus observaciones de la vida complicada que vivimos dejan en evidencia lo absurda que es. Las salidas y paranoias de este pequeño no dejan a nadie indiferente. Si los ángeles son capaces de volar hacia atrás o cómo hará el tiempo para dar la vuelta en los relojes cuadrados son algunas de sus tremendas preocupaciones. La influencia de un abuelo fascista ha hecho mella en el pequeño que habla de Mussolini como si fuera un dios. En muchas viñetas me recuerda a Chipie!

GUILLE.- Es el hermano pequeño de Mafalda, exhibicionista nato, preguntón y posesivo. Eterno enamorado de Brigitte Bardot, representa el enfretamiento generacional, no ya entre padres e hijos, sino entre generaciones de niños separados por unos pocos años. La relación con su hermana saca lo mejor de ambos y nos regala momentos inolvidables. Guille adora la sopa lo cual le enfrentará en múltiples ocasiones a Mafalda, que la destesta. Sus salidas de tono ponen en apuros a todo el mundo. Es otro de mis favoritos.

LIBERTAD.- La primera paradoja es su pequeño tamaño en referencia la libertad. Es una pequeña descarada, de padres hippies, y representa los grandes ideales politicos y las utopías. Borde como ella sola, suele dejar a la gente ko cuando osan meterse con su tamaño.

PAPÁS DE MAFALDA.- Son una pareja de treinta y tantos años, de clase media y paciencia infinita (y toda es poca para soportar las preguntas comprometidas de Mafalda, que convierten a su Papá en un adicto al nervocalm y los desvaríos de Guille, que les ponen a todos en más de un aprieto).

También tienen su sitio BUROCRACIA, la tortuga de Guille y Mafalda, o el FARMACÉUTICO imprescindible para la sobredosis de ansiedad en que sumen al Papá las preguntas de Mafalda, el PAPÁ DE MANOLITO, que es igualito que él pero con cara de túzaro, la MAMÁ DE SUSANITA, igualita a su hija pero más gorda y más maruja, o la TÍA HIPOPÓTAMO de Mafalda y Guille a la que ambos aborrecen.

No me canso de leer una y otra vez las aventuras de esta peculiar pandilla. Hay muchísimas historias que me sé de memoria, palabra por palabra, pero me siguen divirtiendo como el primer día. Por ello, me permito recomendar, a los que habéis leído a Mafalda que le deis un repasito y a los que todavía no os habéis adentrado en su mundo, que os lancéis de cabeza. Os aseguro la aventura no os dejará indiferentes.

Psttt. Los dibujos inicial y final los he sacado de internet (dándole al google). Los demás son fotografías que he tomado de los libros de QUINO "Diez años con Mafalda" y "Todo Mafalda". Espero que no se me enfade el autor por esta copia, ya que todo esto ha sido hecho y escrito desde la más profunda admiración.

Y, si por un casual me leyeses (cosa que dudo), QUINO, gracias! gracias por hacerme reír durante tantos años, por crear unos personajes tan tiernos y tan fantásticos y por dejarnos soñar un poco más. García Márquez tenía razón, tus libros constituyen en verdad una Quinoterapia.