Anguilla

Shoal Bay

Anguilla es una pequeña isla, caribeña y dependiente del Reino Unido, cuya economía se basa en el turismo y en ser uno de los denominados paraísos fiscales. Con sus aguas turquesas y la arena blanca de sus playas, es la isla caribeña favorita de personajes como Robert De Niro, Brad Pitt y Denzel Washington (si no favorita, una de las que visitan con más frecuencia). Suelen pasar allí sus vacaciones, no sé si para escaper de Papá Noel (al que no se le ha perdido nada allí) o de las nevadas que suelen dejarse caer en esas fechas en los U.S.A. O, quizás porque el concepto que ellos tienen de “blanca navidad” es diferente al del resto de los mortales y, en lugar de nevadas copiosas, prefieren el blanco de la arena de la playa. Vaya usted a saber (que hay gente para todo)!!.

No tuve el placer de cruzarme con ninguno de ellos. Por un lado porque suelen alojarse en sitios superexclusivos a los que yo no suelo ir por principios… monetarios!, y por otro debido a mi buena estrella, porque yo es que veo al Pitt en paños menores o sin ellos y, como mínimo, me da un síncope y se me terminan las vacaciones.

Shoal bay

Ellos son sólo una pequeña muestra del turismo que se desarolla en la isla. Sirva de ejemplo decir que hasta allí no llegan los cruceros, ya que cuando se intentó, el Primer Ministro Hubert Hughes afirmó que "no les interesaba tener miles de turistas de los cruceros inundando sus playas porque esto ahuyentaría a los turistas de calidad de que disponen ahora, que desean tener las playas para ellos solos". Toma, como los demás, con la única diferencia que los demás no podemos pagarnos esa exclusividad.

El nombre se debe a que la alargada forma de la isla se parece a la de una anguila (esto se aprecia muy bien si se ve desde St. Maarten). Es un isla poco explotada, muy tranquila y poco recomendable para los amantes del bullicio (léase, jovenzuelos ingleses desfogados en plan soy-el-que-más-alcohol-puede-meterse-en-menos-horas). También su naturaleza es distinta a otras islas exuberantes de este mar. A diferencia de las otras islas que os he ido mostrando, aquí la vegetación es más bien escasa. Ni una sola foto de flores pude hacer allí. Aunque, también es cierto que si de algo puede presumir Anguilla es de la belleza sin par de algunas de sus playas, que son espectaculares y se conservan intactas. Mucha gente va para hacer submarinismo y/o buceo (nosotros nos conformamos con disfrutar del sol, la arena y el mar, que no es poco).


Para los que os gustan las cifras, decir que tiene una longitud de 26 kilómetros, con 56 kilómetros de playas, y unos 6 kilómetros de ancho (o sea que si te cansas de la playa en la que estás, caminas un poquito y te largas a la del otro lado de la isla). El tamaño de la isla y el hecho de que sólo tenga una carretera hacen imposible que puedas perderte en Anguilla


No hay aeropuerto internacional ni puerto de aguas profundas, lo que impide el turismo de masas. Además, por ley, el número de hoteles está limitado a noventa. Diez de ellos, de lujo extremo, se reparten las playas y calas más bellas de la isla y, en temporada alta, tienen habitaciones que pueden llegar a costar más de dos mil dólares!!


Esto es en el Cuisinart Resort, una de las joyitas que encierra la isla: