martes, 1 de abril de 2008

Egipto, enésima parte...


En otra de las paradas del crucero, unas calesas nos acercaron hacia el hermoso templo de Edfu. Construido por los Tolomeos, es uno de los mejor conservados de Egipto, y centro de adoración al dios Horus. Tanto la entrada como el patio siguiente de columnas son espectaculares. Harían falta más ojos para poder contemplar todo con el detalle que se merece, ya que existen inscripciones y relieves en cada rincón, incluso en algunos lugares los dibujos conservan restos de su pintura original, lo que lo hace más atractivo.


La entrada y
detalle de los colores que aún perduran



Dentro hay muchas salas y habitaciones, la biblioteca, e incluso conservan el trono con el que transportaban al dios Horus.


El trono y el amigo Horus


Pero sin duda lo mejor son los murales del exterior, y es que cualquier muro de cualquier lado está repleto de murales y jeroglíficos en los que se cuentan historias y se ven las ofrendas a los dioses...


Seguimos nuestro camino y de allí nos dirigimos al VALLE DE LOS REYES y al VALLE DE LAS REINAS, lugares impresionante donde los haya en los que siguen descubriéndose cosas cada cierto tiempo.

Antes de llegar al valle podemos observar los vestigios del antiguo templo de Amenofis III, los colosos de Memnon. Los colosos eran la entrada a un antiguo templo, del cual ya no queda nada. Y fueron reconstruidos de las ruinas que yacían en el suelo. Son tan tétricos como impresionantes. A las pruebas me remito:



El Valle de los Reyes está franqueado por la colina tebana y en sus entrañas se alojan las 62 tumbas numeradas de los reyes del Reino Nuevo (dinastías XVIII, XIX, XX). Está numeración fue concluida por Howard Carter, que además añadió el último enterramiento hallado en el Valle, el número 62 que pertenece a Tut-anj-amon. Es recomendable la de Seti I. El lugar fue considerado de 'mágico' por los antiguos egipcios, dado que el valle queda presidido por una colina con una perfecta forma piramidal. Debajo de la tumba de Seti I se encontró por casualidad la tumba de Tutankhamon, de las poquísimas que se encontraron intactas de saqueadores. Todos sus tesoros se encuentran en el museo de El Cairo de Arte faraónico. Aquí en su tumba han mantenido únicamente la momia de Tutankhamon. Según cuentan, al efectuar algunos movimientos de tierra para descubrir las tumbas hizo que la de Tutankhamon quedara totalmente tapada. Y fue en 1922 cuando los obreros a las órdenes de Howard Carter, descubrieron en la caseta donde pernoctaba la expedición la pista que les conduciría al encuentro de la única tumba intacta, con los sellos reales intactos en las puertas y repleta de tesoros de una magnitud incalculable, perteneciente al Imperio Nuevo. Tutankhamon fue la tumba número 62, la última de las descubiertas.
Aquí podemos ver cómo eran las tumbas, la forma en que las momias se preservaban del paso del tiempo dentro de diferentes sarcófagos. Una visita recomendable y muy interesante.


Las tumbas, realmente, impresionan. El cuidado en cada detalle, los dibujos que acompañarían al difunto a su otra vida, el colorido... este lugar fue uno de los que más me impresionó. En el interior no es posible hacer fotos (para preservar el estado de las pinturas). En mi álbum el lugar de esas fotos lo ocupan postales. Para que os hagais una idea:




Exterior



Pintura en tumba

Interior tumba



En el valle de las Reinas, encontraremos el templo de la reina Hatshepsut, dedicado a la diosa Hathor. El lugar es llamado templo de Al-Deir Al Bahari y maravilla su contemplación y el lugar donde está ubicado. Está cavado en la roca, y en su interior se encuentran pinturas de gran riqueza y color, representando escenas del nacimiento divino y la coronación de Hatshepsut






Es posible ver también cómo era el trabajo que realizaban en aquella época y los lugares donde vivían. Asimismo, muy cerca hay un lugar en el que eran enterrados los nobles (pero ya va bien de fotos, que no sé si será capaz esta entrada de subir, de tanto peso).

Al salir de allí nos fuimos a un lugar donde se venden réplicas, reproducciones, souvenirs varios, trabajados en alabastro, en arcilla, supuestamente a la antigüa usanza. De allí, entre otras cosas, me quedé con esa joyita (que, por cierto, era un encanto). Y es que no sólo de monumentos de piedra vive el hombre (ni la mujer, of course) y otra de las miles de cosas que me sorprendieron de Egipto es la fisonomía de sus gentes, muchas de las cuales son de una belleza exquisita (pena ser tan respetuosa y cohibida a veces, pues en una joyería vimos a una madre con su nena, ambas con unos ojos de un color increible. No me atreví a pedirles una foto, no sé si por respeto o por miedo de que me mandaran al carajo). En fin, de muestra, un botón:



Continuará...

2 comentarios:

Thiago dijo...

Egipto es fascinante...¿todas las fotos son tuyas? me han gustado mucho sobre todo esas de las pinturas tan coloristas que no había visto nunca..

Va a haber una exp. en Madrid sobre tesoros de Egipto encontrados en el mar...!

bezos

BIRA dijo...

Hola Thiago. Prácticamente todas las fotos son mías, menos las del interior de Abu Simbel y del Valle de los Reyes (porque allí no se pueden hacer fotos, en el interior). Obviamente, las de cuando hicieron la "mudanza" de Abu Simbel, tampoco. Estoy madurita, pero no tanto, jaja.

Egipto es el país al que siempre había soñado ir, y no me decepcionó en absoluto. No me importaría volver mañana mismo.

Ha sido un trabajo durísimo seleccionar fotos (no quiero ser pesada) porque tenemos tres álbunes inmensos de nuestro viaje y claro, escoger sólo unas cuantas para poner aquí ha sido la "whostia". A mí me gustaban todas, por eso ha sido tan difícil.

Gracias por dejarme comentarios. Me has alegrado el día que, por otro lado, se presentaba tan gris como el cielo.

Muakaaaaaaaaaaa!!