Mi padre es un gran hombre y no porque lo diga yo, que soy su hija y, además, la preferida (o eso he querido creer siempre y no habrá quien me haga bajar de la burra), sino porque la verdad es lo que es y sigue siendo verdad aunque se diga al revés. Vamos, que aunque yo dijese: "hombre gran un es padre Mi" o, incluso "erbmoh narg nu se erdap iM" el resultado sería el mismo: Mi padre es un gran hombre. Y punto pelota.
Vivimos unos tiempos duros en los que cada uno va a lo suyo, en que el individuo y sus asuntos están por encima de todo y todos los demás. Tendrá su parte positiva, no digo yo que no, pero a mí me gustaba más cuando los otros también nos preocupaban, cuando éramos (o eran) capaces de ver más allá del propio ombligo.
Mi padre es de ese tipo de gente, de los de antes (dicho esto en el buen sentido de la palabra), de los que siempre se ha preocupado mucho por los problemas de fulanito o por cómo se podría ayudar a menganito. Y no de palabra, que así es muy bonito, y queda muy bien. Mi padre ha sido de los que ha arrimado el hombro cuando ha hecho falta, y ha hecho falta con bastante frecuencia. Hace unos años tuve ocasión de conocer o reconocer (mi memoria no es lo que era y hay lagunas tan grandes en mi mente que olvido cosas y personas, hasta lo que un día fue importante para mí) a un montón de vecinos, amigos, familiares, conocidos... a los que mi padre había ayudado en algo: que si a construir su casa, a sembrar sus tierras, prestándole dinero para aquel médico que no se podía pagar, pagando medicinas que los padres de tal no podían/querían costear, y así hasta no parar. Fueron situaciones que muchos hoy no podemos imaginar, pero que en aquellos tiempos y para aquella gente significó no sólo una ayuda, sino también el saber que no estaban solos, que la vida no era tan puta como pintaba y que todavía, a pesar de los pesares, quedaban personas en las que confiar.
Mi padre era visto por muchos como un hombre duro, la roca inaccesible. La infancia y juventud que le tocaron en suerte fueron todo menos fáciles, sacar una familia adelante una vez casado y puesto a procrear tampoco debió ser un camino de rosas. Quizá de ahí ese aire que algunos tildaron de tosco, recio, duro, no muy hablador (cuando en el fondo en un gran contador de historias con el que me parto y me troncho). Nada más lejos de la verdad. Mi padre es todo corazón y lo ha demostrado a lo largo de toda su vida (aunque, como digo, muchos no han querido verlo) y lo sigue demostrando cada segundo de su existencia, dándole a mi madre (otra santa, como hay dios!) todo el amor que se puede dar, cuidándola hasta el mimo, atendiendo sus necesidades y, por qué no, también sus caprichos. Una joya, os digo.
A veces la vida nos pone pruebas de fuego en el camino. Sólo los más fuertes o los que más aman pueden superarlas y seguir adelante, con cicatrices que tardarán en curar, que en el peor de los casos, quizás no curen nunca. En esas ocasiones ves cómo el corazón se va transformando en piedra, no por maldad sino para defenderse de tanto golpe, para que no duela. Y se avanza y se supera esa dificultad y entonces el corazón vuelve a hacerse carne y vuelve a sufrir y a llorar y a amar más que nunca porque uno se da cuenta de lo mucho que tiene y lo que pudo haber perdido.
Mi padre me ha enseñado a vivir, a reír, a llorar, a sentir, a compartir. Me ha dado todo y más y yo sólo puedo corresponderle con un amor infinito que a menudo no sé ni cómo demostrar. Sirvan para ello estas letras que Papá nunca leerá (os he dicho que es de los de antes, así que internet y él son dos mundos paralelos, que no llegarán a juntarse nunca, o eso creo) pero que seguro llegarán a él por otras vías. Cuando se quiere tanto como le quiero siempre existen múltiples vías de comunicación. Ahora mismo, en mi cabeza, me está sonriendo y con esa carita emocionada con la que nos encontramos siempre, me dice lo contento que está de verme, y que porqué he tardado tanto en volver y que cuántos días traigo esta vez y que ya me está echando de menos. Es lo jodido de la distancia, Papá, que cuando llego y nos abrazamos hasta hacernos daño ya tengo sobre mí la sombra de la despedida y el temor de que ese miedo no me deje disfrutar de ti plenamente los días que pasamos juntos.
Papá, felicidades!
Papá, que cumplas muchísimos años más, con salud, con Mamá, rodeado de la gente que te quiere y a la que quieres!!
Papa, TE QUIERO!!
5 comentarios:
Pues muchas felicidades al papá de Bira..!! De tal padre tan astilla. Me hace gracia que digas ".. y punto pelota", mi madre dice: "lo digo yo y punto..." jaja
Aprovecha sus historias para hacer buenos postm, muchas de las historias que cuento yo como "Ta co na ta" o "Cucuyo" son historias de mi padre....
Te has pegado una panzada en mi blog, muchas gracias.... Debes estar agotada, ajajaj. De todas maneras no te leas todo, cari.. Si quieres mira un apartado de la derecha que dice los TOP POST o algo asi, hay alguno que si que me gustan hasta a mi, como el de "Solo" o "Amor de Blog" pero vamos... jajaja tu a tu bola.
bueno, te voy a designar Comentarista Platead del Dia.. jaja de ayer, por tantos comentarios. Bezos.
holaaaaaaa¡
me uno a las felicitaciones,que digo yo que si tu madre es para mí la tia Baselisa tu padre es el tio Juan,a veces se quiere más a los que no llevan tu sangre,qué coño es la sangre?nada(menos para Drácula claro)
qué guapos estáis en la foto,la que más tu madre con ese jersey tan favorecedor(le va el color claro)
besazos roula,desde España
ya sabes que te quiero miles(y a tus padres también)
Gracias a los dos por vuestras felicitaciones. Cada día más pienso que no sólo habría que felicitar al homenajeado, al que cumple tacos, sino también a los que disfrutan de esa persona, a los que le quieren y a los que se sienten felices por tenerle siempre ahí.
Thiago, cielo, cuando me da por algo soy un tanto compulsiva. No leeré todo porque madre de Dios lo que hay ahí, tendría que dejarme las pestañas o tomármelo con calma (esto no he sabido nunca cómo se hace), pero déjame disfrutar. No voy a decirte que me gusta todo lo que he leído porque mentiría, pero sí que hay cosas que has escrito que me parecen muy buenas.
Y sí, de verdad he terminado agotada, jajaja.
Y a ti, mi adorado Bru, qué voy a decirte? Pues que la familia debería poder elegirla uno y, desde ya, te digo que tú serías mi hermano (no lo eres ya?).
Un besazo!!
Pues aunque retrasadas(vía online, no in person) felicidades pal abuelo!! ya lo llamé en su día!! sorry por no meterme antes pero llevo unas semanas locas desde que volví de mallorca es que no he parado, de aquí para allí, e internet casi casi no lo he tocado, sorry de nuevo!! prometo meterme más a menudo!! un besazo!!
Bira, cari, gracias por tus palabras, yo no busco siempre agradar, a veces me gusta irritar o provocar..! El caso es no dejar indiferente, jajaa
Espero que sigas disfrutando de la celebración del cumple de tu papi. Bezos.
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